⇝43-II ღ

24 2 0
                                    

Las semanas habían pasado tan rápido que casi ni las noté. El cumpleaños de Jeonghan lo pasamos juntos, los tres como una familia. Recibió llamadas tanto de los chicos como de sus padres, y me sorprendió saber que también de los míos. No mencionó que estaba conmigo porque así se lo pedí; eso dio pie a una innecesaria pelea sobre por qué ocultar "nuestra relación". El problema es que simplemente no estoy listo aún. ¿Qué estúpido, no? Hace algunos meses prácticamente moría por tener a Jeonghan a mi lado y ahora que lo está, quiero mantenerlo en secreto por el simple hecho de que le estoy ocultando la verdad.

—Amor, no es por alarmarte, pero creo que la cena se está quemando —dijo Jeonghan en mi oído.

Olí un poco y, en efecto, había un olor desagradable a quemado. Salí corriendo hacia la cocina, apagué el horno y lo abrí; de él salía humo y, lamentablemente, mi cena de Navidad se había quemado. No tenía un plan B por si la cena se me quemaba y no había nada más en esta casa. La única opción que teníamos era pedir comida china de los chinos de la cuadra; al parecer ellos no celebraban la Navidad, así que abrirían en esta fecha.

—¿Qué ocurrió? —habló Jeonghan al entrar a la cocina, comenzando a toser.

—Creo que la cena está quemada.

—¿Qué haremos ahora?

—Pedir cena de los chinos.

—Yo iré por la cena y tú limpia, ¿ok? —di un vistazo a la cocina y en general era un desastre.

—No, amor. Puedo caminar un poco; es bueno que haga ejercicio. No te preocupes, yo iré por la cena y tú limpia. Recuerda que esto no está a discusión.

Me di la vuelta y caminé hacia la puerta. No haríamos algo especial hoy; solo cenaríamos y tendríamos una linda conversación. Comencé a caminar hasta el puesto de comida china cuando mi celular comenzó a vibrar. Imploré interiormente que no se tratara de Jeonghan diciéndome que había quemado mi casa; solo eso pedía. Mi miedo aumentó al ver en la pantalla su nombre, y antes de morir del nerviosismo contesté.

—Solo dime que no quemaste la casa, por favor —dije exageradamente al contestar.

—No, y creo que es aún peor —dijo... ¿susurrando?

—Han, ¿por qué susurras?

—Creo que tendrás que comprar más comida... como para dos personas.

—¿De qué hablas? —sentí miedo.

—Creo que tus padres ya saben que estoy aquí.

¡Mierda! Detuve mi paso abruptamente; sentí que el aire simplemente dejaba de pasar. Mierda, mierda, mierda. Colgué el teléfono y apresuré el paso. Compré lo que creía adecuado para la cena y pasé por un pequeño supermercado para comprar algo decente que mis padres pudieran beber antes de regresar a casa. Juro que mi corazón palpitaba aún más que cuando vi a Jeonghan frente a mí nuevamente, y eso es decir mucho.

Al llegar tenía miedo de abrir la puerta, pero lo hice encontrándome con Jeonghan, mi padre y mi madre en una charla. Me alegré al no notar la presencia de la  maldita bastarda. Los presentes notaron mi llegada y mi madre abrió los ojos enormemente en el momento en que me vio; creo que fue por la falta de maquillaje. La reacción de mi padre fue igual pero más exagerada.

—Lia —habló mi papá a mi mamá— Creo que ya sé por qué Josh no quería ir a vernos.

Y así fue como mi madre se desmayó el 24 de diciembre en mi casa.

Matrimonio Forzado | JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora