𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 || 𝐑𝐨𝐛𝐢𝐧 𝐋𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝

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Al haber ver visto tantos videos en la asignatura de periodismo deportivo he aprendido a que cuando haces una entrevista esta bastante bien que vayas poniendo subtítulos. Así que ahí estaba yo, en mi habitación, poniendo los subtítulos de la entrevista de Le Normand para poder entregar mañana el trabajo.

—Oye están haciendo un documental que tal vez te interese en la tele — Dijo Sara entrando a mi habitación mientras ya llevaba puesto el pijama — ¿Qué haces que estás tan concentrada?

Sara se acercó a mi cama que es donde estaba yo con el portátil poniendo los subtítulos y mientras editaba el video para que quedara más profesional.

—No me jodas — Murmuró mientras se sentaba a mi lado en la cama — ¿Has conseguido la entrevista?

Asentí mientras seguía sin apartar los ojos del video.

—Dios mío, has conocido a Robin Le Normand, y encima le has hablado — Sara procesaba la información sin siquiera mirarme a la cara. Hubiera pegado muchísimo en la carrera de periodismo, no sabia muy bien porque había escogido economía. — ¿Qué se siente que uno de los jugadores más buenos de la selección te haya prestado atención?

—Pues en verdad Robin es bastante simpático. Fue él quién aceptó la entrevista. El guardaespaldas o el de vigilancia, como sea, casi me echa — Mencioné para acto seguido cerrar el portátil.

—¿Te imaginas que Le Normand pensase algo bueno de ti? No sé, digo yo que estando unos minutos prestándote atención tuvo que pensar o opinar algo sobre ti. Bua, te imaginas que pensase que eras guapa o buena, cual sea, ambas son geniales — Empezó Sara a soñar despierta.

—Ay calla Sara, pero que dices, se realista — Dije mientras me levantaba para ir a la cocina a por un vaso de agua — Seguramente el pobre no sabe decir que no y se sintió mal. No te imaginas lo desesperada que sonaba al pedirle la entrevista. En dos palabras, vergüenza ajena.

Sara me siguió hacia la cocina.

—Yo soy realista, por que sé que tu estás como un tren y Le Normand no es tonto, que sepamos claro.

Volví a la habitación para empezar a quitar todo lo que tenia encima de la cama y poder acostarme lo antes posible, estaba que me caía del sueño.

—Vaya no sabia que estabas tan obsesionada con Le Normand. La próxima vez si lo veo le diré que si puede tener una cita con mi queridísima amiga Sara.

Sara volvió a mi habitación, pero se quedó apoyada en el marco de la puerta sonriendo con esas sonrisas que nunca podía descifrar.

—No creo que quiera esa cita, conmigo — Comentó resaltando ese "conmigo" — Buenas Noches Noa — Dijo antes de irse mientras cerraba la puerta de mi habitación.

Cuando se fue Sara no pude evitar sonrojarme y sonreír. Ugh.

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Lunes otra vez, hacía una semana que nos dijeron el trabajo, y yo ya podía dormir tranquila al saber que ya tenía el diez básicamente.

Me paré ante la puerta de la facultad al ver que Marcos estaba cerca saludándome.

—¿Qué tal el finde semana? — Le pregunté mientras era toda sonrisas.

—Bastante bien. ¿Por qué sonríes tanto? Es raro — Dijo, lo cual no me hizo mucha gracia que dijera eso, pero en verdad no me molestó tanto ya que pues ya había acabado lo peor de la asignatura.