El encuentro con Ryoga.
Era una tarde tranquila cuando Hitomi salió a comprar los ingredientes para la cena. El sol estaba especialmente fuerte ese día, y a lo lejos, vio a alguien tumbado en el suelo. Pensó que, con el calor, no era raro que alguien se desmayara, así que se acercó para ofrecer su ayuda. Cuando estuvo más cerca, notó que el chico parecía completamente desorientado. Al ofrecerle su mano para ayudarle a levantarse, el joven la miró confuso, pero aceptó su gesto de buena voluntad.
Ryoga: (jadeando) ¿Podrías decirme dónde queda... la escuela Furinkan?
Hitomi entrecerró los ojos, tratando de entenderlo. Su apariencia rústica y el aspecto de guerrero viajero hicieron que una sospecha cruzara por su mente. Antes de responder, sacó una botella de agua de una de sus bolsas y se la ofreció.
Hitomi: (sonriendo suavemente) Aquí, toma esto. Bebe un poco de agua. El joven aceptó agradecido, bebiendo casi toda la botella de un solo trago. Luego, respiró hondo, ya un poco más recuperado, y repitió su pregunta con más claridad.
Ryoga: (con más firmeza) ¿Sabes cómo llegar a la escuela Furinkan?
Hitomi observó más detenidamente su vestimenta: la bufanda amarilla, su gran mochila de viajero, y esa sensación de estar perdido. Fue entonces cuando lo reconoció. Para confirmar su sospecha, decidió presentarse primero.
Hitomi: (con una sonrisa) Ah, ya veo. Mi nombre es Hitomi Tendo. ¿Y el tuyo? El chico, visiblemente avergonzado por no haberse presentado antes, se rascó la cabeza con una sonrisa tímida.
Ryoga: (sonrojándose) Oh, perdón. Mi nombre es Ryoga... Ryoga Hibiki.Justo cuando estaba a punto de terminar su presentación, su estómago rugió sonoramente, interrumpiendo sus palabras. Ryoga, ahora más avergonzado, desvió la mirada. Hitomi, sintiendo lástima por él, decidió hacerle una oferta que él no podría rechazar.
Hitomi: (riendo suavemente) Parece que necesitas más que agua. Ven, hay un puesto de comida justo aquí enfrente. ¿Por qué no comemos algo?
Ryoga: (negándose al principio) No, no quiero molestarte...Pero antes de que pudiera terminar de hablar, su estómago volvió a rugir con más fuerza, obligándolo a aceptar la oferta. Sin más remedio, accedió.
Mientras ambos comían en el pequeño puesto, Ryoga comenzó a contar su historia. Le habló a Hitomi sobre su largo viaje, sobre cómo había seguido a Ranma por todo Japón, y cómo, tras muchas dificultades, finalmente había llegado a Nerima.
Ryoga: (con pasión en la voz) Viajé durante meses, solo para llegar a esta ciudad y enfrentar a mi antiguo rival. Ranma me debe mucho... ¡y pienso vengarme por lo que me hizo!Hitomi escuchaba con atención. Sabía que Ryoga y Ranma tenían una rivalidad profunda, aunque la verdadera razón del enojo de Ryoga, que involucraba una batalla perdida y un viaje desafortunado, le parecía algo exagerada. Aun así, admiraba la dedicación de Ryoga a su causa, aunque sabía que su pésimo sentido de la orientación le jugaría en contra.
Hitomi: (sonriendo) Te deseo mucha suerte en tu búsqueda, Ryoga. Estoy segura de que encontrarás a Ranma... eventualmente. Después de terminar de comer, Hitomi pagó la cuenta antes de que Ryoga pudiera protestar, agradeciéndole por la conversación. Luego, le señaló la dirección correcta hacia la escuela Furinkan.
Ryoga: (con renovada energía) ¡Gracias, Hitomi! No sé cuánto tiempo me tomará, pero llegaré allí. ¡Y entonces, Ranma pagará por todo!Con esas palabras, Ryoga se despidió y comenzó a caminar hacia el sol poniente. Hitomi observó cómo se alejaba, sonriendo para sí misma.
Hitomi: (pensativa) Con lo malo que es orientándose... ¿cuánto tardará en encontrar la escuela? ¿Días? ¿Semanas? Sabía que, a pesar de su determinación, Ryoga probablemente tardaría mucho más de lo necesario en llegar a su destino. Pero también sabía que, cuando finalmente lo hiciera, el caos seguramente seguiría.
Mientras tanto, ella regresó a casa con sus compras, pensando en cómo la vida en Nerima nunca dejaba de sorprenderla.
Al salir de la escuela.
Hitomi notó una multitud de estudiantes reunidos cerca de la entrada. Curiosa, decidió acercarse para ver qué estaba sucediendo. Al llegar, vio a Ranma luchando, pero lo que realmente la sorprendió fue con quién estaba peleando.
Hitomi: (pensando) ¿Ryoga? ¿De verdad tardó una semana en encontrar la escuela? Definitivamente no tiene sentido de la orientación. Ryoga, con su característico enojo, lanzó su sombrilla gigante con fuerza hacia Ranma. Ranma, con su agilidad habitual, saltó y esquivó el ataque sin problemas. Sin embargo, Ryoga, al perder de vista a Ranma, siguió corriendo todo derecho, atravesando a la multitud y empujando a varios estudiantes a un lado en su paso caótico.
Antes de que Hitomi pudiera hacer algo, Ryoga ya había desaparecido de la escena, perdido una vez más.
Hitomi: (pensando con tranquilidad) Supongo que no tiene mucho sentido seguirlo... De todas formas, volverá. Siempre lo hace. Decidió no darle demasiada importancia a la situación y comenzó a caminar hacia casa.
Mientras cruzaba la calle, notó que Ranma la había visto salir de la escuela, así que decidió acompañarla. Akane también se unió al grupo, y los tres caminaron juntos en dirección a la casa de los Tendo.
Ranma: (con un suspiro) Ya viste cómo es Ryoga... Siempre que aparece, es para buscar pelea. Nos conocemos desde hace tiempo.
Hitomi: (curiosa) ¿De dónde lo conoces?Ranma comenzó a relatar su historia con Ryoga. Habló sobre cómo, por una serie de malentendidos, Ryoga lo había culpado de perder una pelea y cómo eso lo había llevado a embarcarse en una búsqueda de venganza que, en su mayoría, se complicaba por su pésimo sentido de la orientación.
Akane: (preocupada) Tal vez deberías esperar a que regrese. No es justo que se quede perdido sin llegar a enfrentarte.
Ranma: (burlándose ligeramente) Créeme, Akane, no sirve de nada esperarlo. Puede que vuelva mañana... o en una semana. No tiene sentido de la orientación, así que quién sabe cuándo aparecerá.
Hitomi, escuchando todo esto, observó que Ranma no parecía especialmente preocupado por la presencia de Ryoga o por el hecho de que ahora supiera dónde estudiaba. Ella tampoco le dio demasiada importancia. A fin de cuentas, la vida de Ranma siempre parecía estar llena de situaciones caóticas.
Mientras caminaban, la mente de Hitomi comenzó a divagar. A pesar de estar concentrada en los problemas de Ranma y Ryoga, su mayor preocupación era personal. Recientemente, sus inversiones no iban tan bien como esperaba. Habían bajado un poco, y no podía evitar preguntarse si aquello tenía algo que ver con la advertencia que recibió en su fortuna.
Hitomi: (pensando) ¿Qué significaba ese mensaje de "tener cuidado con cada decisión"? No sé qué hacer con eso... tal vez tenga miedo de lo que me pueda pasar si no lo interpreto bien.
Sin decir nada más, siguió caminando en silencio junto a Ranma y Akane, reflexionando sobre su situación y las decisiones que debía tomar en el futuro. Aunque Ranma y Akane seguían conversando sobre Ryoga, Hitomi estaba en otro lugar, pensando en cómo su vida podría cambiar si no tomaba las decisiones correctas.
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Reencarne en Ranma 1/2
Teen Fiction**Mi Vida en el Mundo de Ranma** Nunca pensé que mi vida tomaría un giro tan extraño, pero aquí estoy, renacida como la hermana gemela de Akane Tendo en el alocado mundo de *Ranma ½*. Mi vida anterior, llena de éxitos en el mundo de las inversiones...