Capítulo 67

984 135 16
                                    

Ranma observaba la escena con un nudo en el estómago. Aunque no quería desconfiar de Hitomi, la situación lo hacía dudar. Allí estaba Ryoga, en una cena decorada románticamente, sosteniendo la mano de Hitomi con una expresión de seguridad que pocas veces se veía en él. Hitomi, por su parte, tenía la mirada baja, claramente incómoda, y aunque no había hecho nada extraño, la imagen seguía siendo confusa para Ranma.

De pronto, Ryoga se dirigió hacia él, sin soltar la mano de Hitomi, y habló con una determinación que lo sorprendió.

-Ranma... Esto es algo que surgió hace poco. Hitomi y yo nos dimos cuenta de los sentimientos que compartimos, y Ukyo solo nos ayudó a reunirnos aquí para confirmar lo que sentimos el uno por el otro -dijo Ryoga, mientras lanzaba una mirada agradecida hacia Ukyo.

Hitomi, al escuchar aquellas palabras, sintió cómo el color abandonaba su rostro. No quería mirar a Ranma a los ojos, pero también sabía que tenía que ser sincera con él. Inspiró profundamente, intentando reunir el valor necesario, y con una determinación serena, soltó la mano de Ryoga y dio un paso hacia Ranma.

-Ranma, yo... -comenzó con la voz temblorosa, mirándolo a los ojos solo por un instante-. Yo no planeé esto. Pero las cosas se dieron así y creo que... bueno, que tú podrías ser más feliz si no seguimos con este compromiso. Tal vez sería mejor que rompamos esta promesa, y que puedas estar con alguien que realmente te ame -dijo, manteniendo la compostura pese al nerviosismo que sentía.

Ranma se quedó en silencio. Las palabras de Hitomi lo tomaron por sorpresa y, aunque en su mente quería contestar algo, su boca parecía no reaccionar. Miró a Hitomi con una mezcla de incomodidad y confusión, y luego su mirada se dirigió hacia Ukyo, como buscando respuestas en ella. Sin saber qué más hacer, caminó hacia Ukyo y tomó sus manos entre las suyas.

-Ukyo... -murmuró, tratando de encontrar las palabras correctas, con una expresión que parecía debatirse entre la confusión y la certeza.

Ukyo, al escuchar su nombre en los labios de Ranma y sentir sus manos entre las de él, sintió que todo su esfuerzo había valido la pena. Los ojos de Ukyo brillaban de alegría, y su mente comenzó a correr con ideas felices y esperanzadoras: Por fin, Ranma me ha elegido. Todo lo que hice funcionó, y ahora podremos estar juntos.

Mientras sus miradas se cruzaban, Ukyo sintió que se acercaban más, como si Ranma finalmente estuviera tomando una decisión. Los dos comenzaron a inclinarse el uno hacia el otro, como si ese fuera el inicio de algo que había esperado durante mucho tiempo.

Ukyo se permitía saborear cada segundo de aquella fantasía, el momento en el que Ranma, decidido y claro, parecía elegirla a ella, dejando atrás cualquier sombra de duda.

Pero un sonido a su alrededor la devolvió abruptamente a la realidad. Parpadeó, y la imagen en su mente se desvaneció, reemplazada por la verdadera escena que tenía frente a ella.

Le tomó unos instantes procesar lo que realmente estaba ocurriendo. Lejos de esa escena de confesiones y decisiones románticas, Hitomi y Ryoga charlaban tranquilamente. La mano de Ryoga ya no sostenía la de Hitomi, y no había ninguna declaración de amor ni tensiones ocultas entre ellos. Al contrario, Hitomi parecía relajada y alegre, como si simplemente disfrutara de una charla entre amigos. Su expresión no mostraba ni el mínimo rastro de nerviosismo o incomodidad.

Ukyo, intentando mantener la calma, se quedó observando cómo la escena frente a ella se desarrollaba de una forma muy distinta a lo que había planeado. Allí estaban Hitomi y Ryoga, compartiendo una conversación relajada, lejos de cualquier incomodidad o tensión romántica.

Ranma, que había llegado momentos antes, se acercó al grupo sin ningún atisbo de celos o incomodidad. Hitomi lo recibió con una sonrisa sincera, saludándolo con naturalidad.

Reencarne en Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora