⇝18-II ღ

73 4 0
                                        

Estaba terminando un largo y agotador día más. Era el único en el estudio y me encontraba apagando las luces. Me di cuenta de que, por más agotador que sea todo, me encanta hacerlo. Tomé las llaves de mi auto y conduje a casa. Como ya era costumbre, estaba solo; bueno, al menos eso parecía, puesto que escuché unos ruidos provenientes de la sala. No mentiré, me asusté, ya que todo estaba apagado y solo había una pequeña lámpara encendida en la sala. Tomé lo más cercano a mí, que fue una sombrilla, y con cautela caminé hacia la sala donde no logré visualizar nada. Cuando estaba dispuesto a subir a mi habitación, escuché un suspiro de 'alivio', lo que me hizo darme la vuelta y acercarme al sillón que me daba la espalda.

—¡Oh por Dios! —lo que mis ojos veían ahora era algo tan desagradable que cubrí mi rostro con las manos —¡Consíganse una habitación, por favor!

Mi amigo, quien ahora estaba hecho un tomate al igual que su acompañante, solo rieron y yo, bueno, tenía que salir lo más rápido posible de ahí. Subí las escaleras y me acosté; tenía sueño.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Esto era otra fiesta más de negocios: Conversaciones vacías, amistades por compromiso y un compromiso falso y apurado. Qué ironía de la vida.

Mientras más tiempo pasaba en aquel lugar, más crecía mi deseo de salir de aquí. Hace un par de minutos habíamos hecho nuestro compromiso algo oficial y serio; dimos una exclusiva a unas cuantas revistas. Para Alexander todo era divertido y emocionante; podía ver eso en sus ojos. Me sorprendió ver a Eunchae esta noche, quien estuvo mucho tiempo con Alex.

—Estoy algo cansado, amor —me dijo Alex al oído —¿Puedes llevarme a casa?

—Claro, lindo. Iré a despedirme; haz lo mismo —le di un cálido beso en la frente y salí a despedirme de algunos compañeros de oficina. No me interesó adónde fue Alex; ambos salimos en busca del auto, donde una oleada de flashes nos cubría junto con preguntas. Por mi parte, decidí omitir eso y solo enfocarme en subirme al auto. Sin embargo, quien claramente no pudo contenerse fue él; solo dio la fecha en la que habíamos acordado casarnos y nada más antes de subirse al auto.

El viaje fue como los anteriores: muy callado y aburrido; yo solo esperaba a que terminara.

════ ∘◦❁◦∘ ════

—¿Quieres un poco de miel, Mingyu? —pregunté.

Sí, el misterioso caballero de anoche —y posiblemente de toda la semana— era Mingyu. Se quedó con Seokmin toda la noche y ahora los tres desayunábamos juntos; por el bien de todos decidimos olvidar lo ocurrido anoche.

—Por favor —dijo él mientras le pasaba el jarabe.

—Teléfono —dijo mi amigo cuando el teléfono de casa comenzó a sonar.

—Está bien, iré yo —respondí.

Me eché un segundo para tomar aire y atendí el teléfono.

—¿Quién era? —preguntó Seokmin al momento en que me senté.

—Mariana; necesita que llegue a la oficina. Al parecer los permisos llegan esta tarde.

—Suerte —dijo Mingyu.

—Gracias.

La oficina no quedaba tan lejos así que llegué unos minutos después.

—¿En serio están aquí? —pregunté demasiado emocionado.

—Sí, llegaron esta mañana, al igual que tu suscripción a la revista.

—Los revisaré en mi oficina. Por favor avísame si surge algo.

—No te preocupes; todo irá bien. Hoy terminan el último traje y espero que le des tu punto de vista positivo.

—¡Estará espectacular! Ansío verlo ya.

Matrimonio Forzado | JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora