Capítulo 14

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En la cocina, el aroma del desayuno llenaba el ambiente. Como cada mañana desde hace tres días, se había preparado un desayuno especial para Ranma y Hitomi, algo que inicialmente les resultaba incómodo, pero que ahora se había convertido en parte de su rutina diaria. Ranma estaba sentado en la mesa, mirando el plato frente a él, mientras Hitomi, sentada a su lado, sorbía su té en silencio.

Ranma: (mirando el plato con una sonrisa) —Ya hasta me acostumbré a esto. No sé si debería agradecerles a todos por hacernos este tipo de desayuno cada mañana.

Hitomi: (sonriendo ligeramente mientras toma su té) —Es curioso, ¿no? Al principio parecía un gesto exagerado... pero ahora es casi reconfortante.

Ranma: (encogiéndose de hombros) —Supongo que no está tan mal. Y al menos, los murmullos en la escuela se han calmado.

Hitomi asiente con la cabeza, mientras toma un pequeño bocado de su desayuno. Ambos están relajados, habiéndose acostumbrado a esta nueva dinámica. En ese momento, Nabiki pasa por la mesa, y les echa una mirada traviesa antes de salir rápidamente por la puerta.

Nabiki: (con un tono despreocupado) —Bueno, parece que están disfrutando de su "desayuno de pareja" una vez más. Que lo disfruten, chicos.

Ranma y Hitomi se miran, pero esta vez no se sienten incómodos. Han aprendido a ignorar los comentarios juguetones de Nabiki. Akane, quien ahora acompaña a Nabiki a la escuela, baja por las escaleras y les lanza una sonrisa amable antes de irse con su hermana.

Akane: (con un tono amable) —Nos vemos en la escuela. Tengan un buen día.

Hitomi: (con una sonrisa cálida) —Igualmente, Akane. Nos vemos allá.

Cuando Akane y Nabiki se van, el ambiente se vuelve más tranquilo. Hitomi termina su desayuno y mira a Ranma, quien aún parece pensativo.

Hitomi: (curiosa) —¿Estás bien? Pareces distraído.

Ranma: (suspirando, apoyando los codos sobre la mesa) —Estaba pensando en cómo han cambiado las cosas... entre nosotros. Ya sabes, todo esto del compromiso, y cómo nos hemos adaptado tan rápido.

Hitomi: (sonriendo suavemente) —Sí, ha sido un cambio... pero no del todo malo, ¿no crees?

Ranma: (asintiendo lentamente) —Supongo que no. Al principio pensé que sería raro, pero... me he dado cuenta de que disfruto pasar tiempo contigo.

Hitomi: (con un toque de sorpresa) —¿De verdad?

Ranma: (encogiéndose de hombros) —Sí. Al menos, no siento que tenga que estar en guardia todo el tiempo, como con Akane o Shampoo. Contigo... es más fácil.

Hitomi siente una cálida sensación en su pecho al escuchar eso. Nunca imaginó que Ranma apreciara tanto su compañía, y aunque su relación comenzó de manera inesperada, empieza a sentir que se está formando un lazo genuino entre ellos.

Hitomi: (con una leve sonrisa) —Me alegra oír eso. Yo también he disfrutado más estos últimos días. Al principio, todo era incómodo y extraño, pero ahora... bueno, parece que estamos encontrando un equilibrio.

Ranma: (sonriendo, algo aliviado) —Sí, creo que sí.

Se levantan de la mesa juntos y se preparan para ir a la escuela. La rutina entre ellos se ha vuelto más natural, caminando juntos por las calles tranquilas hacia la escuela. El silencio entre ambos ya no es incómodo; más bien, es una señal de su comodidad mutua. Al llegar a la escuela, los murmullos que antes los seguían han disminuido considerablemente, permitiéndoles disfrutar de los días sin tantas interrupciones. Durante los recesos, Hitomi ha comenzado a hablar más con Ranma, algo que Ranma nota con agrado.

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Sentados en su habitual banca bajo el árbol, Ranma y Hitomi están comiendo sus almuerzos. Ranma mira a Hitomi, sorprendido por lo abierta que ha estado en estos días, y decide comentarlo.

Ranma: (con tono curioso) —Oye, Hitomi... me he dado cuenta de que últimamente hablas más. Como que ya no eres tan distante.

Hitomi: (mirando su comida, pensativa) —Es cierto... Creo que después de lo que hablé con Akane, me he sentido más cómoda. Siempre he sido más reservada, incluso antes de llegar aquí. Pero poco a poco... me doy cuenta de que no tiene sentido distanciarme tanto.

Ranma: (asintiendo) —Me alegra que lo estés haciendo. No sé si te diste cuenta, pero... tus palabras siempre tienen peso. Cuando hablas, la gente te escucha.

Hitomi: (con una pequeña risa) —¿De verdad? No lo había notado.

Ranma: (sonriendo) —Sí, incluso yo. Cuando dices algo, lo haces de una manera tan... calmada y firme. Es como si siempre supieras lo que vas a decir.

Hitomi: (sonriendo suavemente) —Supongo que eso viene de... todo lo que he vivido. A veces siento que no pertenezco aquí, pero, poco a poco, estoy aprendiendo a encontrar mi lugar.

Ranma: (con un toque de seriedad) —Bueno, para lo que vale... yo creo que sí perteneces aquí.

Hitomi lo mira, sorprendida por la sinceridad en su voz. Durante un momento, ambos se quedan en silencio, disfrutando de la brisa que sopla suavemente a su alrededor. Aunque su relación comenzó de manera inesperada, están descubriendo que hay algo especial en el lazo que se está formando entre ellos.

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De vuelta en la casa Tendo, Hitomi, Ranma y Akane se reúnen en el cuarto de Akane para hacer sus tareas. A diferencia de antes, donde Hitomi trabajaba en silencio junto a Akane, ahora Ranma también está presente, creando un ambiente cálido y relajado en el cuarto.

Akane: (mirando a Hitomi y Ranma, sonriendo) —Es extraño verlos tan tranquilos juntos. Solía ser que todo giraba en torno a mí y Ranma discutiendo por cualquier cosa.

Hitomi: (sonriendo mientras revisa sus apuntes) —Creo que lo que cambió es que ahora hay más entendimiento entre nosotros. Y menos presiones.

Ranma: (con una sonrisa juguetona) —Sí, bueno, menos discusiones siempre es algo bueno.

Akane se ríe mientras Hitomi sonríe, disfrutando de la compañía. Aunque siempre ha sido alguien más seria y distante, estos últimos días han sido un cambio refrescante. Jamás pensó que llegaría a disfrutar tanto la compañía de Ranma, pero algo en él la hace sentir más relajada, menos sola. Ranma, por su parte, también ha notado el cambio en Hitomi, y no puede evitar sentirse más cercano a ella.

Hitomi: (mirando a Ranma y Akane) —Es curioso cómo las cosas cambian... Nunca imaginé que tendríamos esta dinámica tan... pacífica.

Akane: (riendo suavemente) —Bueno, también me sorprende. Pero, ¿sabes qué? Me alegra que estemos aquí, juntos. Siento que todos estamos creciendo, de alguna manera.

Ranma: (asintiendo) —Sí, creo que estamos encontrando nuestro ritmo.

El ambiente en el cuarto es cálido y acogedor, algo que Hitomi valora profundamente. Aunque su reencarnación la ha hecho ver el mundo de manera diferente, poco a poco está descubriendo que, tal vez, pertenecer aquí no es tan difícil como había imaginado. Y, mientras tanto, está aprendiendo a disfrutar de las pequeñas cosas, como la tranquilidad de una tarde de estudio con Ranma y Akane.

Reencarne en Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora