𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 || 𝐑𝐨𝐛𝐢𝐧 𝐋𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝

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(Robin's pov)

Subimos al avión y me tocó sentarme al lado de Remi y Oyar.

—¿Cómo lo llevas? — Me preguntó Remi medio riéndose de mí.

—¿El que?

—Como que el que, si llevas apagado desde que has pasado el control — Se quejó mientras dejaba la mochila — Que como llevas esto de no ver a Noa en unos cuantos días.

—Oh eso. Bueno, sinceramente no lo sé. No quiero darle muchas vueltas, pero sí que es verdad que hay un sentimiento que no me para de dar bajón, y sé perfectamente que es por eso — Intenté explicar, aunque al parecer no me estaban entendiendo mucho, o por lo menos eso decía la cara de Oyarzabal — Es que tampoco estaba preparado para despedirme de ella sabéis. La echo de menos.

No tenía muy claro cómo iba a pasar estos días sin poder verla. Había habido veces que había estado mucho tiempo sin verla claro, pero no era lo mismo. Ahora sabía cómo era estar todo el día con ella, además de ser mi novia. No estaba nada preparado para irme sabiendo que ella estaría en Madrid.

—Pues te tendrás que ir acostumbrando colega, es lo que hay por ser futbolista y tener pareja — Me explicó Oyar.

—¿Y vosotros no estáis tristes ni nada? — Le miré a los dos —De dejar a vuestras Ainhoas — Las dos se llamaban Ainhoa.

—No igual que tú, nosotros ya hemos pasado por la fase en la que estás tu — Empezó diciendo Remi — Claramente las echamos de menos, pero lo llevamos mejor.

—Eso — Añadió Oyar — Aunque yo ahora estoy pasando por tener que echar de menos a mi hijo. Da gracias que no tengas que pasar por eso todavía Robin.

A veces se me olvidaba que Oyarzabal tenía un hijo que todavía era un bebé. Si que le tenía que ser difícil estas semanas para quienes tuvieran niños en casa. Luego aquí estaba yo mal porque echaba de menos a mi novia. Me sentía un poco idiota ahora, pero es que la echaba mucho de menos. Ahora tendría que descansar solo.

—Bueno, pero igualmente entendemos que lo estés pasando mal — Comentó Remi poniéndome una mano en el hombro — Quizá se te pasa rápido.

Lo dudaba bastante. Desde que había pasado el control había estado preguntándome que estaría haciendo Noa, aunque en verdad ya lo sabía.

—Tu piensa en que cuando la vuelvas a ver será un momento increíble — Volvió a hablar Remi. Tenía razón, no me imaginaba ni siquiera el momento porque ya de pensarlo me estaba entrando demasiada felicidad — Pero oye, no estabas tan mal cuando te estabas despidiendo de ella.

—Se puede decir que intentaba estar calmado, no quería que me viera así, ya era suficiente verla triste a ella. No quería que estuviese mal por mi — Expliqué.

Era verdad, se podía decir que había estado también como haciéndome el fuerte y haciendo como que no pasaba nada, que tan solo eran unos días sin vernos. Pero es que no quería que ella me echara de menos, quería que en estos días se lo pasara bien y que su graduación fuese en lo único en lo que piense. Por eso intenté hacer como si nada, para que viera que lo podíamos llevar bien los dos.

Es que de verdad que no quería que lo pasara mal en estos días. Ya lo estaba pasando yo mal por haberla dejado así allí, por suerte no lloró como casi parecía hacerlo, porque yo ya sabía perfectamente que no me podría ir de allí con ella llorando. Habría buscado otro vuelo y haber ido solo para quedarme con ella en el aeropuerto hasta que se le pasase.