Al sonar la campana que marcaba el fin de las clases, Hitomi no pudo evitar notar cómo los chicos de su salón y de otros cursos la rodeaban de inmediato. Habían pasado toda la mañana observándola, intrigados por su nuevo comportamiento, y ahora veían la oportunidad perfecta para acercarse más a ella.
—Hitomi, ¿quieres venir con nosotros al centro después de la escuela? —preguntó uno de los chicos con una sonrisa tímida.
—Sí, vamos todos juntos, será divertido —agregó otro, con más confianza, esperando que Hitomi aceptara.
Hitomi, manteniendo su calma y la nueva actitud que había adoptado, sonrió ligeramente pero negó con la cabeza.
—Lo siento, chicos. Hoy no puedo. Quedé de verme con alguien más.
Los chicos quedaron atónitos por un momento, y su sorpresa aumentó aún más al ver que Hitomi no tenía reparos en decirlo justo frente a Ranma, quien escuchaba todo desde su lugar. Ranma, que ya estaba molesto por el repentino interés que los demás mostraban en Hitomi, frunció el ceño, claramente descontento con la situación. Sin embargo, en lugar de confrontar a Hitomi o a los chicos, simplemente se dio la vuelta, guardando su irritación y alejándose en silencio.
Mientras Hitomi recogía sus cosas y salía del aula, los murmullos de los estudiantes continuaban. Todos estaban más intrigados que nunca sobre con quién se vería Hitomi, y sus compañeros seguían especulando mientras la observaban caminar hacia la salida.
Al llegar a la entrada de la escuela, Hitomi se detuvo al ver una escena que no esperaba. Había una chica rodeada de alumnos, captando toda la atención de quienes pasaban por ahí. Era evidente que la multitud la admiraba, y no era para menos. La chica era, sin duda, extremadamente hermosa, con una figura delicada, una cabellera perfectamente arreglada, y un vestido que la hacía destacar aún más entre la multitud.
Hitomi entrecerró los ojos, tratando de reconocer a la persona en el centro de la atención. A medida que se acercaba más, empezó a notar algo en los rasgos faciales que le resultaba extrañamente familiar. Y entonces, de repente, lo comprendió.
—¿Sebastián...? —murmuró Hitomi, incrédula.
Efectivamente, la chica no era otra que Sebastián, quien había cumplido con la promesa que hicieron el día anterior. Se había vestido de mujer, y el resultado era sorprendente. No solo parecía una mujer, sino que también era una de las más hermosas que Hitomi había visto.
Sebastián, al notar a Hitomi entre la multitud, se despidió educadamente de los chicos que lo rodeaban y caminó hacia ella con una sonrisa juguetona.
—¡Hitomi! —la saludó alegremente—. Me alegra verte. Aunque debo decir que no esperaba que tú también fueras a sorprenderme con tu vestimenta.
Hitomi lo observó de arriba abajo, admirando el esfuerzo que había puesto en su apariencia. Sebastián realmente había logrado parecer una chica, y no cualquier chica. Parecía alguien que fácilmente podría atraer la atención de todos.
—Tengo que decirlo —comentó Hitomi con una sonrisa—, luces increíble. Podrías engañar a cualquiera. Eres... ¡hermosa!
Sebastián, siempre alegre y confiado, se alagó a sí mismo mientras se ajustaba el cabello con coquetería.
—¿Verdad que sí? —dijo, riendo—. Desde que me puse este vestido, no han parado de invitarme a salir. Al parecer, soy muy popular como chica.
Hitomi rió junto con él, completamente consciente de que estaba diciendo la verdad. Sebastián siempre había sido alguien que destacaba, pero verlo de esa forma era otra experiencia completamente nueva.
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Reencarne en Ranma 1/2
Teen Fiction**Mi Vida en el Mundo de Ranma** Nunca pensé que mi vida tomaría un giro tan extraño, pero aquí estoy, renacida como la hermana gemela de Akane Tendo en el alocado mundo de *Ranma ½*. Mi vida anterior, llena de éxitos en el mundo de las inversiones...