𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 || 𝐑𝐨𝐛𝐢𝐧 𝐋𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝

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Estábamos camino a la sala de la fiesta cuando Robin me paró por un momento.

—Noa, una cosa — Dijo serio mientras me ponía delante de él.

—¿Qué pasa? — No entendía porque nos había parado así de repente, sobre todo estando todo bien. Que yo supiera no nos había pasado nada.

—Es que el otro día... bueno, el otro día no. Mas bien cuando todavía estabas en España — Comenzó diciendo — Subiste una historia un poco rara que te había etiquetado un tío.

Robin estaba serio mientras me miraba los ojos. Yo al principio no entendí de lo que hablaba, ya que desde que estaba aquí con él no había mucho más en mi cabeza que simplemente él. Pero después de pensar un poco supuse que hablaba de cuando estaba enferma y salí a tomar algo con Carles.

Pero no pensaba que iba a hacerle caso a esa historia.

—Oh, si, es que salí con un amigo de Valencia que vino a Madrid — Le dije intentando sonar como si nada. Aunque en verdad, tampoco era nada.

—¿Pero todo bien con él? Digo, ya sabes...

—No es como Marcos — Aclaré.

—Esta bien — Suspiró — Pero no me habías hablado nunca de ese amigo.

—Ya, es que es complicado, tampoco es muy importante, seguro que la historia te marearía — Me reí pensando que entraríamos en la sala.

—Bueno, tengo curiosidad — Sentenció.

Vale, pues al final sí que tendría que hablar.

—Mi madre siempre ha tenido una mejor amiga, y ella tenía dos hijos, uno muy mayor, y otro de mí misma edad básicamente — Le empecé a explicar, todo eso de las vacaciones y tal, y como las dos familias eran muy cercanas. También le conté todo lo que pasó cuando yo era adolescente, no le iba a mentir. Además, no había nada por lo que preocuparse — Y pues no se, es bastante curioso todo — Quité importancia.

Robin miró hacia abajo y era como si asimilara y pensara sobre todo lo que yo le había dicho.

Y yo me estaba empezando a poner bastante nerviosa.

—Bueno... ¿Pero nada importante no? — Dijo.

—Nada importante, solo es Carles — Me reí.

Aunque a Robin no le hizo tanta gracia como a mí.

—¿Qué pasa? — Murmuré.

—Nada, solo es que... me has contado muchas cosas tuyas en la adolescencia, y es una época bastante importante y eso. Y Carles, uff... No se Noa, según lo que me has contado te gustaba mucho, y el primer amor pese a que ya no te guste, no se olvida. Y que ahora vuelva a estar así de presente se me hace un poco incómodo.

Sinceramente esa no era la conversación que esperaba que iniciase Robin. Me esperaba más otra cosa, me sorprendí bastante, pero me gustaba el que se preocupase por eso, pero en verdad no había nada porque preocuparse.

—¿De verdad crees eso? — Inicié todavía sin creerme que pensara que Carles había sido para mí eso.

—Bueno... es que por lo que has dicho... Y no estoy diciendo que sea horrible que claramente tuvieras un primer amor.

Lo miré un segundo, dejando que sus palabras flotaran en el aire antes de responder.

—Pues, tengo algo que decirte — Le dije, poniendo mi mano sobre su brazo y mirándolo directamente a los ojos — Ni de coña Carles es mi primer amor.