Reencarne en Ranma 1/2

Capítulo 5

Hitomi se levantó temprano como siempre. Al pasar por la cocina, escuchó a Akane prometiéndole a Kasumi que no pelearía más con un chico. Hitomi supuso que ya estaban en la parte donde Ranma se entera de los sentimientos de Akane por el Dr. Tofú. Aunque, para Hitomi, era evidente que los sentimientos del Dr. Tofú apuntaba hacia Kasumi aún que no hubiera visto el anime, es muy obvio. Con esos pensamientos en mente, Hitomi decidió retirarse en silencio y prepararse para ir a la escuela.

Mientras salía de la casa, se encontró con Ranma, quien la alcanzó rápidamente.

Ranma: (sonriendo) ¡Hey, Hitomi! Buenos días. ¿Te importa si te acompaño?

Hitomi lo miró y asintió con una sonrisa. Parecía que su relación con Ranma estaba tomando un rumbo más amigable. Mientras caminaban juntos, Ranma la observaba de reojo, notando lo tranquila y ordenada que era.

Ranma: (curioso) Oye, Hitomi... ¿qué sueles hacer después de la escuela?

Hitomi: (pensando un momento) Pues... generalmente compro algo de comida, a veces paso un rato en el parque viendo el atardecer, o simplemente regreso a casa para hacer la tarea.

Ranma: (frunciendo el ceño) Mmm... no suena como si salieras mucho. ¿Te gustaría, no sé... salir conmigo después de la escuela? Solo para conocer los alrededores... Ya que soy nuevo aquí.

Ranma lo dijo con cierta timidez. Aunque trataba de parecer relajado, la verdad es que quería que Hitomi saliera de su rutina. Hitomi, que no era tonta, notó su intención y decidió aceptar.

Hitomi: (sonriendo) Está bien. Podríamos ir al parque después de la escuela.
Así, al terminar las clases, Ranma y Hitomi se dirigieron al parque juntos.

Caminaban tranquilos, observando a los niños jugar en los columpios y disfrutando del ambiente relajado. Cerca de ellos, vieron una heladería y decidieron comprarse un helado. Mientras lo comían, notaron a un señor que ofrecía adivinar la suerte de las personas. Curiosos, decidieron acercarse.

Adivinador: (mirándolos con una sonrisa) ¡Ah! Una linda pareja. ¿Les gustaría que les prediga su fortuna? Hitomi no dijo nada, pero Ranma rápidamente respondió.

Ranma: (riendo nerviosamente) ¡Ah, no! Solo somos amigos... o bueno, eso creo.
El adivinador levantó una ceja pero no dijo nada, solo asintió y les invitó a probar suerte. Ranma fue el primero en participar. El hombre miró las cartas, frunciendo el ceño.

Adivinador: (enigmático) Veo... que un antiguo enemigo vendrá a buscarte. Ten cuidado, joven.

Ranma lo tomó con calma. Con la cantidad de peleas que había tenido, no era raro que un enemigo regresara en busca de revancha. Sin embargo, Hitomi ya sabía que se trataba de Ryoga. Sabía de su mala suerte y su ternura en su forma de cerdito. Al pensar en eso, comenzó a reír.

Ranma: (confundido) ¿De qué te ríes?

Hitomi: (sonriendo) Nada, nada.

Luego, el adivinador se volvió hacia Hitomi, quien también decidió probar su suerte. La expresión del hombre se volvió más seria.

Adivinador: (con voz grave) Ten cuidado con las decisiones que tomes en estos días. Serán clave para tu futuro. Hitomi se quedó desconcertada por un momento. ¿A qué se refería exactamente? Sabía que la presencia de Ranma había alterado su rutina diaria, pero no pensaba que su futuro estuviera en juego. Intrigada por el mensaje, se despidieron del adivinador y volvieron a casa.

En los días siguientes, mientras Ranma y Hitomi pasaban más tiempo juntos, Ranma se enteró de los sentimientos de Akane por el Dr. Tofú, así como del hecho de que el doctor estaba interesado en Kasumi, no en Akane. Ranma, intrigado, le preguntó a Hitomi su opinión sobre el amor.

Ranma: (mirando a Hitomi mientras caminaban) Oye, Hitomi... ¿por qué crees que Akane está enamorada del Dr. Tofú? Es obvio que él está interesado en Kasumi. No entiendo cómo funcionan estas cosas. Hitomi, que nunca había experimentado un amor intenso ni en su vida actual ni en su vida pasada, se detuvo un momento para pensar.

Hitomi: (reflexiva) La verdad es que no lo sé, Ranma. Nunca me he enamorado así. Pero creo que el amor es misterioso... A veces te atrae alguien por razones que no tienen sentido para los demás. Puede ser algo que solo esa persona ve o siente.Ranma frunció el ceño, claramente confundido.

Ranma: (susurrando) Mmm... el amor suena más complicado de lo que creía.

Hitomi: (sonriendo suavemente) Sí, puede ser. Pero también creo que el amor tiene que ver con aprender de la otra persona, con encontrar a alguien que te haga crecer y entenderte mejor a ti mismo. No es solo sobre lo que sientes, sino sobre lo que compartes y cómo te complementan.

Ranma: (pensativo) Supongo que tienes razón... A veces creo que el amor es solo un dolor de cabeza.

Hitomi: (riendo) Bueno, a veces lo es. Pero otras veces... puede ser lo más maravilloso del mundo.Ambos caminaron en silencio por un momento, reflexionando sobre lo que habían hablado. Ranma miró a Hitomi con una nueva apreciación.

Aunque no lo admitiera, se sentía más cómodo con ella que con nadie más en la casa. El resto del día pasó con tranquilidad, pero el mensaje del adivinador seguía resonando en la mente de Hitomi. ¿Qué decisiones importantes tendría que tomar en el futuro? Y, ¿cómo afectaría su vida el hecho de que Ranma estuviera ahora presente en ella?

Mientras el día avanzaba y las actividades cotidianas seguían en la casa Tendo, Hitomi no podía dejar de pensar en el mensaje del adivinador. ¿Qué decisiones importantes tendría que tomar en el futuro? Algo más profundo resonaba en sus pensamientos, una inquietud que nacía de un conocimiento que solo ella tenía. Hitomi no era como los demás. Ella había renacido, traía consigo los recuerdos de una vida pasada y sabía perfectamente que ahora formaba parte de un mundo de anime. Un mundo donde la historia principal no le pertenecía.

Ranma y Akane eran los protagonistas de esta historia, la pareja predestinada. Hitomi lo sabía desde el principio. Todo apuntaba hacia ellos, hacia su relación complicada y llena de malentendidos, pero también de un afecto que, poco a poco, iba creciendo. ¿Y ella? No era más que una pieza añadida en este gran tablero, alguien que, en su vida pasada, jamás habría imaginado que se vería envuelta en este tipo de escenario.

Aún así, no podía ignorar lo que sentía. Cada vez que Ranma estaba cerca, algo en su pecho se agitaba. Aunque sabía que su lugar no estaba junto a él, no podía evitar sentir una conexión especial. Ranma la hacía sentir cómoda, la hacía reír, y había momentos de sincera vulnerabilidad entre ellos que no podía ignorar. Pero Hitomi comprendía que, por más que esas emociones estuvieran allí, ella no era el destino de Ranma. Akane lo era.

"Es irónico," pensaba Hitomi mientras recordaba las veces en que había visto a Akane y Ranma juntos, peleando y reconciliándose, a su extraña manera. "Yo sé lo que va a pasar. Esta no es mi historia. No soy la protagonista, ni su compañera destinada."

El mensaje del adivinador le pesaba más aún. ¿A qué decisiones importantes se refería? ¿Acaso se trataba de apartarse, de no interferir en el destino que ya estaba escrito para Ranma y Akane? Aunque sabía que su vida había tomado un giro completamente inesperado al renacer en este mundo, la lucha interna que sentía por ser testigo de un destino que no le pertenecía comenzaba a afectarla.

En el fondo, sabía que tenía que aceptar su papel. Su conexión con Ranma era real, pero estaba destinada a ser pasajera, un momento en el tiempo. Lo que más le dolía no era su propia renuncia a esos sentimientos, sino la certeza de que estaba atrapada en una historia donde no tenía el derecho de cambiar el final.

La verdadera pregunta era, ¿cómo enfrentaría esa verdad cuando llegara el momento de tomar esa decisión crucial? ¿Qué haría cuando la historia alcanzara su clímax, y ella tuviera que dejar que todo siguiera su curso? Aunque todavía no tenía todas las respuestas, Hitomi sabía que ese día llegaría, y cuando lo hiciera, tendría que aceptar su lugar en este mundo de anime.