El otro día fue un momento muy especial para mí y Enzo. Enzo me despertó con el aroma del desayuno y vi que había preparado una bandeja con velas, flores y una deliciosa comida. Me sentí como una princesa. Desayuné en la cama y cuando termine.
Enzo se acostó a mi lado, me abrazó y me miró con ternura. Me sentí tan amada y protegida en sus brazos. Me miraba fijamente a los ojos, sonriendo, y yo no podía evitar sonreír también.
De repente, bromeé un poco y le dije -¿Qué tanto me miras? ¿Te gusta lo que ves?-
Enzo se rió y me respondió con su voz seductora -Me encanta lo que veo, Maia. Sos la mujer más hermosa que he visto en mi vida. Me gusta mirarte porque me hace sentir vivo, me hace sentir que estoy en el lugar correcto-.
Me sentí emocionada por sus palabras y me acurruqué un poco más en sus brazos. Enzo me besó suavemente en la frente y me dijo -Te amo, Maia. Sos mi todo-.
Me sentí tan feliz y amada en ese momento. Sabía que Enzo era el hombre de mi vida y que siempre estaría a mi lado.
Me lancé encima de Enzo, llenándolo de besos apasionados. Él me devolvió los besos, sonriendo, pero de repente se detuvo y me miró con una expresión seria.
-¿Por qué siento que te estás despidiendo?- me preguntó, con una voz llena de emoción.
Me detuve un momento, mirándolo a los ojos, y le dije -por que es justo lo que estoy haciendo, me estoy despidiendo. Hoy a la noche viajo a Buenos Aires-.
Enzo se sentó rápido en la cama, tomó mi mano y me levantó. -Vamos, vestite-, me dijo, con una sonrisa misteriosa. -Vamos a salir-.
Me sorprendí un poco, pero me encantó la idea de pasar más tiempo con él antes de mi viaje. Me vestí rápidamente, preguntándome qué planes tendría Enzo para nosotros.
-¿Dónde vamos?- le pregunté, mientras me ponía los zapatos.
Enzo solo sonrió y me dijo -Es una sorpresa. Confía en mí-.
Me encantó la emoción y la anticipación. Sabía que con Enzo, siempre podía esperar algo especial.Después de un viaje de quince minutos en auto, Enzo detuvo el coche y me miró con una sonrisa traviesa. -¿Lista para una aventura?- me preguntó.
Me encogí de hombros, intrigada, y él me llevó a un lugar que no esperaba para nada un parque de diversiones. Me sorprendí al ver las montañas rusas, las norias y los juegos de azar.
-¡Un parque de diversiones!- exclamé, emocionada. -¿Qué estamos haciendo acá?-
Enzo se rió y me tomó de la mano. -Vamos a pasar el día juntos, solo vos y yo. Quiero que te diviertas y te olvides de todo, al menos por un rato-.
Me sentí como una niña de nuevo, emocionada por las emocionantes atracciones y los dulces. Enzo me compró un algodón de azúcar
Enzo se empeñó en ganar un oso para mí en un juego de embocar aros en una botella, pero falló una y otra vez. Me reí tanto de él que decidí intentarlo yo misma. Para mi sorpresa, gané un oso en el primer intento.
-¡Lo gané para vos!-le dije, burlándome de él. Enzo se rió y me abrazó. -Sos increíble-, me dijo.
Seguimos yendo a varios juegos, pero Enzo insistió en ir a la montaña rusa. Yo estaba negada, me daba miedo, pero Enzo me convenció.
-Vamos, no te preocupes, voy a estar con vos-, me dijo.
Me subí al asiento, temblando de miedo. Cuando empezamos a subir, empecé a gritar. No podía parar. Enzo se reía y me abrazaba, tratando de calmarme.
Cuando bajamos, Enzo se rió de mí porque estaba pálida. Me sentí mareada y corrí hacia un tacho de basura para vomitar. Enzo corrió tras de mí y me recogió el pelo.
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Huellas de un amor || Enzo Fernández
Fanfic"¿El amor puede conquistar todo? Enzo, un corazón vulnerable, decide arriesgarse por el amor de su vida. Pero, el camino hacia la felicidad está lleno de obstáculos y secretos que pueden destruir su sueño. ¿Será suficiente su amor para conquistar el...