Yeon

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Antes de que mi abuelo enfurecido pudiera abrir la boca para gritar, la tía Euiran rápidamente intervino. —Padre, no tienes idea de lo duro que están entrenando Pyo y Ak estos días. Ya están cerca de dominar la Técnica Elevada Sin Esfuerzo en el tercer nivel.

La Técnica Elevada Sin Esfuerzo era un estilo exclusivo de manejo de la espada que solo aquellos del linaje Baengri podian aprender. El buelo miró a los gemelos. Los dos chicos enderezaron sus posturas, con la barbilla levantada con orgullo.

El tío Euimook intervino para convencerlos. —¿Pyo y Ak ya están tan cerca del tercer nivel? ESo es increíble. Felicitaciones, Euiran. ¿No es maravilloso, padre?

La tía Euiran, que había estado sonriendo gentilmente detrás de una mano, miró fijamente a mi padre. —¡Si pueden alcanzar el tercer nivel a la edad de siete años, romperán el récord familiar de Euigang! —Estaba intentando incitar a mi padre, que había permanecido en silencio todo este tiempo, pero él simplemente continuó bebiendo su té con los ojos bajos.

Como referencia, había sufrido una desviación de qi antes de que pudiera aprender la técnica. Aunque mi padre me había enseñado los conceptos básicos en mi última vida cuando se lo rogué, mi técnica se había mantenido en el primer nivel debido a mi falta de qi interior.

El primer nivel fue extremadamente básico, básicamente solo el primer paso de un largo viaje. Luego, uno aumentaría lentamente su dominio y ascendería al segundo nivel, al tercero, al cuarto, y así sucesivamente. A medida que aumentaba el nivel de dominio, también aumentaba la fuerza de su técnica. Mientras que un golpe de espada en el primer nivel podría cortar la rama de un árbol, en el segundo nivel el mismo golpe podría cortar el tronco de un árbol, y en el quinto nivel, podría cortar una roca por la mitad.

Pero con cada nivel creciente, la dificultad aumentó exponencialmente. Se decía que pasar del quinto al sexto nivel era mucho más difícil que pasar del primero al quinto. Y luego llegar al séptimo, octavo y noveno nivel... Bueno, ya te haces una idea. El noveno nivel en particular era conocido como el obstáculo del sufrimiento, y muchos dedicaban toda su vida a superarlo y aún así fracasaban. Incluso dentro del clan Baengri, sólo un puñado de sus líderes anteriores habían superado el noveno nivel. Debido a su dificultad, la diferencia entre quienes habían alcanzado el noveno nivel y quienes no podían era inconmensurable.

Mi abuelo, que figuraba entre los once luchadores más fuertes del mundo marcial, estaba en el décimo nivel: el nivel más alto de maestría jamás alcanzado en la historia de nuestra familia. Mi padre se encontraba actualmente en el octavo nivel, pero cerca del noveno. Más tarde, mi padre rompería todos los récords más jóvenes del abuelo cuando él mismo alcanzó el noveno nivel. Muchos habían creído que mi padre también alcanzaría el décimo nivel antes que mi abuelo, y algún día llegaría al undécimo nivel, o incluso al legendario duodécimo nivel.

Pero al final, mi padre no había alcanzado el décimo nivel antes de... fallecer.

El abuelo los miró dubitativo. —¿Realmente se están acercando al tercer nivel?

Incluso mi padre, un genio entre genios, tenía ocho años cuando alcanzó el tercer nivel. Como referencia, el abuelo había sido elogiado como un prodigio por alcanzar el mismo nivela los nueve años.

—Por supuesto. ¡Estos niños entrenan día y noche! Realmente son como usted, padre. —La tía Euiran aprovechó la oportunidad para ensalzar a sus hijos hasta el cielo.

Acariciándose la barba pensativamente, el abuelo miró de un lado a otro a los niños que estaban de pie con la cabeza en alto. —Si Pyo y Ak pueden alcanzar el tercer nivel, sería bastante impresionante.

—¡Padre, es más que impresionante! —Dijo la tía Euiran.

Incliné la cabeza y traté de mantener mi expresión neutral. Según mi memoria, a los gemelos les tomaría otros cinco años alcanzar el dominio del tercer nivel. Y la última vez también estaban haciendo un desfile sobre cómo iban a alcanzar el tercer nivel pronto.