¿Puedes perdonarme?

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Al volver a mi hotel, me sentí un poco abrumada por los eventos de la noche. La discusión con Fernando, la intervención de Enzo y la tensión entre nosotros... todo había sido muy intenso.

Decidí tomar un baño relajante para calmarme un poco. Me sumergí en el agua tibia, cerrando los ojos y tratando de borrar los pensamientos de mi mente.

Después del baño, me puse un camisón cómodo y me senté en la cama con mi libro favorito. Pero no podía concentrarme en la lectura, mi mente seguía vagando hacia Enzo y lo que había pasado entre nosotros.

Antes de dormir, decidí escribir en mi diario. Escribí sobre mis sentimientos, mis miedos y mis dudas. Escribí sobre Enzo y cómo me hacía sentir. Escribí sobre Fernando y cómo me había lastimado.

Escribir me ayudó a desahogarme un poco, a procesar mis emociones y a clarificar mis pensamientos. Cuando cerré el diario, me sentí un poco más tranquila, un poco más en paz.

Apagué la luz y me acosté, sabiendo que el mañana traería nuevos desafíos y oportunidades. Y quizás, justamente quizás, una nueva oportunidad para Enzo y para mí.

En ese caso, al despertar, me sentí un poco nerviosa al recordar que ese mismo día Enzo me explicaría todo.

Me levanté de la cama y comencé mi rutina matutina, tratando de calmarme un poco. Pero no podía evitar pensar en lo que Enzo me diría.

Mientras me vestía y me maquillaba, me sentí un poco ansiosa. ¿Porque Enzo me había ocultado lo de sus hijos? ¿Sería algo que cambiaría todo entre nosotros?

Decidí salir a comer, y cuando me dí cuenta Enzo me habia mandándado un mensaje diciendo si estaba bien vernos en el parque a las 3 pm.

Me pasé el resto del día tratando de distraerme, pero no podía evitar pensar en lo que Enzo me diría. Finalmente, llegó la hora y me dirigí al parque para ver a Enzo.

Al llegar, lo vi sentado en un banco, mirando hacia el lago. Me acerqué a él y me senté a su lado. Me miró y sonrió suavemente.

-Maia, te tengo que explicar todo-, dijo.
Enzo me miró con ojos sinceros y arrepentidos. -Maia, quiero pedirte disculpas por no haberte dicho la verdad sobre mis hijos-, dijo. -Me siento mal por no haberte sido honesto desde el principio. No quería ocultarte nada, pero tenía miedo de cómo reaccionarías-.

Me tomó la mano y la apretó suavemente. -quiero que sepas que me importas mucho, Maia. Y no quería arriesgarme a perder tu confianza. Pero ahora me doy cuenta de que fue un error no haberte dicho la verdad-.

Me miró con una mezcla de arrepentimiento y esperanza. -¿Puedes perdonarme, Maia? ¿Puedes entender por qué no te dije la verdad sobre mis hijos?-

Esperó mi respuesta, ansioso por saber si podría perdonarlo y seguir adelante con nuestra relación.

Asentí lentamente, procesando todo lo que Enzo me había dicho. -Enzo,  ni siquiera estaba enojada con vos- , dije finalmente. -solo quería tratar de entender porque lo habías ocultado. Pero me alegra que hayas sido honesto conmigo ahora".

Enzo suspiró aliviado y me sonrió. -dios Maia, sos perfecta-.
Me miró con una mezcla de amor y gratitud. -ahora que ya estoy tranquilo de que estamos bien, me tengo que ir, pero no me extrañes tanto eh- dijo y me dió un beso muy cerca del labio.

Después de mi conversación con Enzo, decidí regresar a mi casa y pasar el resto de la tarde sola, reflexionando sobre lo que había aprendido. Me senté en mi habitación, mirando por la ventana y pensando en mis sentimientos y en lo que Enzo me había dicho.

La tarde transcurrió lentamente, con mis pensamientos saltando de un lado a otro. Me preguntaba qué pasaría a continuación entre Enzo y yo.

Justo cuando estaba empezando a relajarme, sonó mi teléfono. Era Julián, me preguntó qué estaba haciendo y le dije que estaba en casa, relajándome.

-¿Quieres venir a una fiesta?-, me preguntó. -Todos van a estar ahí-
Me sorprendió la invitación. No estaba segura de si quería ir a una fiesta con todas esas personas, especialmente después de lo que había pasado con Enzo. Pero Julián me aseguró que sería divertido y que me ayudaría a distraerme.

Finalmente, acepté la invitación. Me dije a mí misma que era una oportunidad para enfrentar mis miedos y para ver cómo se desarrollaban las cosas con Enzo y los demás.

Así que me arreglé y salí con Julián hacia la fiesta. No sabía qué me esperaba, pero estaba lista para enfrentarlo.

Llegué a la fiesta con Julián y me sorprendió ver a tantas personas que conocía. Había música alta y todos estaban bailando y riendo. Julián me presentó a algunos de sus amigos y nos unimos al grupo.

Vi a Enzo en la otra parte de la sala, hablando con Alejandro y Rodri. Me sonrió cuando me vio y me hizo un gesto para que me acercara. Me sentí un poco nerviosa, pero Julián me animó a ir hacia él.

Me acerqué a Enzo y me dio un abrazo. -Me alegra que hayas venido-, me dijo. Y me acerque a saludar a Camila.

Empezamos a bailar y a charlar. La música era divertida y todos estaban de buen humor. Me sentía cómoda y feliz de estar allí.

Después de un rato, Enzo me tomó la mano y me llevó a la barra. -¿Quieres una bebida?-, me preguntó. Acepté y nos sentamos en la barra, charlando y riendo con los demás.

La noche siguió adelante, llena de diversión y risas. Y Enzo, me hacía sentir de una manera que no podía explicar..

La música cambió y sonó una canción lenta y romántica. Enzo me miró y me sonrió. -¿Quieres bailar conmigo?- . me preguntó.

Asentí y Enzo me tomó la mano. Nos fuimos a la pista de baile y empezamos a movernos al ritmo de la música. Me sentía cómoda en sus brazos, y él me miraba con una intensidad que me hacía sentir vulnerable.

Mientras bailábamos, Enzo se acercó más a mí. Podía sentir su aliento en mi oreja y su pecho contra el mío. Me sentía como si estuviéramos flotando en el aire, solo nosotros dos.

De repente, Enzo se detuvo y me miró a los ojos. Me tomó la cara con sus manos y me besó suavemente. Me sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y mi corazón latió más rápido.

El beso fue suave y dulce, pero lleno de pasión. Me sentía como si estuviéramos conectados de una manera profunda. La música y la gente a nuestro alrededor desaparecieron, y solo quedamos nosotros dos.

El beso duró un momento eterno, y cuando Enzo se separó de mi..

Huellas de un amor || Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora