𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 || 𝐑𝐨𝐛𝐢𝐧 𝐋𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝

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—Vaya día — Murmuró Sara cuando entramos en el tren.

Habíamos tenido que irnos de casa de Robin mucho antes de lo que nos esperábamos porque por alguna razón no iban a haber billetes de tren para la vuelta durante ese día.

Me había sentido mal por Robin por tener que irnos antes, a la próxima vez tendré que organizar mejor la vuelta en vez de olvidarme de comprar los billetes de vuelta. Había sido horrible ver la cara de sorpresa de Robin cuando le dije que me tendría que ir ese mismo día. Por suerte me dijo que no pasaba nada ya que no había planeado nada, aunque no parecía muy convencido.

—Echaré de menos estar contigo — Soltó de repente Sara que se apoyaba en mí.

—¿Y ahora a que viene eso? — Inquirí porque no tenía ni idea de lo que hablaba.

—Pronto te gradúas — Comenzó — Al igual que las demás, a mí todavía me queda un año más de carrera. Y lo peor es que no te podrás quedar en el piso.

No me podría quedar en el piso porque todo el edificio era para estudiantes, y cuando dejase de serlo ya no podría quedarme. Hacia mucho que no pensaba en eso, en cuando tuviese que irme.

Siempre había tenido claro que cuando acabase la carrera me iría a Valencia otra vez para vivir cerca de mi familia, pero nunca me acordaba que para eso tendría que separarme de mi grupo de amigas que ha sido mi familia los últimos años. Creo que nunca me paraba a pensarlo porque no quería que eso pasara, por eso siempre lo evitaba.

—Ni me quedaré en Madrid — Dije más para mi misma.

—¿Estás segura de que quieres irte a Valencia a vivir?

—Muy segura, quiero vivir cerca de mi familia — Aclaré.

Siempre había querido eso. Acabar la carrera y volver a Valencia, la ciudad que ha estado enamorándome desde pequeña, pese a que haya vivido ahí toda mi vida para mi estar ahí era todo. Y tenia muchas ganas de volver a estar cerca de mi familia e ir a comer con mis padres los domingos una buena paella. Echaba mucho de menos eso, pero tampoco quería separarme de la vida que había creado en Madrid.

—Aquí te echaremos de menos — Dijo mientras levantaba la cabeza de mi hombro.

Todas ellas menos Candela eran de Madrid.

—Por cierto, te has comprado ya el vestido ¿No? Para tu graduación — Preguntó.

—Si, pero sigo manteniendo mi decisión en que no te lo ensañaré hasta ese día — Ninguna de nosotras habíamos enseñando a nadie cual seria nuestro vestido para la graduación.

Aunque yo siempre estaba viendo mi vestido en fotos, todavía estaba igual de enamorada del vestido como el día que lo compré. Era un vestido largo azul marino precioso, con un poco de espalda descubierta, al igual que también tenía lo típico de un poco de pierna descubierta. El vestido era de seda y tan solo era un poco incomodo, por el hecho de que era muy apegado, pero todo eso me daba igual porque seguía siendo precioso y no podía esperar a llevarlo durante horas.

—Me prometiste que me darías una entrada para ir eh — Dijo.

A mi graduación tan solo podían ir tres personas, así que le prometí que iría ella y mis padres, ya que a Diego le daba igual ir o no ir. Además, me gustaba el hecho de que Sara fuera ya que había estado conmigo la mayor parte de la uni, desde que ella entró prácticamente. Todavía me acordaba del día que me hice amiga de ella.