Yeon

37

—Hijo de puta. —Cuando Namgoong Wan se puso de pie, apretando los dientes, escupió sangre una vez más.

—¡Superior!

Namgoong Wan sufrió heridas internas en ese corto período de pelea con el sublíder Lim, quien ahora aprovechó la oportunidad para atacar a Byeok Seongyul.

—¡Argh! —Byeok Seongyul reflexivamente contrarrestó el ataque, pero su espada se fue volando después de un solo golpe.

Justo cuando estaba a punto de golpear al indefenso Byeok Seongyul en el pecho, el sublíder de la secta de repente saltó hacia atrás. —Debería haberme deshecho de esa maldita perra primero, —gruñó. Una daga afilada estaba clavada en el lugar donde acababa de estar el sublíder Lim—. ¡No podría envenenarla en caso de que se diera cuenta!

Con el rostro duro, Dang Soyong gritó: —¿Por qué haces esto?

—¡No necesitas saberlo! —respondió él, girándose para atacarla.

Dang Soyong se mantuvo firme pero fue rechazada implacablemente. Con gente la que proteger, no podía moverse libremente por miedo a que fueran víctimas de sus ataques. Las heridas comenzaron a marcar su cuerpo una por una. Ninguno era grave hasta el momento, pero eso se debía sólo a que el sublíder estaba ejerciendo gran cautela, desconfiando de las técnicas de veneno del clan Sacheon Dang. Pero Dang Soyong sabía que no podría aguantar mucho más.

Fue entonces cuando Namgoong Wan entró corriendo como un rayo. El sublíder Lim se sorprendió y dio un paso atrás mientras detenía la espada de Namgoong Wan.

—¡Superior Wan! —Dang Soyong jadeaba pesadamente y estaba al borde del abismo.

—Pensar que podías moverte con tanta libertad a pesar del veneno que disipa el qi, —dijo el sublíder, manteniendo una mirada cautelosa sobre Dang Soyong incluso mientras se enfrentaba a Namgoong Wan.

Namgoong Wan escupió otro trozo de saliva salpicada de sangre. —Ve por Euigang, —le dijo a Dang Soyong.

Parados a cada lado de él con sus espadas listas, Ak Joonghae y Ma Hyehyang gritaron: —¡Dang Soyong, vete!

—¡Como si los fuera a dejar! —Gritó el oficial, y fue en ese momento que Byeok Seongyul salió corriendo. Fue un mal juicio de su parte. En el momento en que giró la cola, dejó su espalda completamente abierta.

El sublíder aprovecho la oportunidad para mover sus manos hacia la figura que corría. Maldiciendo, Ak Joonghae se apresuró a detenerlo y la sangre salpicó por todas partes.

—¡Joonghae!

El sublíder Lim no se detuvo incluso después de derribar a Ak Joonghae. En solo unos pocos pasos, alcanzó a Byeok Seongyul. Justo cuando estaba a punto de romperle el cuello al niño, de repente torció su brazo, moviendo su mano como las garras de un tigre en el aire.

Flash.

Una espada que emanaba una luz pálida detuvo la mano del sublíder.

Cada lado se movió tan rápido que, en un instante, se intercambiaron diez paradas en un instante. El sublíder Lim no pudo evitar retroceder ante la avalancha de ataques.

—¡Superior Euigang! Dang Soyong gritó encantado.

El asintió en señal de reconocimiento y miró fijamente a Namgoong Wan, quien admitió con irritación: —Veneno que disipa el Qi. Tengo a todos menos a Dang Soyong.

Baengri Euigang volvió a preparar su espada y se paró frente al ayudante.

—¿Cómo...? —Preguntó el sublíder Lim con los dientes apretados.