Julián y yo nos miramos, sin saber qué hacer con Enzo, que estaba inconsciente en el suelo. Julián se agachó y lo agarró por debajo de los brazos, mientras yo lo agarraba por las piernas. Entre los dos, logramos levantarlo y llevarlo hacia la salida del club.
Mientras caminábamos, Enzo empezó a moverse y a murmurar incoherencias. Julián y yo nos miramos, preocupados de que se despertara y se pusiera violento. Pero logramos llevarlo hasta el taxi que Julián había llamado, sin incidentes.
En el taxi, Enzo se desplomó en el asiento, con la cabeza apoyada en mi hombro. Me sentí incómoda, pero también preocupada por él. Julián se sentó al otro lado, mirándonos con una expresión de preocupación.
Cuando llegamos al hotel, Julián y yo tuvimos que llevar a Enzo hasta la habitación, ya que no podía caminar solo.
Mientras Julián y yo recostábamos a Enzo en la cama, él empezó a suplicarme que no me fuera. -Maia, por favor, no te vayas-, me decía, con una voz débil y emotiva. No me dejes solo, Maia. Te necesito-
Me sentí conmovida por sus palabras y me detuve un momento, mirándolo a los ojos. -Enzo, estoy acá-, le dije. -No te voy a dejar solo-
Pero Enzo siguió suplicándome que me quedara. -Maia, por favor, no te vayas. Me arrepiento de todo, Maia. Me arrepiento de haberte lastimado-.
Me sentí confundida y emocionalmente agotada. No sabía qué hacer. Parte de mí quería irse y olvidar todo lo que había pasado, pero otra parte de mí quería quedarse y ayudar a Enzo a superar sus problemas.
Julián me dijo -Creo que deberías quedarte con él, por las dudas-
Finalmente, decidí quedarme. Me senté en la cama al lado de Enzo y le tomé la mano. -Está bien, Enzo-, le dije. -Me quedo con vos-.La noche fue un verdadero calvario. Me quedé sentada en la cama al lado de Enzo, que no paraba de hablar y suplicar que no me fuera. Me decía que me amaba, que me necesitaba, que no podía vivir sin mí... Me hacía sentir culpable, como si fuera yo la que lo había lastimado a él.
Pero yo sabía que no era así. Sabía que Enzo tenía sus propios demonios, sus propios problemas, y que yo no podía solucionarlos por él.
A medida que pasaban las horas, Enzo se fue calmando. Dejó de hablar y se quedó quieto, mirándome con esos ojos tristes y apagados. Me hacía sentir triste, verlo así.
Y entonces, sin decir nada, Enzo me abrazó por la cintura. Me apretó fuerte, como si no quisiera soltarme nunca más. Me hacía sentir incómoda, pero al mismo tiempo me hacía sentir... no sé, como si fuera importante para él o algo así.
Y así nos quedamos, abrazados en la oscuridad, hasta que Enzo se durmió. Me quedé sentada allí, con él abrazado a mi cintura, sintiendo su calor y su peso, y pensando en todo lo que había pasado..
Me quedé sentada allí por un rato, sintiendo el calor de Enzo y escuchando su respiración tranquila. Me sentía confundida, no sabía qué hacer ni qué pensar. Parte de mí quería levantarse y salir de allí, pero otra parte de mí quería quedarse y cuidar de Enzo.
Finalmente, decidí quedarme. Me acosté a su lado, sin soltar su abrazo, y cerré los ojos. Sentía su corazón latiendo contra mi espalda y su respiración en mi cuello. Me sentía segura, protegida.
Pasaron las horas y no pude dormir. Me quedé allí, despierta, pensando en todo lo que había pasado. Me preguntaba qué pasaría cuando Enzo se despertara, si se acordaría de lo que había hecho, si se arrepentiría.
Pero mientras pensaba en eso, sentí que Enzo se movía. Se acercó más a mí y me abrazó con más fuerza. Me besó el cuello y me susurró algo al oído. No pude entender qué decía, pero me sentí emocionada.
Me di cuenta de que, a pesar de todo, me importaba Enzo. Me importaba su bienestar, su felicidad.
Cuando Enzo se despertó, se quedó quieto por un momento, como si estuviera tratando de recordar dónde estaba y qué había pasado. Luego, me miró y me sonrió débilmente. Me di cuenta de que estaba avergonzado, que se sentía mal por lo que había hecho la noche anterior.
-Maia, perdón- me dijo, con una voz ronca y cansada. -No sé qué me pasó anoche. Me siento tan... tan mal-
Me sonreí y le acaricié el cabello. -No te preocupes, Enzo- le dije. -Estás bien. Solo necesitas descansar y recuperarte-.
Enzo asintió y se sentó en la cama, mirándome con una expresión de gratitud. -Gracias, Maia-, me dijo. -Gracias por quedarte conmigo-.
-Enzo, necesitamos hablar-, le dije, tratando de ser seria. -Necesitamos hablar sobre lo que pasó anoche y sobre lo que va a pasar ahora-.
Enzo asintió y se cubrió la cara con las manos. -ya se-, me dijo. -Ya se. Estoy listo para hablar-.
-Enzo, ¿por qué te embriagaste tanto anoche?-, le pregunté, tratando de entender qué había pasado.
Enzo me miró con una mezcla de tristeza y resentimiento. -Vi cómo te reías con ese chico-, me dijo. -Y pensé en ti con él... con Fernando. No pude soportarlo-.
Me sentí un poco sorprendida por su respuesta, pero también me dio pena verlo así, tan herido y celoso. -Enzo, no es lo que crees-, le dije, pero él me interrumpió.
-No importa, Maia-, me dijo. -No importa lo que digas. Lo que importa es que no puedo dejar de pensar en ti con él. Y anoche... anoche solo quería olvidar-.
Me sentí un poco triste al escuchar sus palabras, pero también me dio esperanza ver que estaba dispuesto a hablar sobre sus sentimientos. -Enzo, necesitamos hablar sobre esto-, le dije. -Necesitamos aclarar las cosas-.Enzo se levantó de la cama y me miró con una expresión que parecía decir "no quiero hablar de esto ahora". -Me voy a bañar-, me dijo, y se dirigió hacia el baño sin decir nada más.
Antes de cerrar la puerta, se dio la vuelta y me dio un beso en el pelo. -Gracias, Maia-, me susurró, y luego desapareció en el baño.
Me quedé sentada en la cama, con todas las palabras que tenía para decirle atrapadas en mi garganta. Quería hablar con él sobre lo que había pasado, sobre sus sentimientos y mis propios sentimientos. Pero Enzo parecía no querer hablar del tema, al menos no ahora.
Me sentí un poco frustrada y confundida. ¿Por qué Enzo no quería hablar conmigo? ¿Por qué me besó en el pelo y se fue sin decir nada más? Me quedé sentada en la cama, tratando de entender lo que estaba pasando y lo que Enzo sentía realmente..
ESTÁS LEYENDO
Huellas de un amor || Enzo Fernández
Fanfiction"¿El amor puede conquistar todo? Enzo, un corazón vulnerable, decide arriesgarse por el amor de su vida. Pero, el camino hacia la felicidad está lleno de obstáculos y secretos que pueden destruir su sueño. ¿Será suficiente su amor para conquistar el...