Reencarne en Ranma 1/2

Capítulo 54

Hitomi entró en la casa con una ligera sonrisa después de su salida con Sebastián, disfrutando del aire fresco y el día relajado que habían compartido. Sin embargo, al cruzar la sala, notó que su familia estaba reunida, hablando con intensidad. Antes de poder saludar, Happosai se abalanzó sobre ella con una expresión curiosa y un brillo travieso en los ojos.

—¿Quién es ese chico? —le preguntó sin rodeos, mientras la rodeaba—. ¿Es el reemplazo de Ranma?

Hitomi se quedó perpleja, sin entender de qué hablaba. Kasumi, siempre tranquila, intervino para explicarle.

—Nabiki nos contó que saliste a encontrarte con un chico —dijo suavemente—. Parecía que estabas muy feliz.

Al escuchar esto, Hitomi suspiró. Ahora entendía lo que estaba ocurriendo: Nabiki, una vez más, había sido su fuente de información, posiblemente exagerando la situación. Y, como siempre, su familia había sacado conclusiones precipitadas.

Soun Tendo, su padre, se adelantó con una mirada seria.

—Hitomi, debes recordar que tú y Ranma están comprometidos. No puedes andar con otros chicos —le dijo con severidad—. ¿Acaso ese joven siente algo por ti?

Genma, siempre apoyando a su amigo, asintió vigorosamente, convirtiéndose en panda y levantando un cartel que decía: "No puedes deshonrar el compromiso, hija."

Hitomi parpadeó ante la contradicción evidente de su padre y Genma. Manteniendo la calma, respondió con tono firme pero respetuoso.

—Papá, sólo es un amigo, y él no tiene esas intenciones conmigo. Además —hizo una pausa, su mirada desafiando la rigidez de los presentes—, ¿no crees que es injusto que me exijas algo cuando Ranma tiene múltiples prometidas, en su mayoría por decisiones que Genma tomó sin pensar?

Soun abrió la boca para responder, pero Hitomi lo interrumpió suavemente antes de que pudiera hablar.

—He mantenido la calma en medio de todo esto. Incluso cuando Ranma está rodeado de chicas que lo persiguen, no me quejo. ¿Por qué, entonces, hay tanto alboroto si yo tengo un amigo?

Akane, que estaba sentada tranquilamente tomando té, intervino con su comentario usualmente sarcástico.

—Tal vez Hitomi simplemente ha perdido el interés en Ranma. Después de todo, es como todos hemos visto... Ranma tiene muchas prometidas.

Hitomi sintió un pinchazo de molestia al escucharla. Aunque Akane lo dijera con tono tranquilo, sabía que había más en sus palabras. Pero antes de que pudiera responder, Happosai añadió su propia perspectiva.

—Ranma no es digno de Hitomi —dijo con una risita traviesa—. ¡Finalmente ha abierto los ojos y ha decidido elegir otro chico más interesante!

La situación se estaba saliendo de control. Soun, alterado por las palabras de Happosai, levantó la voz.

—¡No puede hacer eso! —exclamó—. ¡Tenemos un contrato que estipula su compromiso con Ranma!

La mención del contrato fue la gota que colmó el vaso para Hitomi. Apenas había llegado a casa, feliz tras un día tranquilo, y ya se encontraba envuelta en discusiones sobre su vida y decisiones personales. Sin decir una palabra más, se giró y se dirigió a las escaleras, mientras su padre la llamaba con insistencia.

—¡Hitomi, espera! —gritó Soun, intentando detenerla.

Pero ella no se detuvo. Subió a su habitación, cerró la puerta tras de sí, y finalmente, dejó escapar un suspiro pesado. El día había tomado un giro inesperado y agotador. Sentía una mezcla de frustración y tristeza por cómo siempre su vida parecía girar en torno a decisiones que otros tomaban por ella.