Laura
Veo al amor de mi vida, Francisco, y a mi hija Kira; es tan hermosa. Veo que los ojos de mi hija son exactamente iguales a los ojos de Francisco; eso me hace recordar nuestra primera vez.
Me meto en ese momento, recordándolo como si fuera ayer. Fue después de que llegamos a Rusia; Francisco me invitó a cenar.
(Recordando el momento tal y como fue)
Estoy tan nerviosa, vamos a cenar Francisco y yo. Miro mi reflejo en el espejo; Anabela me ayuda a rizarme el cabello.
—Anabela, me gustaría preguntarte algo —le digo algo temerosa.
—Dime qué pasa, Laura —me responde muy amable.
—Porque no me odiaste por todo lo que te hizo mi hermano. —Veo que deja de rizarme y me mira por el espejo.
—¿Por qué? Tú no tienes la culpa de nada; tú fuiste, al igual que yo, un peón usado en su juego. Pero dime, ¿es verdad que te comprometieron con alguien sin saberlo? —me sorprende escuchar esa pregunta, no sabía que ella estaba al tanto de eso.
—No sabía que estabas al tanto de eso, pero sí, mi familia hizo eso —añado.
—¿Por eso huiste para no casarte con ese hombre? —me vuelve a decir.
—En parte, pero cuando tú, hermanas y yo quedamos de vernos aquella vez, me da vergüenza decirlo, pero estamos entre mujeres. Yo estaba totalmente decidida a tener relaciones íntimas con Francisco porque el hombre quería que yo fuera virgen y si no lo era, pues, ya no me querría.
Pero no pasó nada entre Francisco y yo, todo fue un malentendido; el hombre pensó que sí había pasado algo y canceló todo, pero recuerdo que ese hombre le dijo a mi madre que quería mi cabeza o la de ella por ese insulto —le digo y las lágrimas casi salen de mis ojos al recordarlo.
—¿Y cómo arreglaron eso? —me vuelve a hacer otra pregunta.
—No sé cuándo ese hombre regresó; me encerraron en mi habitación, no sé qué le dieron a cambio. Pero mi madre, después de todo eso, me odió, me dijo que era una deshonra para la familia y por eso salí de esa casa —le respondo y eso me duele aún más. Siento sus brazos alrededor de mí; me está abrazando Anabela.
—Ya nunca más creas en eso, ahora tú eres parte de esta familia, aquí nadie te va a tratar así —esas palabras me hacen sentir bien, Anabela es muy buena conmigo. Bien, démonos prisa, no hay que hacer esperar a Francisco.
Ella se separa de mí y termina de rozarme el cabello. Voy bajando las escaleras; me encanta el vestido. Anabela me lo regaló. Es un lindo vestido de noche color azul rey, pegado en la parte de arriba con un escote en forma de corazón, con un lindo cinturón de diamantes en la cintura y la parte de abajo suelta hasta los pies.
Veo a Francisco en un lindo esmoquin; me gusta mucho. Me voltea a ver y observo su reacción. Llego hasta él y me tiende su mano y yo ya tomo.
—De vez hermosa, Lau —declaró; eso me hace sonrojar.
—Tú también te ves muy bien —es lo único que se me ocurre decir porque estoy muy sonrojada.
—Bien, vámonos. —Me pega a su cuerpo y se me acerca al oído. —Esta noche será inolvidable —me dice y se separa de mí. Nos acercamos a la puerta. Salimos de la casa y subimos al auto.
Siento su mirada en mí; en todo momento eso me causa mucha felicidad. Veo por la ventana, observo que llegamos a un restaurante muy elegante. El auto se detiene, Francisco sale del auto y me ayuda a bajar.
Siento su mano en mi cintura y entramos al restaurante; veo que Francisco le dice algo al hombre de la puerta en ruso y nos deja entrar de inmediato.
El restaurante es muy hermoso, me impresiona tanto lujo. Llegamos a una linda terraza en el segundo piso, veo una linda mesa con velas y pétalos de rosa rojos.
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Eres mi venganza y mi perdición
RomanceAVISO LA NOVELA TIENE CAPÍTULOS FUERTES PERSONAS SENSIBLES ABSTÉNGANSE DE LEERLA. PERO SI OPTAN POR LEERLA LES RECOMIENDO DISCRECIÓN Y SE AHORREN SUS MALOS COMENTARIOS. GRACIAS.... Mi nombres es Anabela Accardi soy la hija de un mafioso, pero mi pad...