Capítulo 16

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El día en la escuela ha terminado, y los estudiantes se preparan para irse a casa. Ranma y Hitomi están empacando sus cosas para dirigirse a la pista de patinaje, donde han estado practicando para el próximo enfrentamiento contra Azusa y Mikado.

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Hitomi: (revisando su mochila) -Ranma, ¿ya estás listo para ir a practicar? No quiero que nos retrasemos. El reto será complicado si no estamos en forma.

Ranma: (despreocupado) -Claro, claro. No te preocupes tanto, Hitomi. Tú eres increíble en el patinaje, y yo no me quedo atrás en nada. Estaremos bien.

Hitomi sonríe con una mezcla de confianza y preocupación. Aunque sabe que Ranma es bueno en todo lo que hace, el patinaje artístico es algo distinto.

Hitomi: (seria) -Aun así, no quiero subestimarlos. Azusa y Mikado son campeones, Ranma. Si no estamos preparados, será más difícil de lo que parece.

De repente, una compañera de clase interrumpe la conversación. Se acerca apresurada hacia Hitomi, con una nota en la mano.

Compañera de clase: -¡Hitomi! El maestro te está buscando en la sala de profesores. Dice que es urgente, y no creo que puedas irte sin hablar con él primero.

Hitomi: (sorprendida) -¿En serio? Bueno, gracias por avisarme. Ranma, ¿te importa adelantarte a la pista de hielo? No creo que tarde mucho.

Ranma: (asintiendo) -Claro, iré y te espero allá. No te preocupes, no será nada grave.

Hitomi asiente y sale en dirección a la sala de profesores, mientras Ranma se despide y comienza su camino hacia la pista de hielo.

Ranma: (pensando en voz baja mientras camina) -No entiendo por qué Hitomi está tan nerviosa por esto. Es solo una competencia de patinaje. No puede ser tan complicado, ¿verdad?

De repente, mientras camina por una calle cercana, un niño pequeño tropieza y derrama accidentalmente un cubo de agua sobre Ranma. En un segundo, su cuerpo cambia, transformándose en su versión femenina.

Ranma-chan: (exasperada) -¡Vaya, qué suerte la mía! Justo ahora tenía que pasar esto. (suspira) Supongo que tendré que practicar en mi forma femenina hoy.

Decide continuar su camino hacia la pista de patinaje, sin perder tiempo. A pesar de la incomodidad de estar en su versión femenina, sabe que no puede dejar de practicar. Al llegar a la pista, se pone los patines y empieza a deslizarse cautelosamente sobre el hielo.

Ranma-chan: (probando su equilibrio) -No está tan mal... parece que tengo buen control sobre esto.

Mientras se adapta al hielo, una leve sonrisa aparece en su rostro. Sin embargo, no tarda mucho en perder el equilibrio cuando un patinador la empuja por accidente. Ranma-chan tambalea sin poder sostenerse de nada.

Ranma-chan: (asustada) -¡Cuidado...!

Justo antes de caer al suelo, una mano fuerte la sujeta por la cintura, estabilizándola. Ranma-chan, aún confundida, mira hacia arriba solo para ver un rostro conocido: Mikado.

Mikado: (con una sonrisa encantadora) -Bueno, parece que he salvado a una bella dama. ¿Estás bien, querida?

Ranma-chan: (molesta) -¡Suelta! No necesito tu ayuda, Mikado.

Mikado: (sin perder su sonrisa) -No seas tan dura. Un hombre debe ser caballeroso con las mujeres, y tú claramente necesitabas mi ayuda.

Ranma-chan intenta alejarse, pero Mikado, interpretando su resistencia como timidez, comienza a acercarse más. Sus ojos brillan con un aire de superioridad, convencido de que tiene el control de la situación.

Reencarne en Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora