Capítulo 59.

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P.O.V Christian.

Dicen que la felicidad es una de las cosas que dura poco pero llega en muchas ocasiones, tenían razón, lamentablemente la tenían, nunca llegue a pensar que mi felicidad duraría nada, era difícil creer que se había ido que me había dejado de nuevo en la oscuridad cuando ella siempre fue mi luz, la luz que iluminaba mi camino, mi Ana se había ido, se marchó sin ni siquiera preocuparse por el daño que me estaba haciendo a mí su ida.

No tenía caso seguir escondiéndome entre las sombras de estas cuatro paredes si ya él policía que Ana llevo con Elena le había avisado a mis padres, no había de quién y dónde esconderse si ya todos sabían dónde me encontraba, un caso perdido.
Pasos resonaron detrás de mí, no me preocupaba quién fuese, ya nada me importaba.

-Así que aquí es donde mi hijo pasó sus días calurosos y sus noches frías.

Esa voz era inconfundible, después de tanto tiempo escucharla jamás me sentí tan feliz de volver a hacer, creo que hasta se puede decir que nunca creí volver a escuchar la voz de mi padre, ese padre que me crió y me cuido como si fuera lo más preciado de su vida, ese padre al cual yo le mentí y le destroce el corazón con mi supuesta partida, estaba preparado para que la desilusión me diera el golpe que me merecía hice sufrir a mi padre el ser que más me amo sinceramente, no lo culpaba si estaba molesto conmigo él estaba en su derecho. Ni siquiera pensé en cómo es que me encontró, o cómo supo que estaba aquí.

-No es tan malo como parece -dije aún de espaldas no podía tener ese valor de mirarlo a los ojos después de todo lo que le hice pasar, después de tanto dolor no puedo pretender que nada ocurrió, simplemente no puedo.

-¿No volverás a verme? -no respondí- ¿Ni siquiera me darás un abrazo? -preguntó, y me sorprendí para ser sinceros.

-No creo que merezca tus abrazos de nuevo -confesé, porque era verdad no merecía el amor que mi padre me estaba dando durante tantos años.

-Tienes razón no los mereces -eh ahí el dolor desgarrador en el pecho, pasos resonaron pero en esta habitación vacía no sabía con exactitud si se estaba alejando o lo tenía cerca- Tú te los has ganado.

Me giré para verlo y aunque no podía creer que él estaba frente a mí cosa que mis ojos me acababan de comprobar que si era verdad, mi padre está aquí conmigo.
El hombre que me enseñó andar en una bicicleta sin tener miedo de caer porque siempre me puedo levantar y que cada caída es algo nuevo que aprender.
El hombre con él que me enseñó las piezas de un carro, aunque él no supiera mucho de ellos y casi siempre se equivocaba de nombre con alguna pieza o herramienta.
El hombre con él cuál aprendí demasiadas cosas que tardaría una eternidad en enumerarlas.
El hombre que a los quince años me contó cómo conquistar a una chica, lo que le gustaba que hiciéramos y lo que más odiaban.
El hombre que decepcioné, al que le mentí y también lo traicioné, esa confianza que él me dio yo la rompí aunque el piensa que nunca fue así.
El hombre del que me fui separando poco a poco sin darme cuenta.

Mi padre me seguía queriendo a pesar de todas mis malas decisiones, él me seguía queriendo y no sabía si mentía o no, sus ojos me miraron y siendo sincero nunca había visto a mi padre llorar, no lo vi el día en que supuestamente morí pero ahora que lo veo aquí frente a mí y con lágrimas  inundando sus ojos me di cuenta que no quería verlo de esa manera nunca más. Carrick me siguió inspeccionando de pies a cabeza tal vez en busca de alguna mala señal de estado, claro que no encontró algún daño físico pero si tan sólo él pudiera ver mis sentimientos supiera que estoy más que mal, estoy destrozado, me dio una corta sonrisa sin mostrar sus dientes y después simplemente me abrazó, ese sentimiento de volverlo a tener entre mis brazos me hizo cerrar los ojos sintiendo como las lágrimas se escapaban y rodaban por mis mejillas, su abrazo era especial, un reencuentro y un amor de padre e hijo muy verdadero.

-¿Me extrañaste? -bromeé, aunque de verdad moría porque él lo dijera.

-No tienes ni una idea hijo, te amo y nunca vuelvas a irte de esa forma a menos de que nos vayámonos juntos ¿De acuerdo? -preguntó separándose un poco de mi solo lo suficiente para poder mirarnos frente a frente.

Lo abracé nuevamente no quería separarme de mi padre nunca más.

-Te amo papá -suspiré y sentía como las lágrimas volvían a hacerme presente- ¿Tú no me vas a abandonar? ¿Tú no lo harás como ella? ¿Cierto? -pregunté.

Carrick me soltó por completo y juro que en ese momento creí que se esfumaría y me diría "Nunca estuve contigo" pero eso no sucedió- ¿Te refieres a tú madre? -asentí.

Mi mamá se había convertido un mounstro, cuando ella siempre debió ser quien me protegiera de ellos, ella debió ser la persona que los espantara e hiciera que se fueran.

-Hijo tu madre se dejó manipular por una mente maestra -suspiro- una mente que creaba malos momentos tuyos haciéndole creer que siempre fuiste un chico malo, sus pensamientos están llenos de maldad e irresponsabilidad tú debes ser quien cambie eso en ella -¿Cambiarlo? ¿Podía?- Grace tuvo malas experiencias de pequeña no podemos culparla si ahora sus fantasmas del pasado la están atormentado -si hablaba del pasado caería de nuevo en el pensamiento de Ana- Ashley pudo mentir sobre muchísimas cosas tuyas Christian y hasta algunas acertaban con incredulidad en el pasado de tu madre es como una coincidencia, y entonces ella cayó profundo es nuestro turno de ayudarla a salir -No podía hacer tal cosa si mi madre no me permitía acércame a ella, aún sin contar que ella creyó que había muerto.

-Ella no me querrá cerca nunca más.

-Tardará un tiempo en darse cuenta que cayó en mentiras que parecían muy ciertas y verás que su mente se despejará de lo malo, pero necesita tiempo.

-¿La boda seguirá en pie? -pregunté.

-Eso es algo en lo que no pude hacer nada, ella se enteró de que sigues respirando y mágicamente comenzó con los preparativos para la boda -genial, rodé lo ojos- pero tal vez en este tiempo podríamos hacerle entender que está mal -me guiñó un ojo, como amaba a mi padre.

Lo abracé con fuerza más que la primera vez que lo abracé, esta vez era como si algo en mi estuviera buscando el consuelo en los brazos de él, y sabía que eso era exactamente lo que pasaba, quería encontrar el amor que Ana me quitó.

-Ella también se fue papá -lloré, solo había una chica por la cuál había llorado y mi papá siempre decía que si hago eso es que el amor es puro y sincero- Ana también me dejo ¿Ella también necesita tiempo? -si ella necesitaba tiempo yo sé lo daría, es más si se le acababa yo podría ir en busca de más pero con tal de que ella volviera y jamás me dejará- yo sé lo daré pero quiero que vuelva, haz que vuelva por favor -supliqué.

Quería a mi Ana de vuelta.

-Ella necesita que su mente se organice para poder darse cuenta que no es posible de alejarse de algo tan fuerte como él amor.

Mi Ana, mi hermosa Ana me había dejado con este amor loco que tengo para darle y que jamás dejaría de hacer, jamás podría dejar de amarla porque mi corazón me gritaba que ella es la indicada es la chica con la que quiero estar toda mi vida y lucharía por ello, solo si ella también deseaba pelear.

Mi Vida Junto A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora