Mi Vida Junto A Ti.

Capítulo 2.

P.O.V Ana.

Joder, es él.

-Discúlpame, de verdad lo siento, iba muy distraído -dice pero aún no se le quita esa hermosa pero estúpida sonrisa.

-Esta bien, ¿Pero de verdad tenías que mancharme de tu mierda en mi blusa?.

-Bueno, realmente creí que ibas muy monja a tu trabajo y creí que te verías más sexy con mi yogurth -me mira donde me ha tirado su yogurth- y vaya que si lo he logrado te miras mucho mejor, deberías de ponerte mas blusas transparentes para yo mancharte de nuevo -me guiña un ojo, es un completo gilipollas.

-Eres un imbécil -le digo y sin más sigo mi camino ya no podré cambiarme de ropa estoy un poco lejos de casa y después se me hará tarde. ¡Tan bien que iba mi día!.

Doy unos cuantos pasos más hasta que me doy cuenta de que varios hombres me miran y me sonríen de manera muy provocativa, entonces caigo en cuenta de que traigo blusa transparente y por lo empapado que está se me logra ver un poco mas de la cuenta, me quedo parada por un momento hasta que alguien me agarra fuertemente del brazo volteo a dónde proviene ese fuerte agarre y no grito pues ya se de quien se trata.

No estaba nerviosa ni mucho menos, bueno no por el momento hasta que me condujo a un callejón.

-¿Ahora me vas a querer llenar de basura también? -le pregunté, pero él solo rodó los ojos

-Claro que no, eso no es nada sexy -hace cara de asco pero después sonríe- solo te quería dar mi camisa como disculpa, digo creo que no puedes ir a cambiarte y yo fui el causante de este accidente -lo dice al mismo tiempo que se quitaba la camisa.

No mires Ana, no mires por lo que más quieras en el mundo.
¡Maldición! He mirado... tiene un cuerpo perfecto pareciera que fue esculpido por Dioses, ese abdomen me podría servir para lavar la ropa y no me molestaría en lavarla, aquí estoy tan embobada como siempre que no me di cuenta que ya me estaba viendo- ¿Sigues ahí? -dice, joder siento mi cara arder.

-Muy considerado de tu parte... amm... digo...yo...yo -joder Ana habla bien maldita sea- perdón quería decir que gracias y bueno yo me voy llegaré tarde al trabajo -caminé lo más rápido que puede, quería huir de él, huir de la manera en que me hace sentir su cercanía, no me importaba llegar al trabajo manchada allá bien podría cambiarme.

Salgo del baño con la camisa de ese chico de ojos grises y me dirijo a la caja.
Solo han pasado 10 minutos de que abrimos y ya tengo una larga fila... Soy muy rápida solo me faltan dos clientes de atender.

-Buenas tardes ¿Qué va a ordenar? -decir esto todo el tiempo que hay un cliente es agotador.

-Buenas tardes, quería ordenar una cita con usted, ¿Cuándo le parece bien? -esté hombre de verdad pareciera que me rastrea y que me sigue a todos lados.

-Disculpe Señor si no va a ordenar nada le pido que se retire -digo con amabilidad.

-Estoy ordenando una cita con usted y eso para mi es importante, ¿Quisiera ir conmigo a una lavandería así podría quitarle la mancha a su blusa? -sonríe con ironía, ha este imbécil que le sucede, que mierdas le pasa por su pequeño cerebro y como se atreve a hablarme de ese modo.

-Que te den -le digo y eso le hace mas gracia al imbécil.

-Así no se debe tratar a un cliente Señorita...-me hace cara de que yo termine la frase.

-Vete a la mierda -sonrío por dentro.

-Que horrible apellido para una bella mujer -me pongo roja hasta mas no poder- entonces ¿Si quisiera salir conmigo?.

-Oigan ya quiero pedir mi comida, Señorita ¿Le podría decir que si al joven para que ya se retire? -dice un señor de mediana edad, la verdad ni me di cuenta que había más personas esperando

-Si ella acepta salir conmigo -grita para que todo el restaurant lo escuché y me señala a mi- juro que yo pago la cuenta de todos.

De. verdad este hombre esta loco, sonrío.

-DÍGALE QUE SI -gritaban las personas.

-DÍGALE QUE SI -volvían a gritar.

-DÍGALE QUE SI -cada vez que gritaban hacían que me pusiera aún más ruborizada de lo que ya me encontraba.

-DÍGALE QUE SI -repetían una y otra vez.

En ese momento Elizabeth mi jefa sale corriendo por los gritos que hacían las personas, al ver el escándalo que había en su restaurant se quedó de piedra hasta que una compañera la puso al tanto y mi jefa totalmente divertida con la situación se retira a su oficina.

-¿Entonces? -me dice con cara de perrito que suplica que le den de comer, me arrepentiré demasiado por lo que haré, lo sé.

-Esta bien pero ni siquiera sabes mi nombre -genial Ana saldrás con alguien que ni siquiera sabe tu nombre y ni tu el de él, El brinca de emoción supongo al decirle que si saldría con él.

-Soy Christian Grey y tu eres Anastasia Steele, vez que si se tu nombre -¿Cómo rayos supo mi nombre?.

-¿Cómo es que sabes mi nombre? -lo interrogó

-DIJO QUE SIIIIIII -grita de nuevo, evitando mi pregunta- Te recojo hoy a las 8 en tu casa -sonríe como si se hubiera ganado la lotería- nos vemos mas tarde nena, mañana regreso para pagar lo que consumieron mis ayudantes a convencerte -y sin más se va.

Maldición olvide decirle mi dirección, me siento desilusionada pero a la vez aliviada así no tendré que salir con él.

El día ha pasado demasiado rápido y ya es momento de irme a casa, me despido de mis compañeros y me voy camino a casa pero los pensamientos de esta tarde vuelven a mi mente todo fue demasiado loco -sonrío- no puedo creer que traiga su camisa huele a él es perfecto... Mis pensamientos me consumieron tanto que no me di cuenta que ya llegue a casa.

Llego a mi habitación me pongo mi pijama que consiste en un pequeño short rosa  y una blusa blanca de tirantes, me hago un chongo y me voy a la sala a ver mi serie favorita The Walking Dead joder me casaría con el santa mata caminantes que es Rick ese hombre es precioso...se escucha el timbre del departamento ¿Quién mierdas interrumpe mi noche con Rick? Supongo que Kate debió perder de nuevo sus llaves.

-Kate te he dicho que no dejes tus llaves en donde se...a -Dios este hombre me ha sorprendió demasiado en tan solo un día.

-Buenas noches Señorita Steele ¿Así piensa irse a nuestra cita? -me inspecciona- esta usted hermosa hasta en pijama pero de verdad al lugar que vamos no le gustaría irse de esa manera tan provocativa...

Cierro la puerta lo más rápido que puedo y me voy corriendo a mi cuarto pero me doy cuenta que él sigue afuera y que le cerré la puerta en la cara. Serás estúpida Ana.

Abro la puerta y le digo:- Espera un momento no te muevas -le cierro de nuevo la puerta en la cara y me voy corriendo, ¿Dios como supo mi dirección este hombre?.