Capítulo 57

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Sebastián miró a Hitomi con una sonrisa llena de sinceridad.

-"Estos dos días han sido los mejores, Hitomi. Nunca pensé que me divertiría tanto", dijo, su voz vibrante de emoción.

Hitomi, aún envuelta en el personaje tímido que había adoptado, bajó la mirada ligeramente, pero no pudo evitar sonreír. Había disfrutado estos dos días más de lo que esperaba, aunque de manera distinta a Sebastián.

-"Yo también me divertí", respondió suavemente, levantando los ojos hacia él. "Pero creo que... ya es hora de terminar este juego, ¿no crees?" Su tono reflejaba no solo la timidez del personaje que había jugado, sino también una verdad interna que estaba empezando a comprender.

Sebastián asintió, tomándose un momento para absorber sus palabras.

-"Sí, lo creo también. Ha sido divertido, pero todo tiene su final. Además, creo que hoy vi algo diferente en ti... con la música", dijo con una sonrisa cálida. "Parecías haber encontrado algo allí, algo que te tocó profundamente."

Hitomi recordó el momento exacto. El suave flujo de la melodía del piano había llegado a un lugar profundo dentro de ella, algo que ni siquiera el juego de roles había logrado. Había algo en la música que la conectaba consigo misma de una forma inesperada.

-"Tienes razón", murmuró. "Fue un momento especial."

Sebastián, sin apartar la mirada de ella, tomó aire y soltó una pequeña risa.

-"Mañana recibo la respuesta de mi inscripción para estudiar en el extranjero. Quiero que estés conmigo cuando la abra. No importa lo que diga, quiero compartir ese momento contigo", dijo, su voz ahora más baja, casi vulnerable.

Hitomi lo miró sorprendida. No esperaba que Sebastián quisiera compartir algo tan importante con ella, pero se sintió agradecida por la confianza que le estaba brindando.

-"Claro que estaré ahí", respondió, sin dudar. "Estoy segura de que lo lograrás."

Sebastián sonrió ampliamente, una mezcla de alivio y gratitud.

-"Gracias, Hitomi."

La tensión ligera que había entre ellos se disipó con esas palabras. El viento fresco de la noche acariciaba sus rostros, y las luces de la feria brillaban con una nostalgia que ya anticipaba el final de esos días únicos. Caminaban en silencio hasta llegar al cruce donde debían despedirse.

-"Nos vemos mañana, entonces", dijo Sebastián, con una mirada que era tanto una despedida como una promesa.

-"Hasta mañana", respondió Hitomi, sonriendo suavemente.

Se separaron, caminando en direcciones opuestas bajo las luces de la feria que ya empezaban a apagarse. Mientras Hitomi avanzaba hacia casa, sabía que aunque esos dos días de diversión habían llegado a su fin, lo que había descubierto sobre sí misma, y lo que Sebastián le había mostrado, permanecerían con ella. Y mañana, todo cambiaría una vez más.

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Desde el instante en que Nabiki mencionó que Hitomi se había ido con un hombre, Ranma sintió una extraña presión en su pecho. No sabía exactamente qué lo impulsaba, pero una necesidad urgente de verla lo empujó a salir corriendo por las calles en su búsqueda. Cuando finalmente la encontró, el mundo pareció detenerse por un momento. Hitomi lucía radiante, vestida con un delicado vestido que resaltaba su elegancia natural. Por un breve instante, Ranma no pudo evitar quedar embelesado por su imagen, tan diferente, tan cautivadora. Pero esa admiración pronto se transformó en otra cosa cuando sus ojos se fijaron en el tipo a su lado.

Era un chico que desentonaba completamente con la imagen de Hitomi. Su apariencia de rebelde, casi delincuente, lo llenó de desconfianza. Ranma observó con creciente inquietud cómo el tipo se acercaba más de lo que él consideraba adecuado, y lo que más le perturbaba era que Hitomi parecía disfrutar de su compañía. Ella sonreía, sus ojos brillaban de una manera que Ranma no podía recordar haber visto antes.

Reencarne en Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora