Espera, ¡pero Yayul vivió más de veinte años en la novela! ¿Cómo era posible entonces? ¿Había alguna manera de que él viviera después de todo? Pregunté apresuradamente: —Debe haber una razón por la que ha mencionado esto, ¿no es así, anciano?
—Hay dos maneras de abordar esto.
¡No uno, sino dos! Yo estaba muy contenta, pero Yayul no parecía afectado. Era como si ya supiera las respuestas. Eso me preocupó.
—Una forma es drenar la fuerza vital de los demás mediante el uso de la Técnica Demoníaca Vampírica. Ese chico ya debería haber tenido su primera convulsión, pero todavía está bien porque aprendió la Técnica Demoníaca Vampírica. Su consumo instintivo del qi yin de los demás extendió su vida.
—La segunda opción es recibir instrucción en el Arte de Manipulación del Yang, aprendiendo formas de controlar completamente su Qi Yang. Si logra superar su Físico Yang Extremo, el mismo físico que lo ata le permitirá alcanzar alturas que ningún otro puede alcanzar.
—¿Se refieres a...?
—Sí. Mi técnica de las Nueve Llamas Carmesí es un método para manipular el qi yang.
Nadie habló.
—Envía a ese chico para que sea mi discípulo. ¡A menos que tengas pensado verlo morir!
***
Antes de que Yayul hablara a solas con Padre, fui yo quien lo abordó primero.
—¿Qué? ¿El Señor de la Llama Cheonsan se ofreció a convertirte en su discípulo hace un mes?
—Sí.
—¿Por qué no me lo dijiste?
Yayul se quedó mirando mi mano herida. —Te lo iba a decir el día que vino... pero te lastimaste la mano ese día y lo olvidé. ¿Cómo está tu mano? ¿Ya está todo mejor?
—No te preocupes. ¿Cómo pudiste olvidar algo así?
—Bueno, pensé que todo terminaría una vez que lo rechazara.
Es cierto que el Señor de la Llama Cheonsan no tenía ninguna razón para buscar repetidamente a Yayul. Todo era un poco extraño.
—¿Y luego qué? ¿Hoy fue la primera vez que vino?
—No. Una vez que entraste en el Changgoong Hall, él pasaba por allí todos los días. ¿Puedo ver tu mano?
Suspiré y abrí la palma.
—Lo siento. Apreté demasiado fuerte, ¿no? —preguntó.
Tuve la repentina necesidad de agarrarlo por el cuello con esa misma mano y sacudirlo de un lado a otro, gritando: —¡Mi mano no es el problema ahora!
Miré a Yayul con preocupación. Según el Señor de la Llama Cheonsan, Yayul había estado bien hasta ahora porque la Técnica Demoníaca Vampírica le permitía mantener el equilibrio, por lo que no podría notar nada particularmente extraño además de tener una temperatura base alta. Pero el cuerpo de Yayul era como un dique agrietado: una vez que el agua comenzara a filtrarse por una sola grieta, no habría vuelta atrás. También nos había advertido que si la condición de Yayul se deterioraba hasta el punto en que ya no pudiera soportar el dolor, instintivamente intentaría usar la Técnica Demoníaca Vampírica...
¿Cheon Guijo eligió a Yayul a propósito para enseñarle la técnica demoníaca vampírica, sabiendo sobre su constitución? Si así fuera, era verdaderamente un sádico repugnante.
Yayul dudó como si quisiera decirme algo.
—¿Tienes algo que decir?, —pregunté.
—¿Él Gran Maestro Baengri me enviará lejos?
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Yeon
FantasyMe convertí en la nieta despreciada de una poderosa familia de artes marciales *Esta historia no es mía, yo solo la traduzco.