Capítulo 52

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Con el paso de los días, la distancia entre Ranma y Hitomi se volvió cada vez más evidente. Lo que antes era una constante interacción entre ellos, ahora se había transformado en silencios incómodos y evasivas. Los demás en la casa notaban la tensión, pero no sabían cómo abordarlo sin empeorar la situación. Tendo, preocupado por el estado de la relación entre su hija y Ranma, intentó hablar con Hitomi en varias ocasiones. Sin embargo, cada vez que traía el tema a colación, Hitomi lo desviaba hábilmente hacia otros asuntos. Genma, por su parte, también trató de aconsejar a su hijo, pero siempre terminaba transformado en panda o siendo ignorado por Ranma, que evitaba cualquier conversación seria.

La situación comenzaba a preocupar más a los adultos. Incluso Akane, quien había estado molesta por la atención que Ranma le daba a Hitomi, empezó a notar que el distanciamiento entre ellos era diferente a lo que había visto antes. La tensión en el ambiente se hacía palpable, y parecía que algo inevitable estaba por suceder.

Un día, Kasumi informó a la familia que el medidor de gas se había descompuesto y que no podrían usar el baño de la casa. El servicio técnico no llegaría hasta el día siguiente, lo que significaba que tendrían que ir a los baños públicos esa noche. La noticia, aunque trivial, cambió la atmósfera en la casa.

—Tendremos que ir a los baños públicos hoy —dijo Kasumi con su habitual calma.

Happosai, al escuchar esto, inmediatamente se emocionó. —¡Ah! ¡Baños públicos! ¡Esto será divertido! —dijo, con una sonrisa traviesa.

Tendo y Genma, preocupados por el comportamiento de Happosai, miraron a Ranma. —Ranma, es mejor que lo mantengas vigilado —dijo Tendo, tratando de evitar posibles problemas.

—Claro, claro… —respondió Ranma con una ligera falta de interés, aún distraído por sus propios pensamientos.

Akane, más animada desde su última salida con Ranma, simplemente asintió. —Sí, vigila bien a Happosai. No queremos problemas —añadió, aunque ya estaba más relajada con la situación.

Nabiki, como siempre, vio una oportunidad para sacar provecho de la situación. —Podría ser interesante, quizá hasta haga algo de dinero hoy —murmuró para sí misma, sonriendo con astucia.

Hitomi, por su parte, aceptó la idea de los baños públicos como una oportunidad para relajarse. Sabía que su mente estaba llena de pensamientos contradictorios, y una visita al baño podría ser justo lo que necesitaba para despejarse un poco. A pesar de la tensión con Ranma, no quería sumarse a los problemas, y quizá un momento de calma le ayudaría a aclarar sus sentimientos.

Así, todos se prepararon para la inusual salida, cada uno con sus propios pensamientos y expectativas.

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Mientras se dirigían a los baños, la dinámica del grupo reflejaba el estado de sus relaciones. Ranma caminaba al frente junto a Happosai, tratando de mantener al anciano bajo control, mientras que Akane y Nabiki iban detrás, discutiendo sobre una posible apuesta.

—Apuesto a que Happosai intentará algo —dijo Nabiki con una sonrisa, esperando que Akane cayera en su trampa.

Akane, sabiendo lo predecible que era el anciano, simplemente negó con la cabeza. —Eso no es una apuesta justa. Es obvio que lo intentará.

Nabiki, decepcionada por no poder hacer dinero fácil, suspiró. Hitomi, por su parte, caminaba un poco más atrás, observando el cielo con tranquilidad. Su mente vagaba hacia el lugar que Sebastián le había mostrado, preguntándose si el cielo lucía tan hermoso desde esa colina en ese momento.

Al llegar a los baños públicos, fueron recibidos por las amigas de Nabiki, lo que tomó por sorpresa a Akane.

—¿Por qué las invitaste? —preguntó Akane, algo desconcertada.

Reencarne en Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora