Yeon

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Namgoong Ryuchung parecía abatido, pero sabiendo lo competitivo y obsesionado que estaba con la espada, podía decir que solo estaba fingiendo calma. Pensándolo bien, aprendió a usar el qi de la espada unos años antes de lo que se suponía, según la novela. ¿Era ese el problema?

En la novela, fue el deseo de Namgoong Ryuchung de proteger lo que consideraba valioso lo que le permitió crecer y madurar, algo verdaderamente digno de un personaje principal en una novela de fantasía de artes marciales. Pero el problema era que no tenía nada que fuera tan valioso para él en su infancia. Si alguien le preguntara cuál era su recuerdo más preciado... diría el de su entrenamiento. Definitivamente no es normal. Y así, a pesar de ser considerado un prodigio brillante sin igual entre sus compañeros, parecía que a nivel personal terminaría pasando su infancia chocando infructuosamente contra una pared.

Padre lo pensó por un momento y luego dijo: —Muy bien.

—Aquí. —De la nada, Lord Wan le arrojó una espada de madera.

Mi padre lo atrapó con gracia y miró a Namgoong Ryuchung. —Estaré listo cuando tú lo estés.

—Entonces, solicito humildemente sus instrucciones. —Namgoong Ryuchung hizo una reverencia y preparó su postura.

Abrí los ojos de golpe. La fuerza de Namgoong Ryuchung había cambiado de repente. Todos los que había visto pelear contra mi padre se habían mostrado cautelosos y a la defensiva, intimidados por la reputación de mi padre, pero Namgoong Ryuchung se lanzó al ataque al instante. Me recordó a una bestia feroz. El combate entre Namgoong Ryuchung y Seo Haryeong realmente fue un juego de niños.

Pero su ráfaga de ataques no alcanzó a Padre. En el momento en que Namgoong Ryuchung dejó de atacar e intentó dar un paso atrás para reagruparse, la espada de Padre ya estaba apuntando a su garganta. Vaya... ¿Ya terminó? El encuentro terminó en un abrir y cerrar de ojos. Si no fuera por mis ojos dorados, me habría perdido por completo el movimiento de Padre.

Namgoong Ryuchung apartó su espada de madera. —Gracias por su guía.

Padre tenía una expresión extraña en el rostro. —Bien hecho. Nunca había visto tanta destreza en alguien de tu edad. Eres verdaderamente digno de ser el orgullo del clan Namgoong.

—Gracias.

—Tengo una pregunta, sin embargo... —Mi padre giró la cabeza mientras hablaba. Namgoong Wan, Namgoong Ryuchung y yo también giramos la cabeza en la misma dirección.

Al ver la figura parada allí, murmuré en estado de shock: —¿Abuelo?

—Ah, entonces no lo has olvidado todavía.

—¿Cuánto tiempo llevas observándonos? —Preguntó Namgoong Wan—. Deberías haber dicho algo.

—Hmm, ¿desde qué entregaste la espada de entrenamiento?

Eso significaba que el Señor Namgoong había estado aquí desde el principio, y aún así, ninguno de los presentes había logrado sentirlo hasta que Padre miró hacia él.

Padre saludó cortésmente a Namgoong Mucheol con un saludo marcial: —Mis humildes saludos al Señor Namgoong.

—Por favor, no hay necesidad de tales formalidades entre nosotros. —El Señor Namgoong hizo un gesto con la mano y miró a Namgoong Ryuchung—. Ryuchung, ¿por qué dejaste de luchar?

—Me pareció que no tenía sentido seguir como estaba, así que busqué una estrategia diferente.

—¿Te pareció que al hacerlo obtendrías el resultado deseado?

—No...

El Señor Namgoong dejo escapar un zumbido ambiguo y de repente dirigió su mirada hacia mí. —Escuché que recientemente reanudaste tu entrenamiento.