Vladímir
Esto no está bien, mi reina; ya tiene rato que salió y no regresa. No está bien esto.
Comienzo a caminar hacia donde salió mi reina. Busco por todos lados, pero no la encuentro. Llego hasta donde está el laberinto que ella me había dicho.
Veo en el piso que la tierra está movida y observo que algo brilla. Me agacho para tomarlo y es uno de los aretes de mi reina.
—No, esto no está bien —me digo a mí mismo y comienzo a correr.
Salgo a la entrada y veo el auto de Dante. Irse rápidamente. Sé muy bien que él se la llevó.
Entro de nuevo adentro y busco a Francisco de inmediato. Lo veo a lo lejos hablando con Laura.
—Francisco, el plan salió mal; Dante se acaba de llevar a Any —le comunico y los dos se quedan sorprendidos.
—¡Qué! Tenemos que seguirlos —me responde Francisco. Nos vamos los tres hacia la entrada y entramos todos en un auto; salimos de inmediato de ahí.
—¿Sabes dónde está la casa de Dante? —le preguntó a Francisco, totalmente desesperado.
—No. —Los dos miramos a Laura.
—Laura, tú nos tienes que ayudar a llegar a la casa de tu hermano. Tiene a Any y si se entera de que está embarazada, es capaz de lo peor; tú misma no sabes —le exijo a Laura, totalmente desesperado.
—Está bien, sé que traicionaré a mi hermano, pero si es capaz de hacerle daño a Anabela —me contesta.
—Vamos. Laura, dile al chofer hacia dónde. —Le digo.
—Espera, Vladímir, no podemos ir solo con los hombres que traemos; si vamos así, nos matarán en el primer intento —agregó Francisco y sé que tiene razón.
—Bien, llévanos primero a la casa —le ordenó al chofer—, pero rápido.
El chofer cambia de dirección; vamos a toda velocidad hacia la casa. Llegamos y rápidamente entro al cuarto de armas.
Tomo una de mis armas y me la meto en la cintura. Tomo mi chaleco antibalas y me lo pongo. Agarro otra más grande y salgo hacia la sala.
—Bongan prepara a todos los mejores hombres; iremos de cacería —le ordeno y él solo asiente con la cabeza.
Estamos todos listos y armados hasta los dientes. Listos para salir.
—Hijo, ¿qué está pasando? —Escucho la voz de mi madre. Veo que trae a mi hija despierta.
—Madre, ¿por qué mi hija sigue despierta? —le digo; llego hasta ella y tomo a mi hija.
—La despertaron con todo este ruido que están haciendo —dice mi madre, señalando a todos mis hombres que están armados.
—Perdón, mi niña, pero un loco se llevó a tu mami —le cuento y le doy un beso a mi hija en la mejilla. Y se la entró a mi madre.
—¿En serio quién se llevó a Anabela? —me interroga mi madre tomando a la bebé en los brazos.
—Sí, madre, el perro de Dante Ferrara se llevó a Any —le expreso.
—Ten cuidado, hijo, sé que va a haber una lluvia de balas, No quiero perderte como a tu padre —me dice mi madre.
—Tendré cuidado, madre, pero sabes que daría mi vida por recuperar a Any y a mi bebé —la intento tranquilizar. Ella se me acerca y pone su mano en mi cara.
—Entonces debes de tener el doble de cuidado; tienes que estar para cuando nazca tu bebé —menciona. Tomo la mano de mi mamá y le doy un beso.
—Duerme a mi hija y si pasa algo, sabes qué hacer —le digo y me alejo de ella, acercándome al auto.
Laura me dio la dirección de la casa de ese hijo de perra de Dante. Nos vamos todos; mis mejores hombres van conmigo.
Nos vamos acercando a la dirección que nos dio; es una dirección un tanto alejada del pueblo.
Vemos la entrada de la casa, preparamos nuestras armas y el carro brindado. Agarra velocidad y choca contra la reja de la casa.
Cae de inmediato y la lluvia de disparos no se hace esperar. Los hombres bajan y empiezan a disparar a los hombres.
Bajamos Francisco y yo; varios de nuestros hombres nos rodean.
Nos comenzamos a abrir paso, entramos a la casa y los hombres de Dante nos comienzan a disparar.
Nosotros también disparamos; gracias a los chalecos antibalas, no nos entran las balas.
[***]
Después de un rato de disparos, casi todos los hombres están muertos.
Todo esto es muy raro, no hay suficientes hombres aquí. Debieron de haberse ido. Un hombre como él no puede tener tan poca gente.
Solo dejamos tres hombres vivos y una señora de servicio.
—Señor, ya revisamos toda la casa; no hay rastro de la señora Antonov —me dice Bongan.
—Sigue buscando alguna pista —digo y se va. Yo me acerco hasta los hombres y la mujer que están arrodillados en el piso—. Bien, esto será fácil. Díganme, ¿dónde está el hijo de puta de Dante?
Ninguno habla; todos me miran con cara de enojados. Ese silencio me hace enojar. Golpeó a uno de los hombres y este cae al piso.
—¡Díganme dónde mierdas está! —Nadie me hace caso.
—Primero muerto —uno de ellos me dice.
—Bien, eso quieren, sus deseos son órdenes. —Tomó mi arma y comenzó a dispararles en la cabeza. Uno por uno cae al piso. Llegó a la mujer.
—Por favor, señor, no me mate, no sé quién es, pero yo no tengo nada que ver en esto —me ruega la señora un poco mayor.
—Dime, ¿tú sabes algo de a dónde fueron? —le preguntó a la señora muy tranquilo.
—¿Busca a la señorita Anabela? —me dice la señora.
—¿Conoces a mi esposa? —la interrogó, algo confundido.
—Es su esposa. —Me mira la señora, sorprendida.
—Si ella es mi esposa, por eso busco a Dante; por eso, si sabe algo, dígamelo —le ruego.
—Yo no sé mucho, señor, pero le tengo mucho aprecio a su esposa. Solo escuché decir que irían a una bodega alejada del pueblo —me expresa la señora.
—Gracias, señora. Para recompensar su honestidad, la llevaré a otro lugar. —Le extiendo la mano a la señora y ella me da la mano y me la llevo—. Francisco, destruyan este lugar.
—Será un placer —me responde y veo cómo se va.
Salgo de la casa y llevo a la señora al auto. Veo a mis hombres bajando bombas de los autos. Tardan unos minutos en preparar todo.
Llega uno de mis hombres y me entrega un control. Les hago una seña para marcharnos de ese lugar.
Nos vamos y cuando estamos a una distancia segura. Presionó el botón y veo cómo la casa explota y cae.
No dejaré ese lugar en pie. Ese lugar fue donde mi Any sufrió demasiado. Donde ese hijo de perra la lastimó demasiado y no dejaré piedra sin mover hasta encontrarlo y matarlo.
Iré por ti, Dante; te arrepentirás de haberte medido con mi esposa...
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Eres mi venganza y mi perdición
RomanceAVISO LA NOVELA TIENE CAPÍTULOS FUERTES PERSONAS SENSIBLES ABSTÉNGANSE DE LEERLA. PERO SI OPTAN POR LEERLA LES RECOMIENDO DISCRECIÓN Y SE AHORREN SUS MALOS COMENTARIOS. GRACIAS.... Mi nombres es Anabela Accardi soy la hija de un mafioso, pero mi pad...