Las noches de Ranma se habían vuelto agitadas desde la surrealista cita con Kuno. Cada vez que cerraba los ojos, se encontraba en un escenario incómodo donde Kuno lo perseguía como si estuviera desesperado por su atención.
En sus sueños, Ranma siempre estaba en su forma femenina, la chica de la trenza pelirroja.
Kuno (en el sueño): ¡Oh, mi bella doncella de cabellos de fuego! ¡Ranma! ¡Ranma Saotome!
Ranma intentaba huir, pero la voz de Kuno lo seguía, una y otra vez, susurrando su nombre con devoción.
Kuno (en el sueño): ¡Te juro que algún día estarás a mi lado, amada Ranma!
Ranma despertó sobresaltado, cubierto de sudor frío. Al sentarse en la cama, se dio cuenta de que era tarde en la noche y su garganta estaba seca. Decidió bajar a la cocina para tomar un vaso de agua y tratar de calmarse.
Al entrar a la cocina, vio a Hitomi de pie junto al fregadero, también bebiendo un vaso de agua. Ella estaba completamente despierta, con su larga cabellera oscura cayendo sobre sus hombros. Ambos se miraron con sorpresa.
Ranma: (rompiendo el silencio) ¿Tú también despierta a esta hora?
Hitomi: (sonriendo suavemente) Sí... tenía algunas cosas en la cabeza. Y tú, ¿por qué estás despierto?
Ranma: (suspirando) Ah, nada importante. Solo... sueños raros.
Se quedó mirándola, notando lo tranquila que parecía, incluso a esas horas de la madrugada. Hitomi siempre le había parecido diferente a Akane, y en ese momento lo vio con más claridad. Hitomi era una chica muy estudiosa, habilidosa, y tranquila. No era tan explosiva ni temperamental como Akane.
Ranma: (curioso) ¿Y tú? ¿Por qué no estás durmiendo?Hitomi vaciló un momento antes de responder.
Hitomi: (con calma) Estaba estudiando. Bueno... en realidad, tenía otras cosas que hacer.
Hitomi pensó en las inversiones que estaba gestionando en secreto, algo que nadie en su familia sabía. Prefería hacer todo ese trabajo por la noche, cuando nadie estaba pendiente de ella. No era algo que quisiera compartir con los demás, especialmente con su padre.
Ranma: (admirado) Vaya, siempre estás estudiando o haciendo algo importante, ¿eh?
Ranma no podía evitar comparar a Hitomi con Akane en su mente. Mientras Akane era impulsiva, llena de energía y siempre dispuesta a pelear, Hitomi era lo opuesto: serena, pensativa y, de alguna manera, mucho más madura. Akane nunca se habría quedado despierta toda la noche por algo como estudiar.
Ranma: (con una sonrisa) Eres muy diferente a Akane, ¿lo sabías?
Hitomi: (con una ligera risa) Lo sé. Akane y yo somos gemelas, pero en algunas cosas somos muy distintas.Se quedaron en silencio por un momento, ambos bebiendo agua. Finalmente, Hitomi miró el reloj de la cocina.
Hitomi: (con suavidad) Es tarde. Deberíamos irnos a dormir, hay escuela mañana.
Ranma: (asintiendo) Tienes razón. Bueno, buenas noches, Hitomi.
Hitomi: Buenas noches, Ranma.
Ambos se despidieron y volvieron a sus habitaciones. Ranma se acostó, aún pensando en lo distinta que era Hitomi de Akane, y en cómo, a pesar de todo, ambas eran muy especiales a su manera.
En la escuela, se ve a Nabiki entregando un sobre.
Nabiki: (sonriendo mientras le muestra las fotos) Aquí tienes, Kuno. Fotos exclusivas de la chica pelirroja y de Akane. ¿Qué te parece?
Kuno: (extasiado) ¡Son magníficas! ¡La belleza de ambas es incalculable! Aquí tienes el dinero, te lo pagaré todo.Kuno estaba completamente perdido en su obsesión. Mientras Nabiki se frotaba las manos, feliz por el dinero que había ganado, Ranma y Akane los ve con fotos de él en versión mujer.
Ranma: (irritado) ¡Kuno! No sé qué te traes, pero tienes que entenderlo de una vez: ¡La chica de la trenza soy yo!
Kuno: (gritando, señalando a Ranma) ¡Mentiras! ¡Eres mi enemigo! ¡Estás intentando esconderla de mí para que no pueda alcanzar su amor puro!
