Hace muchos años, las mujeres eran consideradas inferiores a los hombres. Hoy en día existen menos personas que piensan así, pero en aquel entonces dicha creencia estaba tan arraigada que se las separaba de ellos en el ámbito educativo. Las mujeres recibían una educación centrada en labores domésticas y código de etiqueta social, mientras que a los hombres se les preparaba para ejercer cargos públicos y convertirse en profesionales.
En este contexto, Mary Wollstonecraft escribió la obra Vindicación por los derechos de la mujer y propuso que todos los seres humanos deben estar sujetos a los mismos derechos. Por esta razón, las mujeres tenían derecho a una educación libre de discriminación y a participar en la vida política de la sociedad. Asimismo, señaló que estas debían concebirse como seres racionales y morales capaces de tomar decisiones acertadas fundamentadas en la virtud.
Puede sonar bastante obvio en la actualidad, donde nosotras ya ocupamos los mismos espacios que los hombres en el ámbito académico. A nadie le extraña que una mujer curse estudios básicos o superiores, pero en su época el pensamiento de Wollstonecraft fue revolucionario. Por eso la escogí para protagonizar mi ensayo de Filosofía una vez que iniciaron las clases y la maestra nos asignó el primer trabajo. Estuve a punto de excederme del límite de dos mil palabras, mas obtuve una muy buena calificación.
Han transcurrido dos semanas desde que Jake regresó a su ciudad y no volveremos a verlo hasta las fiestas de fin de año. Oliver se esfuerza por simular que aquello no le afecta, pero sé que en el fondo lo echa de menos tanto como yo. Todo es más divertido cuando estamos los cuatro juntos.
Sin embargo, mi mente se mantiene ocupada en reunir los materiales que necesitará para su presentación de arte en la plaza. Ya contamos los aerosoles, por lo que no necesitamos comprar nuevos. No hay forma de que algo salga mal, aunque Jake insiste en que me estoy adelantando. Acaba de marcar mi número y puedo observar cómo frunce el ceño en la videollamada.
—Lo estás apresurando, Cris. Valoro tus buenas intenciones, pero dudo que esta sea la forma correcta de ayudarlo.
—¿No piensas que pueda hacerlo bien?
Creo a Oliver con la capacidad de impresionar a cualquiera. Posee tanto talento que me apena que permanezca encerrado. Su lugar no se encuentra entre las sombras. Nació para brillar bajo la luz de miles de reflectores, aunque estos no sean con exactitud los de un escenario. Oliver construirá uno exclusivamente para él.
—Claro que sí, pero todavía no se siente preparado para esto. Si ha accedido es porque llevas insistiéndole toda la semana. Tiene miedo de decepcionarte, de discutir contigo y que te alejes de él. Ya lo pasó lo suficientemente mal la última vez.
—¿Cómo sabes todo eso? ¿Te lo ha dicho?
Para mi sorpresa, asiente y mi corazón se comprime. Esperaba que tuviese la suficiente confianza conmigo para informármelo.
ESTÁS LEYENDO
Escúchame cantar
Romanzi rosa / ChickLitCristel está cansada de vivir con miedo. Miedo de salir de casa y no volver. Miedo de perder a una de sus amigas. Miedo de adentrarse en una historia de amor y que esta se convierta en una de terror. De hecho, esto ya sucedió la última vez. Sin emba...