𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 || 𝐑𝐨𝐛𝐢𝐧 𝐋𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝

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Después de saber que Robin estaba en la habitación obviamente no iba a volver a la fiesta. Pero no quería tampoco tener que subir y enfrentarme a esa conversación a esas horas.

Además, tenía miedo de que el pánico volviera a apoderarse de mí y volviese a jugar en mi contra.

Pero sabía que no podía alagar mucho esa conversación. Lo que menos quería era estar así con Robin, de tan solo pensar que ahora mismo no podía decirle lo mucho que lo quería me entristecía.

Tenia claro que no quería discusiones con Robin. Y es que si no fuera por mi culpa no habríamos discutido. Por que vale bien, Robin tenia celos, esta bien, pero yo empecé a ponerme a la defensiva y hice que acabara mal. Si me hubiese encontrado mejor sé que habríamos terminado bien esa conversación y todo seguiría igual.

Ojalá me hubiese callado y ya está,

Encima de que yo haber perdido el control tenía que intentar arreglarlo, así que fui valiente y subí a la habitación.

Cuando abrí la puerta con la llave toda la habitación estaba a oscuras, y no entraba mucha luz por la ventana.

No quería encender la luz así que encendí la linterna del móvil mientras la tapaba un poco.

Y pude ver que Robin estaba ya durmiendo de lado en la cama.

No iba a mentir, me dolía saber que se había ido a dormir y ya está, sin haberme escrito nada o haberse esperado a que volviese y ver que estaba bien.

Pero no lo podía culpar, estaba enfadado.

Supongo que tendría que arreglarlo al día siguiente. Ahora estaría toda la noche pensando en lo que debería decirle.

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Esta vez Robin se levantó antes que yo por que para mi mala suerte cuando yo me desperté lo escuché en la ducha.

Yo esperaba levantarme antes y tener más tiempo para pensar.

Literalmente Robin no tardó en salir ya vestido de la ducha sorprendiéndose.

—Buenos días — Murmuró.

Pero no eran los mismos buenos días de siempre.

—Buenos días — Respondí quizá con la misma seriedad.

Se suponía que habíamos quedado con mis padres esa mañana, pero ya anoche les mandé un mensaje para avisarles de que no contaran con nosotros.

Mi madre como no me preguntó si había pasado algo, a lo que yo tuve que responderle que tan solo era que Robin estaba cansado y ya está, pero que no pasaba nada.

Ya podría ser solo eso.

Ahora se me había olvidado completamente todo lo que quería decirle. Se suponía que tendría que saber expresarme muy bien después de haberme graduado de periodismo y derecho.

Al igual que quizá no habría sido mala idea apuntármelo.

—Robin — Conseguí decir llamando su atención — Tenemos que hablar. Bueno más bien yo necesito hablar.

Por como lo dije hizo que estuviera más atento y se sentada en el borde de la cama. Y yo aproveché para ir delante de él y hablarle a la cara. De lejos se me haría un poco más difícil, por raro que parezca.