Capítulo 38.

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P.O.V Mia.

Christian nunca ha sido un mal hijo ni mucho menos ha sido una mala persona.
El no merece esto, el no merece nada de lo que está pasándole en estos momentos el merece ser feliz a lado de la mujer que realmente ama y no ser condenado a pasar el resto de su vida con una mujer tan horrenda como lo es Ashley.

Mi hermano la está pasando muy mal, jamás se había enamorado de una mujer como lo está de Ana y resulta que la mujer que se supone que lo debe apoyar en todas sus decisiones es quien lo está destruyendo, oh mamá ¿Qué es lo que te ocurre? Susurré al vacío ya que no había nadie en ese lugar.

Christian prefirió estar sólo y aunque yo no estaba segura de dejarlo tenía que respetar su decisión, ahora más que nunca necesita su propio espacio, para pensar y también para desahogarse él normalmente nunca se permite que lo vean llorar dice que las lágrimas son solo para los cobardes y es que eso es mentira y él era consciente de eso. -pasó ambas manos por mi cabello- me siento frustrada por no poder ayudarlo, por no poder ayudarlo a ser feliz como él me ha hecho sentir desde pequeños, pero no me rendiré, debo ayudarlo.

Antes de salir de mi habitación me detengo ¿Cómo estará Ana? ¿Se habrá enterado ya? Solo espero que no, quedará destrozada cuando se enteré. Un golpe inunda la habitación de Christian enseguida reaccionó ¿Qué estás haciendo Christian? Corro directo a su habitación e intento abrir la puerta pero como era de esperarse esta tenía seguro.

-¡Christian! ¡Christian! -le gritó pero no tengo respuesta de su parte.

Tras segundos de completo silencio se escuchan cristales rompiéndose en mil pedazos. Gruñidos llenos de frustración. Lamentos. Sollozos.
Christian tiene que haber una solución, la hay, solo es cuestión de pensar ¿Cuál es?.

-¡Christian! ¡Ábreme la puerta por favor!.

Doy unos fuertes golpes en la puerta pero sé que él no me abrirá aún así tengo que intentarlo, él siempre finge ser un hombre fuerte, uno que jamás demuestra sus sentimientos por qué supuestamente no tiene pero desde que Ana llego a su vida todo cambio y se permitió demostrar el sentimiento del amor aquel sentimiento tan más difícil de sentir y de superar. Déjalo Mia susurraba mi subconsciente. No jamás haría eso y menos sabiendo que Christian era tan imprudente y podría hacer una estupidez en cualquier instante.

El móvil de Christian sonó y éste contestó mientras yo escuchaba atentamente detrás de la puerta- ¿Ana?.

Mi corazón se detuvo era Ana quien le había llamado y sus intenciones eran claras aunque yo no pudiera escuchar lo que ella decía, ya se había enterado de lo ocurrido. Ashley sí que es rápida.

-Ana de verdad no es lo que parece -la voz de Christian fue llenándose de preocupación- No. No Ana. No déjame explicarte -suplicó, pero creo que Ana no le dio la oportunidad de hacerlo. Christian soltó otro gruñido pero aún más fuerte. Ella le había colgado.

-¡JODER! ¿POR QUÉ ME PASA ESTO A MI? -gritó al vacío de su habitación. Esa es una pregunta que jamás tendrá respuesta Christian.

-NO TE QUIERO PERDER MI AMOR. TE AMO ANA. TE AMARE POR SIEMPRE ¿LO RECUERDAS? -gritó nuevamente.

-Justo ayer nos lo prometimos ¿Recuerdas? Cuando estábamos recostados en la hierva disfrutando de lo maravillosa de la noche ¿Acaso lo has olvidado? ¿Crees que te dejare de amar algún día? -preguntó pero realmente no sé a quién, si él estaba completamente sólo en ese lugar- Yo espero que no y sé que así será jamás te dejaré de amar eres lo mejor que me ha pasado en la vida -se escucho un golpe seco, tal vez Christian se dejó caer, se estaba rindiendo.

