Después de diez horas y media, llegamos al aeropuerto de Londres. Estaba algo agotado, ya que los asientos eran incómodos para dormir. Ahora no veo la diferencia entre primera clase y clase turista.
Mi amigo y yo caminamos en dirección a la salida para tomar un taxi que nos llevara a casa, pero un grupo de chicos nos estorbaba; eran como 6.
—Disculpa —toqué el hombro de uno—. ¿Por qué no avanzan? —insistí con mi dedo.
—Hay una fila inmensa para taxis —respondió el joven ante mí y luego se dio la vuelta.
—¿Jun? —pregunté asombrado.
—¿Joshua? —analizó mi rostro un segundo y luego me miró sin entrecerrar los ojos, con una expresión de sorpresa—. ¡Joshua! —me abrazó—. ¡Qué gusto verte!
Miré bien a los 5 chicos más y eran todos. Tenía tanto tiempo sin verlos.
—¿Qué hacen por aquí en la ciudad?
—Hemos venido por una despedida de soltero —habló el de los cachetes... ¿Cómo se llamaba?... ¡Seungkwan!
—¿Quién es el afortunado? —pregunté riendo.
—Ese soy yo —dijo Soonyoung, haciendo una especie de baile rápido.
—¡Felicidades! —lo abracé—. Espero mi invitación a la boda —bromeé.
—La tendrás —me guiñó un ojo.
—Casi lo olvido, estoy con mi amigo Seokmin —lo jalé a mi lado para presentarlo mejor—. Chicos, él es Seokmin.
Todos lo saludaron al igual que él lo hizo. Pude notar la incomodidad entre él y Mingyu a kilómetros.
—Bueno, los taxis llegaron —avisó uno de ellos.
—Oigan, antes de que se vayan, no olviden llamarme. Tal vez podríamos salir todos a bailar o algo por el estilo —propuse.
—Me parece genial la idea —dijo Seungkwan.
Les di mi número y poco a poco ellos se fueron. Esperamos diez minutos más y tomamos un taxi que nos llevara a casa. Mis pies, al igual que mi espalda, me mataban, pero no podía descansar. Tomé el teléfono y llamé a Mariana; tenía que contestarme.
—¿Hola? —atendió al segundo.
—Mariana, ya llegué. Voy para la oficina, ¿te veo allá?
—Descuida, ya estoy aquí.
Salí de mi casa y tomé un taxi. Me senté en la parte trasera y le dije al conductor hacia dónde me dirigía. Miré por la ventana; el clima era el de siempre: un poco nublado, y no me sorprendería si dentro de poco lloviera. Suspiré profundamente; a veces necesitaba un descanso de todo. Cerré los ojos y por un segundo vi sus ojos mirando los míos: sus perfectos ojos cafés, tan oscuros como la noche y llenos de secretos. No pude evitar tocar con mi mano mis labios; cuánto me hubiese gustado despedirme de él y explicarle por qué me iba, besarle de nuevo. Abrí los ojos rápidamente y coloqué mis manos en la cabeza; soy el más estúpido del planeta Tierra.
—Joven, joven —habló el chofer, quien me sacó de mis pensamientos.
—¿Sí?
—Llegamos, y son dieciséis euros.
—Gracias —le pagué—. Quédese con el cambio.
Bajé del auto y caminé hacia el edificio. Subí al elevador y llegué al piso; suspiré pesadamente, sabía que sería estresante.
—¡Joshua! —gritó Mariana al verme—. Gracias a Dios estás aquí.
—Vine lo antes posible. ¿Cuál era el problema?
—Todo va mal: nos cancelaron el lugar, algunas modelos no pueden venir, diseños atrasados... máquinas descompuestas.
—Tranquilízate; todo tiene una solución, ¿ok?
—Lo de las máquinas está arreglado; han venido esta tarde.
—Ok.
Lo que restó de mi tarde lo pasé haciendo llamadas a modelos y buscando lugares donde realizar mi desfile anual de ropa. Esto era importante; llevaba haciéndolo dos años y este era el tercero. Por nada del mundo podía cancelarlo: contaba con el apoyo de muchas celebridades, el de mis padres también, y aunque aún no me lo haya dicho, con el apoyo de Jeonghan también cuento.
ESTÁS LEYENDO
Matrimonio Forzado | Jihan
Fanfiction⤹Desde lo más remoto de los tiempos se cree que el matrimonio no es solo amor, cariño y sentimientos mutuos entre una pareja, han aprendido a manejar este bello gesto de amor en alianzas, uniones, cosas que a futuro les dará frutos buenos. En épocas...