𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 || 𝐑𝐨𝐛𝐢𝐧 𝐋𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝

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—¿Estás nerviosa? — Me preguntó Candela que estaba sentada al lado mío y de un desconocido en el avión.

—¿Por ver a Robin? Para nada, no estoy nada nerviosa — Claramente mentía y las dos lo sabíamos.

Me había pasado los últimos días por este momento. Es que tenía tantas ganas de ver a mi novio. Y también estaba muy nerviosa por el partido de la tarde. A ver no entendía tanto de futbol, pero se suponía que Croacia era una buena selección. No decía que nosotros no pudiéramos ganarles, pero igualmente estaba muy nerviosa. Quería que ganáramos y Robin estuviese contento.

Lo malo de estas semanas era que ahora el carácter de Robin iría bastante en cómo iban los partidos y las cosas.

Íbamos a quedarnos en Alemania hasta el diecisiete de junio, o sea que nos iríamos en dos días. Me pondría triste porque tan solo estaríamos juntos dos días, pero como iba a volver para el partido de Italia se me pasaba un poco el hecho de que en nada volvía a España.

Principalmente me iba a quedar en un apartamentito con mis amigas en las afueras de Berlín, porque las entradas las compramos bastante antes de que yo y Robin fuéramos algo. Pero después de eso creo que ellas tuvieron muy claro con quién me iba a quedar en mi estancia aquí, a ver es que, quería pasar tiempo con Robin. Y si no era en la concentración sería muy imposible. Entre el partido y que entrenaban por las mañanas...

El vuelo se me hizo demasiado largo, parecía que Alemania estuviese a la otra parte del mundo lo juro. Encima vaya madrugón nos hemos pegado todas.

—¿Crees que estará aquí? — Me preguntó Candela cuando bajábamos del avión.

—Pues si es así no me ha dicho nada — Dije buscando a Sara y a las demás por el bus en el que nos habiamos metido para ir dentro del aeropuerto.

—¿Nos apostamos algo a que está aquí?

—Que no eh, apuestas no, alejarlas de mi — Además que conociendo a Robin no me sorprendería mucho.

—Debería haberles propuesto esa apuesta a las otras — Dijo.

No, si es que ahora el hobbie favorito de mis amigas era apostar cosas sobre mí y sobre Robin. A saber cuánto dinero había estado circulando por nuestro grupo por estas apuestas.

Y tenía muy claro que seguramente habría habido apuestas de las que yo no tenía ni idea.

—Odio viajar en avión — Murmuró Mar cargando su mochila una vez que nos encontramos con ellas — Y tener que llevar mochila en vez de maleta es horrible.

—Pero si has estado durmiendo todo el viaje — Se quejó Alma — Encima estabas en el medio y no nos dejabas hablar a mí y a Sara.

—Es que si estoy durmiendo pues no quiero que me molesten sabes. No es mi culpa que estuviese al medio.

—Pero tampoco te querías cambiar con ninguna de nosotras — Añadió Sara.

—Obviamente, es mi sitio y no lo voy a cambiar — Se cruzó de brazos — Además, si se estrella el avión miran quienes son los muertos, y mi asiento pertenecía a Mar García, o sea a mí. Si me hubiese cambiado con alguna de vosotras y moría me tomarían por una de vosotras. Y yo no me pienso morir siendo Alma González ni Sara Khana.

—Tú ves muchas películas — Le miraba Alma mientras hablaba — Venga vámonos y salgamos de aquí, ya me empiezo a agobiar.

Nos dirigimos a la parte de salidas del aeropuerto que es donde esperaba mucha gente a que sus seres queridos salieran y todo eso. O bueno, los taxistas.