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(Robin's pov)

Siempre me había gustado dormir con las persianas medio subidas, así que ya entraba la luz por la ventaba y iluminaba la habitación.

Segundos después abrí los ojos y fui consciente de lo que estaba pasando y a quién tenía literalmente sobre mí.                                          

Yo siempre dormía boca arriba, después de años descubrí que era la posición más cómoda y ahora era así siempre. 

Y ahora tenia a una parte de Noa apoyada en mi mientras dormía plácidamente de lado, no tenia pinta de que fuera a despertar pronto.

Noa tenia su cabeza apoyada sobre la parte superior de mi torso, estaba girada hacia mí, al igual que estaba pegada a mí. Tenia un brazo que estaba estirado sobre mi mientras se cogía a mí.

Cuando me acosté anoche estando super cansado en verdad no me pude dormir enseguida, porque sabía que Noa estaba durmiendo a unas habitaciones de distancia, y eso hacia que me sintiera bien pero también hacia que se me empezaran a pasar muchas cosas por la cabeza. Así que me costó un poco dormir.

Pero ahí estaba Noa ahora, sobre mí, y me encantaba. Estaba monísima durmiendo, me preguntaba si tendría algún cojín o algo en su habitación de su piso, porque tendría mucha suerte. No me importaría ser yo ese cojín siempre.

Sabia que ya no iba a poder dormirme, y no me iba a mover hasta que Noa se despertase, debería descansar hasta la hora que necesitase. Me iba a quedar simplemente disfrutando del momento y de la vista.

Por un momento se movió un poco y pensé que se despertaría. Pero menos mal que no fue así, porque yo quería seguir así durante mucho más tiempo. Me sentía completamente agradecido por haber sido el primero en despertarse y poder disfrutar del momento, sobre todo porque sabía que tardaría en volver a repetirse un momento así. Y no porque yo no quisiera.

Al haberse movido, una cantidad de su pelo se le puso delante de la cara. No pude evitarlo y tuve que apartarle el pelo de la cara despacio y suave para que no se despertara y no tuviera nada que le molestase mientras dormía.

Dios si

De un momento a otro Noa se apegó mucho más a mi mientras me apretaba al cogerme.

Se giró más hacia mi y esta vez si que estaba completamente pegada a mí. Ahora el brazo que antes estaba sobre mi había pasado a cogerme por el cuello, al igual que lo estaba haciendo ahora también su otro abrazo.

Era mejor que cuando yo me había despertado, el pasar sus brazos así sobre mí y estar abrazándome mientras estábamos tumbados estaba causando que me pusiera nervioso y empezará a latirme rápido el corazón.

Y de un momento a otro volvió ese pinchazo en el estomago que ya me había pasado unas cuantas veces cuando había estado con Noa o había pensando en ella. Antes nunca me había pasado, por eso no entendía muy bien porque pasaba eso.

Empecé a ponerme más nervioso cuando fui consciente de que estaba sin camiseta, siempre dormía sin. Pero es que Noa estaba así conmigo mientras yo poco más y estaba desnudo. Que suerte tuve al decidir ponerme pantalones esa vez antes de acostarme.

Lo malo era que en el fondo si que me estaba gustando el hecho de que yo no llevara camiseta y Noa estuviera abrazando de la forma en la que lo estaba haciendo.

Y lo otro malo era que si Noa se despertaba y nos veía así se alarmaría en pocos segundos. Sobre todo, si veía que yo me había dado cuenta. Y saber eso seguramente haría que se alejase algo de mi en nuestras vidas, y yo no podía permitir que pasara eso.

𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 || 𝐑𝐨𝐛𝐢𝐧 𝐋𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora