Yeon

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—¡Si! Todos estos libros proceden del laboratorio del Médico Divino, lo que significa que la mayoría son sobre medicina, ¿verdad?

—Así es —respondió padre esta vez.

Hice una pausa momentánea y luego pregunté: —Padre, ¿los leyó todos?

Padre asintió casi imperceptiblemente.

El administrador Seop explicó además: —El señor Euigang prestó su ayuda con la categorización de los libros.

Por supuesto que sí. Él estaba más apasionado por curar mi centro qi que cualquier otra persona, por lo que seguramente había leído todos los libros médicos del Médico Divino. Pero tal como había descubierto a partir de mi propia búsqueda, no había mucho que fuera útil para curar mi centro qi.

Continué diciendo: —Si tuviéramos estos libros, ¿no podríamos usarlos para ayudar al clan Baengri si alguien necesitara ayuda allí?

—¿Necesitar ayuda?

—¡Si! Solo para asegurarme de que nadie termine como yo, incluso si vuelve a suceder lo mismo.

La sala quedó en silencio. Yo solo decía lo que se me ocurría, pero las reacciones de todos eran extrañas.

Ladeé la cabeza y pregunté: —¿Por qué... todo el mundo me mira así?

—No es nada.

—¿De qué estás hablando? Nadie te está mirando.

Así que decidimos que nos quedaríamos con los libros. Por supuesto, también guardé algunas otras cosas: el polvo para heridas de cuchilla que el propio Médico Divino había preparado, algunas píldoras para heridas internas e incluso la píldora purificadora de Qi que supuestamente purificaba el Qi interno. Se lo entregué todo a mi padre.

También elegí otro tipo de medicina espiritual que supuestamente era buena para estimular el qi interior: la píldora del Sol Blanco, elaborada por la secta medicinal Ju, cuya reputación era reconocida en todo el mundo marcial. La píldora del Sol Blanco era una apuesta segura, compatible con la mayoría de los métodos de entrenamiento del qi interior, una medicina espiritual demasiado buena para ser considerada de grado medio, pero no lo suficiente como para ser llamada de grado alto.

Mi padre salió a despedirse cuando me fui. —Yeon.

Cuando me di la vuelta, me dijo con cuidado: —Sabes que no debes tomar ninguna medicina espiritual, ¿no?

—¿Hm? Lo sé —le respondí con una mirada perpleja. ¿Por qué me volvería a decir algo tan obvio? Como soy un desperdicio de qi con un centro de qi roto, si lo hiciera, caería en una segunda desviación de qi y seguramente moriría.

—Entonces ¿por qué pediste medicina espiritual?

—¡Oh, es para Haryeong!

¿Qué clase de artista marcial no querría una medicina espiritual? Los efectos de la Píldora del Sol Blanco podrían estar un poco lejos de ser considerados de alto grado, pero ese era solo el caso de las personas que pertenecían a un clan como Namgoong. La secta Suhyang no era exactamente pequeña, pero no se acercaba ni de lejos al tamaño del clan Namgoong, y dado que las medicinas espirituales eran raras para empezar, cualquier medicina como la Píldora del Sol Blanco cuya eficacia estuviera certificada por una secta medicinal era difícil de conseguir, incluso si tenías el dinero.

Este era el tipo de medicina espiritual que el clan Namgoong solo usaría para recompensar a sus subordinados, pero dentro de la secta Suhyang, seguramente sería tratada a la par con la medicina espiritual de alto grado. El clan Namgoong había sido realmente bueno conmigo, pero también lo había sido Seo Haryeong. Y por supuesto... ¡preferiría que fuera a alguien más cercano a mí que un extraño!