Capítulo 65

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Al día siguiente, cuando Hitomi y Ranma llegaron a la escuela, notaron el ambiente cargado y los murmullos a su alrededor. El rumor de que Ranma tenía una nueva prometida parecía haber corrido como la pólvora, y los estudiantes se reunían en pequeños grupos, cuchicheando y lanzándoles miradas curiosas.

Al cruzar la entrada, Hitomi pudo escuchar fragmentos de conversaciones:

—¿Has oído? Ranma tiene otra prometida... ¿Otra vez?

—Pobre Hitomi... ¡Y él va de mano en mano!

Hitomi suspiró, tratando de ignorar los comentarios. Aunque estaba acostumbrada a cierta atención por su relación con Ranma, los rumores y chismes a veces la agotaban. Sentía como si estuviera siempre bajo un microscopio. Ranma notó su incomodidad y, sin decir una palabra, tomó suavemente su mano, deteniéndose un momento para mirarla a los ojos.

—No les hagas caso, Hitomi —dijo Ranma, con una voz tranquila pero firme—. La gente siempre habla sin saber nada. Ukio no quiere nada más que ser mi amiga, créeme.

Hitomi lo miró, intentando decidir si debía decirle lo que en realidad pensaba. Las palabras de Ranma parecían genuinas, pero ella sabía que Ukio tenía un interés que iba mucho más allá de una simple amistad. Aun así, morderse la lengua y no contradecirlo le costaba. No quería parecer celosa, aunque en el fondo le dolía que él no se diera cuenta de las intenciones de Ukio.

—Lo sé, Ranma... —respondió finalmente, esbozando una sonrisa débil mientras bajaba la vista. Pero su suspiro reveló que aún estaba molesta, algo que él notó de inmediato.

Ranma le apretó la mano con suavidad, y se inclinó un poco hacia ella para intentar animarla.

—Oye... No te preocupes. Ukio siempre ha sido mi amiga. Si alguna vez se ha confundido, seguro es por culpa de todo el lío con los compromisos de mi padre. Pero eso no cambia que ahora, tú eres la persona que yo elegí.

Las palabras de Ranma lograron calmar un poco el corazón de Hitomi, pero aún sentía el peso de los rumores. Era como si esos susurros fueran una sombra que la seguía, recordándole constantemente que no era la única en la vida de Ranma.

Finalmente, Hitomi se detuvo y miró a Ranma, con un brillo de seriedad en sus ojos.

—¿Sabes, Ranma? Entiendo que Ukio haya sido una amiga importante para ti... pero a veces siento que no me entiendes del todo. Que no ves cómo ella actúa conmigo cuando tú no estás.

Ranma parpadeó, sorprendido por la franqueza de Hitomi. No estaba acostumbrado a que ella hablara así, pero al ver la sinceridad en su rostro, comprendió que esto era importante para ella.

—¿A qué te refieres, Hitomi? —preguntó, con un tono que mostraba tanto curiosidad como preocupación.

Hitomi dudó un momento. No quería parecer demasiado confrontativa ni hacer que Ranma se sintiera atacado. Pero al final, decidió hablar desde su corazón.

—Lo que quiero decir es que, aunque tú veas en Ukio a una amiga, ella no me ve de la misma manera. Sé que me aprecia... pero sus intenciones contigo no son solo amistosas. Y no es fácil para mí estar siempre en el medio de esto.

Ranma la miró en silencio, procesando sus palabras. Aunque no quería admitirlo, él también había notado ciertos momentos en los que Ukio parecía acercarse a él de forma que podía interpretarse como algo más. Pero Ranma, en su inocencia y con su deseo de no herir a nadie, prefería ignorarlo, confiando en que todo era amistoso.

—Hitomi... —empezó, en un tono suave—. Tal vez tienes razón. No me había dado cuenta de cómo esto te afecta... pero quiero que sepas que no tienes que preocuparte. No importa lo que diga o haga Ukio, yo sé lo que siento por ti.

Reencarne en Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora