Capítulo 69.

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Capítulo 69:

La cena estuvo exquisita, Liam me dijo que el se encargó de la crema de hongos, pero su madre lo ayudo con los deliciosos rabioles, Karen sabe que es mi comida favorita honestamente no me extraña, ni tampoco que Nicola se haya ocupado de escoger el vino tinto, aunque en realidad fue petición de Liam ya que tenemos gustos completamente distintos en vinos, estúpidamente yo prefiero los dulces mientras que con más sabiduría Liam opta por más añejos, sin embargo Nicola tiene un paladar más parecido al mío, Liam le pidió ayuda porque, como es de esperarse, quiere que todo sea perfecto para mí, lo que el dulce caballero perdido de la edad media no sabe, es que para mí la velada es perfecta con su sola y grata presencia.

Mientras cenábamos hablábamos de mi pasado como niña Scout, me encantaba ir a las juntas todos los sábados y salir de campamento o excursión el fin de semana, nada mejor que una buena metro pista al inició del mes para quitarte la pereza del domingo, a pesar de que me perdí con otros cuatro lobatos más de mi manada mi primera vez, jamás falté al resto, hasta que claro mi padre decidió cambiarla por clases de Ballet y posteriormente teatro...no perdón "Arte escénico", me sentí una egocéntrica de lo peor hablando solamente de mí, así que a la mitad de la cena convencí a Liam de que me contara como habían sido sus giras y los lanzamientos de sus dos últimos alums.

Al terminar la comida, ayudé a Liam a meter todos los trastos en una canasta, de esas típicas para el días de campo, de allí también sacó una enorme manta que colocó a las orillas del lago, después de un rato de hacer una competencia de tirar rocas al lago, decidimos descansar en la enorme manta roja, donde yo simplemente llegué a tumbarme ya que no solo habíamos lanzado también tuve que correr con Liam detrás de mí después de hacer trampa, y no es un secreto que el ejercicio físico en definitivamente no es lo mío.

Liam se acostó junto a mí haciéndome cucharita, que solo fue un despiste para hacerme cosquillas, provocando que me revolcara en la manta, idéntica a una lombriz que acaba de ser bañada por sal, si no es que peor, pero en un extraño cambio de roles me gire quedando encima de él, presione sus muñecas contra el césped y sus piernas entre mis rodillas.

__: ¿Por qué...?-alargué fastidiada, refiriéndome a que hace unos segundos me estaba haciendo cosquillas y ambos sabemos que yo no las tolero.

Liam: Ese fue tu castigo por tramposa.-riñó y posteriormente me sacó la lengua, pero en venganza aprisione esta misma en un lento y apasionado beso.

Aflojé mi amarre en sus muñecas y este inmediatamente me tomó de la cintura acercándome más a él, mientras que yo enredaba con cuidado mis dedos en su sedoso cabello y mi lengua jugaba con la suya en perfecta armonía, en definitiva era el beso perfecto, hubiese preferido morir sin oxígeno antes que dejar de saborear lo dulce de sus labios, pero Liam es más sensato así que con mucha prudencia y delicadeza, deshizo el beso pero sin cortar la distancia pues mis labios estaban prácticamente a dos milímetros de los suyos, podía sentir su respiración agitada y cálida que se mezclaba con la mía, todo esto sin dejar de contemplar sus ojos, esos hermosos ojos color chocolate, aquellos bellos ojos en los que me perdía cada vez que los miraba con delicadeza y estos siempre me respondían con dulzura. Y sin pensarlo dos veces, decidí romper el silencio que se había formado entre nosotros.

__: Te amo.-aunque había sido un impulso...estas dos cortas y simples palabras habían venido de lo más profundo de mi corazón, y Liam lo sabía, simplemente lo vi sonreír dulce y ampliamente antes de responderme.

Liam: Yo también te amo, __.-fue lo único que logré escuchar antes de que volvería a fundir nuestros labios en otro de sus perfectos y únicos besos, a los cuales ya me estoy haciendo adictas.

Nos quedamos alrededor de veinte o treinta minutos más, tumbados boca arriba en la manta, tomados de la mano; las estrellas salían poco a poco y nosotros las admirábamos desde nuestro pequeño refugio en absoluto silencio, pero no era un silencio incómodo, al contrario, era completamente acogedor, tranquilizante y hermoso, así estuvimos un buen rato hasta que volví de un solo golpe a la deprimente realidad.

" La Pequeña Cowell" - Liam Payne y Tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora