Le echo un vistazo al retrato de Cristel para asegurarme de que haya quedado perfecto antes de entregárselo. Ella se merece un buen trabajo, así que me encargo de revisar las proporciones y que la luz genere las sombras adecuadas. No creí adecuado dejar en blanco y negro la imagen de alguien tan resplandeciente y cuya energía nunca se agota, por lo que usé muchos colores. El resultado me cautivó.
Mi parte favorita es su sonrisa. Aunque también me encanta el brillo que desprenden sus ojos. El dibujo abarca hasta sus hombros, donde le cae el cabello. Ha crecido un poco desde que se lo corté por accidente, lo cual me alegra, porque a ella le gustaba tenerlo así. Luce preciosa, pero me parece mucho más bonita en persona.
Se encuentra a tan solo unos metros de mí, mas no sonríe como de costumbre. Me doy cuenta rápido de que está discutiendo con Madison. No escucho lo que dicen, por lo cual decido acercarme.
—¿Me crees tan estúpida como para tragarme la historia que se están inventando? No entiendo qué buscan con todo esto. —Quien no comprende lo que sucede soy yo. No obstante, a jurar por lo enojada que suena Madison, debe tratarse de algo serio—. Quieren a arruinarle la vida a una persona inocente, pero no van a salirse con la suya. Ni siquiera tienen pruebas.
—¿No piensas que las conversaciones son bastante convincentes?
—¿Cómo sé que no las han falsificado?
Un mal presentimiento se adueña de mi pecho. No me gusta el ritmo que ha tomado la conversación. No entiendo de qué hablan, pero parece tratarse de algo serio.
—¿Todas ellas? Se han recolectado seis testimonios, sin contar con los de estudiantes de otras escuelas y hasta la denuncia que le puso una docente —recalca Cristel. Ninguna recae en mi presencia, así que opto por no intervenir—. No estamos mintiendo. Intentamos decir la verdad, solo que nadie se detiene a escucharnos.
—Pues perdóname por desconfiar de una desquiciada con complejo feminista salvadora social.
¿Cómo acaba de llamarla?
—¿Me ves capaz de engañar a la gente con un tema tan delicado como el acoso sexual?
Siento que mi corazón se detiene por una fracción de segundos en la que comienzo a temer lo peor. Pensar que puede hallarse en peligro me produce escalofríos. No soportaría que le ocurriese algo malo.
—Tal vez al resto le falten unas cuantas neuronas, pero yo no voy a tragarme todo ese espectáculo que has montado en redes sociales. Deja de hacerte la víctima diciendo que sientes miedo por la integridad de nuestras compañeras. —Madison le da un repaso con la mirada. No obstante, en lugar de cohibirse, Cristel avanza hacia ella—. Te aseguro que no tienes de qué preocuparte, porque, al menos a ti, nadie te violaría.
Suficiente. No toleraré que le hable así.
Aunque guarda silencio, sé que no se ha quedado en blanco. En realidad, le duele tener que defenderse de ella. Para Cristel las demás chicas no son sus rivales, sino que la inspiran a luchar por un futuro libre de violencia. Por eso le afecta tanto que, en vez de respaldarse las unas a las otras, algunas prefieran lanzarse odio entre sí.
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Escúchame cantar
Genç Kız EdebiyatıCristel está cansada de vivir con miedo. Miedo de salir de casa y no volver. Miedo de perder a una de sus amigas. Miedo de adentrarse en una historia de amor y que esta se convierta en una de terror. De hecho, esto ya sucedió la última vez. Sin emba...