Ranma suspiró, viendo que no importaba cuánto lo intentara, Kuno nunca lo entendería. Sin embargo, estaba harto de la situación, así que decidió tomar medidas drásticas.
Ranma: (determinante) No tienes remedio, Kuno.Con un movimiento rápido y certero, Ranma atacó a Kuno, tumbándolo al suelo de un golpe. En el proceso, logró recuperar las fotos que Nabiki había vendido. Las revisó rápidamente para asegurarse de que ninguna terminara en manos equivocadas.
Ranma: (viendo las fotos) ¡Akane sale terrible en estas fotos! No se ve nada femenina... Debería tomar ejemplo de mí.
Akane: (furiosa) ¡¿Qué dijiste?!
Ranma estaba intentando esquivar los golpes de Akane, quien, como siempre, no tenía paciencia para sus comentarios o acciones imprudentes. Sin embargo, mientras saltaba de un lado a otro para evitar ser golpeado, algo llamó su atención en las fotos.
Ranma distinguió algunas imágenes que no había visto antes. Se detuvo un momento, con Akane aún arremetiendo, pero su concentración se desvió hacia esas fotos.
Ranma: (deteniéndose, sorprendido): "¿Eh? ¿Qué es esto?"
Akane: (aún furiosa, lanzando un golpe): "¡Deja de distraerte y enfrenta esto como un hombre!"
Ranma esquivó el golpe en el último segundo y caminó hacia las fotos. Sus ojos se abrieron aún más cuando se dio cuenta de que varias de las imágenes eran de "Hitomi". En una, ella regaba su pequeño huerto con una sonrisa tranquila en su rostro; en otra, estaba cocinando con su usual calma, concentrada en lo que hacía; y en la última, estaba sentada en la mesa, estudiando, con el ceño levemente fruncido de concentración.
Ranma: (mirando las fotos con una mezcla de sorpresa y confusión): "¿Pero... cuándo tomaron esto?"
Akane, notando que Ranma estaba completamente distraído, se detuvo por un momento y también miró hacia las fotos. Aunque aún estaba molesta, no pudo evitar sentir curiosidad.
Akane: (deteniéndose, con las manos en la cintura): "¿Qué es lo que te tiene tan distraído ahora, Ranma?"
Ranma: (señalando las fotos): "Son fotos de Hitomi... pero no son normales. Están... no sé, parecen tomadas sin que ella se diera cuenta."
Akane: (mirando más de cerca, frunciendo el ceño): "Es verdad. No parecen fotos que alguien se tomaría a propósito... ¿Porque Nabiki le dió estás fotos a Kuno?"
Ambos quedaron en silencio, observando las imágenes. Había algo extraño en ver a Hitomi en su día a día, tan natural, tan tranquila. Parecía estar en paz consigo misma en cada foto, sin la presión de las situaciones caóticas que normalmente rodeaban a Ranma y los demás.
Ranma: (pensativo, en voz baja): "No me había dado cuenta de cuán tranquila se ve siempre... Es como si estuviera en otro mundo, diferente al nuestro."
Akane, aún molesta por su arrebato anterior, no pudo evitar reflexionar también.
Akane: (cruzándose de brazos, mirando a Ranma de reojo): "¿Y eso qué importa? Hitomi siempre ha sido así. No se deja afectar tanto como los demás."
Ranma seguía mirando las fotos, pero esta vez con una pequeña sonrisa en su rostro.
**Ranma** (medio sonriendo, sin apartar la vista de las fotos): "Sí... es verdad. Tal vez por eso... por eso pensé en ella antes."
Akane lo miró con algo de recelo, pero no dijo nada. Aún estaba enojada, pero ver a Ranma en ese estado de reflexión, algo raro en él, la hizo bajar la guardia por un momento.
Las fotos, aunque simples, parecían transmitir una calma que Ranma no podía ignorar. En cada una de ellas, Hitomi estaba completamente en paz, viviendo su vida sin las complicaciones que usualmente afectaban a los demás.
Akane, ya habiendo calmado su furia, suspiró y caminó hacia su salón. Sin decir nada más, Ranma decidió quedarse con las fotos de Hitomi.
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Reencarne en Ranma 1/2
Teen Fiction**Mi Vida en el Mundo de Ranma** Nunca pensé que mi vida tomaría un giro tan extraño, pero aquí estoy, renacida como la hermana gemela de Akane Tendo en el alocado mundo de *Ranma ½*. Mi vida anterior, llena de éxitos en el mundo de las inversiones...