Más sollozos. Sollozó aún mucho más fuerte, las lágrimas que no sabía que me había atacado los ojos salieron unas tras otra sin parar y es que me dolía demasiado lo que había dicho me había terminado de destrozar, él la amaba más que a nadie en el mundo y nadie lo culpaba Ana es una mujer demasiado maravillosa. Ninguno de los dos merece este daño, ellos deben compartir demasiadas cosas pero el daño que les están haciendo no debe ser uno de ellos.

-¿Qué quieres? -preguntó y por un vago momento creí que se dirigía a mí pero no fue así- ¿Lo tienes? -estaba llamando por su móvil- ¿Ya? -escucho atentamente a lo que le decía la voz del otro lado de la línea- No importa qué tan grande esté, solo lo quiero ahí en 10 minutos más tardar -le gritó- ¿En dónde mismo? De acuerdo voy para allá.

¿De qué estaba hablando Christian? Me quede pensando unos cuantos minutos que no me di cuenta de que él estaba en frente de mí. Se miraba tan mal, sus ojos estaban tan rojos, tenía pequeñas cortadas, las venas de sus brazos estaban tan saltadas que me asusté, estaba despeinado, nariz roja estaba echo un total desastre.
Lo abracé, lo abracé fuerte para que supiera que tenía todo mi apoyo, el tardo tiempo en responde el abrazo pero lo hizo eso era lo que importaba.

-Encontraremos la solución Christian -le susurré al oído y él se aferró aún más a mi cuerpo. Me partió el alma verlo de esa manera. Ese no era el Christian que yo conocía pero es que al Christian anterior no lo estaban separando del amor de su vida.

-Ella no quiere saber nada de mi, Mia -susurró, se refería a Ana.

-Lo solucionaremos juntos ¿De acuerdo? -no sabía que otra cosa decirle para darle seguridad, pero tampoco hable de Ana por qué lo último que él necesitaba era que yo también me rompiera a llorar.

Christian se separó de mi y me dio una sonrisa forzada, me dio un beso en el cabello, después se dio la vuelta ¿Ah donde se dirigía?- ¿Ah donde vas? -pregunte mordiéndome las uñas.

-Es momento de patear unos cuantos traseros -dijo y desapareció de mi vista.

Me quede de piedra. ¡Dios no! Otra vez no, por favor. Se supone que ya lo había dejado de por vida y resulta que está volviendo a las andadas. ¡Christian esto no traerá a Ana de vuelta! Pensé. Las lágrimas que tenía parecen no parar. Christian volvería a pelear, él se dirigía a su próxima pelea. Tengo que llamar a Ana ella es la única que podría detenerlo a hacer esa locura.

Marque un par de veces su número pero ella no respondía y no creía que lo haría pero me equivoque.

-¿Qué pasa Mia? -estaba llorando y le sorprendió que yo también lo hiciera- ¿Mia? ¿Qué ocurre? Respóndeme por favor -suplicaba, pero yo no tenía voz para decirlo- Mia habla de una maldita vez ¡Me estás asustando!.

-Chri... Christian -susurré, Ana dejó escapar un pequeño gemido.

-¿Qué pasa con el? -preguntó preocupada.

-Salió de casa y se dirige a su próxima pelea -no sé de dónde exactamente saque esas palabras pero por fin lo hice, se lo dije.

-¿En el mismo lugar de siempre? -preguntó.

-No me lo dijo pero escuché cuando hablo por teléfono y eso parece.

No hizo falta más palabras para que ella fuera a por él, porque ya me había colgado. Solo espero que Ana llegue a tiempo. Christian no se encontraba en sus cinco sentidos y puede que esta vez reciba más golpes de los que él suele dar. Solo trata de protegerte bien Christian, no dejes que te golpeen susurré por si Ana no llegaba a tiempo. Espero que eso no suceda.

Mi Vida Junto A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora