Yeon

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Después de unos días, finalmente llegamos al recinto del clan Namgoong. Me había adaptado bastante a mis ojos durante el viaje y también sentía curiosidad, así que finalmente aparté las cortinas y miré por la ventanilla del carruaje.

Incluso desde lejos, podía decir por qué las personas que disfrutaban clasificar los clanes siempre incluían a Namgoong entre los diez grandes clanes o incluso entre los cinco grandes clanes. Como era de esperar, sus puertas palaciegas estaban inundadas por un flujo de gente que iba y venía; como también fue el caso del clan Baengri, se podría pensar en cada gran clan como esencialmente una empresa comercial gigante basada en el clan que abarcaba una región entera.

Los curiosos que observaban el acercamiento de nuestros caballos y el carruaje jadearon de admiración una vez que vieron que Namgoong Wan iba a la cabeza.

—¿No es ese el subjefe de Namgoong?

—Vaya, ver realmente es creer. Seguro que es un joven fuerte.

Aquellos que estaban ocupados admirando a Namgoong Wan pronto también se interesaron por el carruaje detrás de él.

—¿Quién podría estar en ese carruaje para que el subjefe de Namgoong los escolte personalmente?

—Escuché que el clan Namgoong solo tiene un hijo. ¿Quizás una sobrina?

—¡Sabes muy bien lo que le pasó a su hermana! ¿Cómo diablos podría tener una sobrina?

—Podría ser la hija de su cuñado.

—¿Por qué tiene los ojos cubiertos?

Cuando el carruaje casi había llegado a la puerta, un grupo de personas salió corriendo por las puertas. Al frente estaba un hombre mayor con una túnica azul ceñida con un simple nudo, que se hundió en un saludo marcial formal. —Bienvenido de nuevo, subjefe. Debe estar cansado por el largo viaje.

—No fue nada.

Ante el gesto del anciano, los que estaban detrás de él rápidamente se adelantaron y condujeron a nuestros caballos y al carruaje que guardaba todo nuestro equipaje. Luego fijó su mirada en mí mientras yo observaba todo lo que se desarrollaba a través de la ventana.

—Debe ser la señorita Baengri Yeon del clan Baengri. Soy Seop Jagang, el administrador del clan Namgoong.

Pensé que no se dirigiría a mí hasta que bajara del carruaje, así que me tomaron por sorpresa. Cuando salí corriendo del carruaje para saludarlo, Seop Jagang me sonrió y dijo: —No es necesario. Simplemente deseaba conocer a la joven que tanto preocupaba a nuestro sublíder.

Namgoong Wan frunció el ceño como si acabara de escuchar algo ridículo y Seop Jagang se rió entre dientes.

Presa del pánico, incliné la cabeza hacía él a través de la ventana. —Estoy encantada de conocerle. Soy Baengri Yeon del clan Baengri.

—Oh, qué experiencia tan desgarradora para una señorita tan pequeña. Me alegra mucho que esté a salvo. Por favor entre.

Seop Jagang nos condujo al interior de la finca. Lo encontré completamente diferente de cómo había sido en mi vida pasada. En aquel entonces, había mantenido una distancia neutral conmigo, pero ahora estaba siendo bastante amigable.

—Le envié un mensaje al médico, por lo que estará listo para examinarla tan pronto como entre.

—Primero me gustaría presentarle a Ryuchung. ¿Dónde está?

Miré sorprendida a Namgoong Wan. —¿Ryuchung?

Namgoong Wan me miró con curiosidad. —Mi hijo, Namgoong Ryuchung. Pensé que te lo había mencionado antes. ¿Ya lo has olvidado?