𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 || 𝐑𝐨𝐛𝐢𝐧 𝐋𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝

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Después de eso Robin me volvió a coger en brazos y nos llevó a los dos a la cama cubriéndonos con la sábana.

Al principio Robin se tumbó boca arriba dejándome a mi estar apoyada sobre él.

Pero de alguna manera acabamos conmigo siendo la que estaba hacia arriba teniendo a Robin abrazando a mí con los ojos cerrados mientras yo le masajeaba el pelo.

—No quiero que mañana te vayas — Musitó cambiando de voz estando abrazado así.

Vale, tener sexo con él era increíble y algo que me encantaba. Pero estar así con él y teniéndolo así hablándome de esa manera y con esa voz era algo que me derretía demasiado. Sobre todo, me encantaba más si era justo después de haber tenido sexo con él, ya que de alguna manera u otra era más profundo.

—Pero tengo que hacerlo.

—No te vayas — Volvió a repetir quejándose como si fuera un niño pequeño — Te quiero y no quiero que te vayas. Quédate por favor. Te quiero.

—Yo también te quiero, pero me tengo que ir, y sabes que volveré.

—Pero no sabes cuándo — Dijo — ¿Cómo voy a estar centrado si no sé cuándo volveré a ver a mi novia? Yo necesito un día, para estar mirando cuanto falta como un loco.

—Entonces si haces eso creo que es más sano para ti no saberlo — Aclaré mientras seguía masajeándole el pelo.

—Me da igual, no te vayas, por favor, quédate, nadie se enterará que vas con nosotros en el autobús — Empezó a decir — Yo te escondo.

—¿Y cómo piensas hacer eso?

—Me las apañaré — Sentenció muy seguro.

—Me encanta cuando te pones así — Murmuré un poco riéndome de él — Son tus momentos de debilidad.

—Mientras esté a gusto me da igual lo que sea, y estoy muy pero que muy a gusto — Dijo.

—¿Y si de repente entrasen tus amigos? ¿No te daría vergüenza?

—Bueno...

—Justo lo que yo pensaba — Me reí.

Robin también se rio y se movió para besarme suavemente para que no continuase pinchándolo con eso.

Pero luego de eso volvió a la comodidad de antes estando abrazado a mi, pero esta evz hacia el lado contrario.

—¿Sabes lo que más me gusta de estar así? — Murmuró Robin de repente, rompiendo el silencio cómodo que había durado desde la última conversación.

—¿Qué es lo que más te gusta? — Le respondí mientras empezaba a jugar con su pelo en vez de estar masajeándolo todo el rato.

Se tomó su tiempo antes de contestar, como si quisiera asegurarse de que lo que estaba a punto de decir era lo que realmente sentía.

—Que contigo no tengo que fingir — Dijo al fin, en voz baja—. Aquí, ahora, no soy "Robin Le Normand, el futbolista" Es liberador sabes, poder estar así.

Lo miré en silencio, sintiendo el peso de sus palabras. Robin siempre había sido fuerte, el que mantenía la calma bajo presión, el que nunca dejaba que los nervios le ganaran, ni en el campo ni fuera de él. Bueno, solo a veces.

—Eso es porque no tienes que ser nadie más conmigo — Le susurré suavemente — Tu, siendo simplemente Robin, es genial.

—A veces me da un poco miedo como continuará la Eurocopa. Pero a la vez tengo muchas ganas de saber cómo va a continuar.