𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 || 𝐑𝐨𝐛𝐢𝐧 𝐋𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝

58

⚽️˚⋆°˖ ～ 📑

Sabía que la vuelta a España iba a ser matadora. Un madrugón horrible, y lo que quedaba del día también iba a ser matador, aunque si a mi ya me parecía demasiado no me imaginaba como se sentiría Robin. La lista de cosas que tenía que hacer la selección era interminable. Pero bueno, no todos los días se gana la Eurocopa.

—Con la nochecita de ayer nadie querría madrugar — Dijo Robin con una risilla.

Por suerte, no teníamos a nadie al lado en el avión. Y Robin me había dejado ventana, así que podía dormirme perfectamente, pero no quería. Porque para mí este día pues también era de victoria, y no estaría con él en todo el día, solo por la noche a la fiesta, después de acabar la celebración.

Menos mal que ahora por fin, podría ir en el avión con Robin. Aunque solo nos dejaron a las parejas y a los hijos. Por eso Sara se había ido con mis padres y Diego en el vuelo que los llevaría a Madrid, luego mis padres y Diego se volverían a Valencia con tren. Y la familia de Robin menos Theo y Margaux, se volvían a Bretaña, Francia.

—¿De verdad no estás cansada Noa? — Me había hecho esa pregunta desde que habíamos subido al avión hacía una hora.

Yo negué y volví a una postura normal, para volver a poder convencerlo en que no estaba cansada. Pero claro, em verdad si que estaba cansada. Tenía unas ganas de llegar a Madrid y echarme en la cama, y dormir una buena siesta.

Todavía me acordaba de mi piso con Sara, siempre que decía cosas como llegar a casa todavía se me venía a la mente mi habitación del piso. Y ahora llegar y echarme a la cama significaba echarme a la cama de Robin, en su piso ahora bien redecorado por mí. Peor no decía que no me gustaba eso, que va, me encantaba saber que ahora casa sería ahí.

—Genial por que yo si — Me dijo ahora siendo él el que se apoyaba en mi moviéndose — Estoy reventado — Decía.

Merino, que había vuelto del baño y ahora estaba paseando por el avión nos vio y no pudo evitar decirle a Robin: —¡Deja de acurrucarte, Robin! — Bromeó — ¡Ya tendrás tiempo privado con ella en Madrid!

—Yo lo mato — Murmuró Robin haciendo que solo yo lo escuchara mientras él ni se giró cuando Mikel Merino dijo eso.

—No te culparía si lo hicieras — Respondí.

—¿Pero puedo hacer lo que me da la gana? — Dijo mirándome para ver si podía seguir así conmigo.

—"¿Lo que te da la gana?" — Repetí.

—Por que soy campeón de Eurocopa — Contestó.

—¿Y hasta cuando usarás esa frase para "Hacer lo que te de la gana"?

—Hasta que me funcione — Sonrió.

Ya desde el principio él sabia que no le iba a decir nada por estar así conmigo en público.

Robin estuvo bastante tranquilo los minutos siguientes, con los ojos cerrados y con una respiración bastante relajada. Así que entendí que, o ya estaba dormido o estaba empezando a dormirse.

Así que saqué el móvil del bolsillo y me puse a ver fotos en la galería.

—No... — Murmuró Robin moviéndose.

—¿Qué pasa? — Le pregunté.

—Te estás moviendo — Murmuró sin abrir los ojos — Y estás con el móvil... — Decía con una voz diferente.

—¿Dónde esta mi novio de veintisiete años y por qué tengo al lado a un niño pequeño? — Bromeé.

Y Robin me respondió de la misma manera y con la misma voz. El pobre tendría que estar de verdad reventadíssimo.