Matrimonio Forzado | Jihan

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Caminando por la ciudad, unos latinos cantaban con algunos instrumentos en la plaza. Chan tomó a su pareja y comenzaron a bailar. Mingyu hizo lo mismo con Seokmin. Wonwoo comenzó a cantar junto a ellos, y se les unieron Jun, Soonyoung, Seungkwan y Hansol. Los demás aplaudíamos y nos movíamos al ritmo de aquella música latina. Tomé a Alex para bailar, pero él se avergonzó por la escena que habíamos montado y no quiso unirse. Me importó muy poco lo que pensara, así que tomé a Joshua y nos unimos al baile. La gente comenzó a acercarse y a colocar dinero en el gorro de aquellos talentosos chicos. Después de bailar, nosotros también hicimos lo mismo; todos reíamos por lo sucedido. Fue tan divertido y relajante.

-Propongo ir a un antro -dijo Jun.

Todos lo miraron con caras de "¿estás hablando en serio?" "¿Acaso te drogaste?"

-Estás loco -respondió Wonwoo.

-Tienes severos problemas de alcoholismo -añadió Hansol entre risas.

-Me siento demasiado cansado. Nos vemos mañana -dijo Joshua.

-¿Te irás caminando? -preguntó Seokmin.

-Sí, descuiden. Nos vemos mañana; será un día algo aburrido para algunos y para nosotros será algo hermoso -dije-. Sí chicos, hablo de que iremos de compras.

Unos gruñimos ante esa noticia.

-¿Quieres que te acompañe? -pregunté-. No te importará, ¿verdad Alex? Tú puedes quedarte con los demás mientras yo lo llevo a su casa; es peligroso, y más en su estado.

-Claro que no habrá problema, amor -me dijo y me besó en los labios, como queriendo probar que "soy de él". Eso era en serio demasiado irritante.

Se despidieron de él todos y comenzamos a caminar en dirección a su casa.

-Eres el chico menos discreto que conozco -me dijo.

-Perdón si pierdo mi discreción cuando estoy contigo, pero no es ningún secreto que te amo a ti; me encanta estar a tu lado. A tu lado soy el hombre más feliz del mundo, mientras que del lado de Alex me siento tan frívolo en cierto punto.

-Quiero que sepas que eres la persona más linda, cálida y vengativa que conozco.

-¿Por qué lo dices?

-¿Se te ha olvidado ya el pastel de zanahoria?

Ese momento vino a mi mente por un segundo; claro que lo recuerdo: estábamos probando diferentes tipos de pasteles y no sabía que era alérgico a la zanahoria. Ante aquel recuerdo comencé a reír; sí que eran buenos recuerdos.

-También recuerdo que tu mamá te obligó a darme flores -dijo.

-Ahí te equivocas; esas flores corrieron por mi cuenta. Me asusté demasiado pensando que te pasara algo por una tonta broma que te había hecho así que, como cargaba con un remordimiento, te compré las flores. Pero salieron de mi corazón.

-Habría jurado que te obligaron a hacerlo.

-No, no lo hicieron.

-Han... hay algo que debo decirte, pero en serio no sé cómo hacerlo -me miró a los ojos.

En serio quería que en este instante me tomara de la mano y me pidiera escapar con él, olvidar lo que tenemos y comenzar de nuevo, solo nosotros dos con su bebé en camino.

-Solo hazlo -le dije.

-En realidad es... ¡que me muero por darte un beso! Cada vez que veo tus labios moverse para hablar, incitas a los míos a arrojarse hacia los tuyos. Estar cerca de ti provoca que pierda la cordura, la sensatez y la coherencia.

-Yo debo decirte algo -susurré.

-¿Qué? -respondió de la misma manera.

-Estamos iguales; tú haces que me convierta en un verdadero tonto al estar a tu lado.

-Cállate -dijo y me besó. Él tuvo la iniciativa de hacerlo y fue tan apasionante ese beso.

Dios, es que no me cansaba de él.