Capítulo 52.

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P.O.V Ana.

Si esperaba que su respuesta me sorprendiera, sí que lo hizo.

-¿De qué estás hablando? -pregunte confusa.

-Mi mamá ya no es la misma, toda ella cambió drásticamente y como sabes no es para bien, se convirtió en una desconocida y nadie sabe lo que le provocó ese cambio.

-Lo sé -conteste mirando al suelo- es por eso que Carrick decidió irse directo al divorcio -no medí mis palabras, sabía que Christian no tenía idea de lo que sucede en su hogar, no desde que decidió morir.

-¿Mis padres se divorciaron? -sus ojos me gritaban todo lo que pasaba por su mente.

Había metido la pata, sí que lo había hecho. ¡Joder, Ana! ¿No puedes mantener tu boca callada por un rato? Tenía unas ganas de golpearme, lo hice aunque fuera mentalmente- No quería ser yo quien te diera la noticia -dije cortante, aunque sabía que nadie se lo podría contar ya que todos creen que está muerto, justo como yo lo creía hasta hace unos momentos.

-Tienes muchas dudas lo sé -dijo- y quiero aclararlas pero necesito que me des tiempo para hacerlo, solo quiero eso, no espero a que me des tu comprensión pero yo sé por qué lo hice.

-Comienza -lo alenté.

Suspiró, pero ese no fue un suspiro cualquiera decía que estaba cansado, cansado de todo, también podría ser cansancio de tanto mentir ya que se le ve fatal, había cambiado pero solo físicamente porque me seguía provocando todos estos sentimientos desde el primer día.

-Como te dije necesito tiempo -repitió y yo solté un bufido, era increíble.

-Tiempo -repetí- ¿Tiempo? ¿De verdad? -asintió- Christian has tenido días enteros desde que creí que estabas muerto para pensar en cómo me lo dirías cuando me volvieras a ver... -una idea cruzó por mi mente- ¿Algún día pensaste que nos volveríamos a ver o eso ya era un adiós definitivo?.

La cara de Christian se volvió misteriosa, escondiendo otro secreto dándome la clara y precisa respuesta a mi pregunta, esto era más que increíble simplemente no podía creerlo.

-Ese era un adiós definitivo, obviamente -respondí por él.

-No quiero que salgas lastimada por mí -dijo mientras con paso lento e inseguro se acercaba a mí dejándome de piedra, no podía tenerle muy cerca o toda mi barrera de orgullo se desvanecería.

-Tu no eliges quien me lastimará y mucho menos si esa persona puede hacerlo.

-En este caso sí puedo y lo haré aunque tú no estés de acuerdo -dijo borde.

¡Dios! Este hombre es imposible. Ahora que lo tengo de nuevo frente a mí y sé que no está muerto ¿Me pide que me aleje de él? ¡No! ¡No me lo pide! Me lo está informando.

-Necesito que te alejes de mí, haz de nuevo tu vida -suspiro- pero esta vez déjame fuera de ella.

-¿Eso es lo que quieres tú? -le dije con mis lagrimas al borde de mis ojos.

Sus ojos grises me miraban, me traspasaban, no respondió al instante y comprendí que estaba indeciso- Es lo mejor para ti -se rindió y por fin me dejo de mentir.

-Sólo estás pensando en lo que es mejor para mí y dime... ¿Qué hay de ti? -me acerqué más a él tragándome mi estúpido orgullo- no quiero nada si uno de los dos sale perjudicado, prefiero mil veces salir lastimada a tu lado que cualquier otra cosa -con mi mano derecha acaricie su mejilla, cuanto extrañaba acariciarlo.

Christian cerró sus ojos disfrutando de aquella caricia- No sabes lo que dices.

Estaba más que segura de las palabras que salían de mi boca, por supuesto que lo estaba, mi Christian estaba aquí frente a mí, la vida me estaba dando otra segunda oportunidad para ser feliz junto al chico que amo, no me importaba lo que hizo, ni lo que sufrí por su ida porque al final de cuentas valió la pena tanto dolor.

Mi Vida Junto A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora