Mi Vida Junto A Ti.

Capítulo 17.

P.O.V Ana.

Llego a casa, para mí suerte Kate no se encuentra así podré evitarme su cuestionario.

Me recuesto en mi cama y por fin me permito sacar todo el dolor, el coraje, todo lo que él me hace sentir, maldición ¿Sólo quería tener sexo conmigo?, como no se me pasó antes por la cabeza, es Christian, antes de mí él era un mujeriego, barría el nombre de las mujeres con el sexo y luego las desechaba así como si nada ¿Porque se me ocurrió siquiera el que yo sería la excepción? Todo él era maravilloso, puto vacío en mi corazón ya no lo quiero sentir más, no quiero derramar ni una sola gota de lagrima ya, pero esto es a lo que yo le temía, esta era mi razón de no enamorarme ya, estaba cansada de sufrir por eso yo no lo quería aceptar pero mi debilidad pudo más conmigo y las dos salimos perdiendo.

¿Porque me tuve que enamorar de ti Christian Grey? ¿Porque? Maldición, te amaba más bien te sigo amando y eso es lo que más me da rabia que aún así lo que allá pasado momentos anteriores yo no podría dejar de hacerlo.

Mi celular no a dejado de sonar pero debido a la canción que suena sé que es Christian, apago mi celular y me recuesto nuevamente en la cama ¿Porque lloras Ana? Lloras por algo que jamás has tenido, que él jamás a sentido, es demasiado ridículo pero aún así no me puedo detener, quiero sacar todo, quiero gritar, quiero romper todo, mi alma me pide a gritos que saque todo lo que siento y eso haré.

Rompo cada cuadro de fotos que tenemos juntos, las lanzó contra la pared y veo cómo se rompen en miles de pedazos, al momento que quiero lanzar otra fotografía me detengo la observo por minutos estamos Christian y yo en la cama de mi habitación, yo me encuentro dormida abrazada más bien aferrada al cuerpo de él en cuanto él está de perfil viéndome con esos ojos que solía creer que me miraban con amor pero no era eso, sostiene la cámara con el brazo derecho y el izquierdo lo tiene ocupado abrazándome, no puedo evitar ver esa imagen y no llorar, mis lagrimas de rabia salen y continúan saliendo sin parar, no puedo más y la lanzó contra el espejo donde alguna vez él y yo hacíamos caras estúpidas mientras nos tomábamos fotos, los pequeños cristales caen pero algunos se quedaron ahí me acerco al que antes era el espejo y comienzo a quitar con mis manos los cristales que aún siguen ahí mis manos están escurriendo un poco de sangre, duele, pero no tanto como el dolor que siento en mi pecho, volteo a ver a mi cama quito bruscamente las sábanas blancas que ahora tienen pequeñas manchas de sangre las lanzó al otro lado de mi habitación pero el dolor sigue ahí, grito con todas mis fuerzas:

-¡TE ODIO CHRISTIAN GREY! TE ODIO -sollozó mientras me deslizo lentamente por la pared haciéndome quedar en el duro y frío suelo.

La puerta de mi habitación se abre de golpe pero no me vuelvo para ver quién a entrado.

-¡Maldición Annie! ¿Qué pasó? -Adam suena muy preocupado, no le respondo y escucho como los cristales del espejo crujen tras las pisadas de Adam- Joder Ana ¿Qué te a pasado en los brazos? -vuelve a preguntar.

-Ana ¿Qué pasó? -pregunta Kate con la voz entrecortada, sé que les preocupó pero por ahora quiero estar sola.

-Estoy bien, solo quiero estar sola -les respondo como puedo, el nudo en mi garganta no me permite hablar bien.

Levantó la cabeza para poder verlos y como era de esperarse ambos tienen cara de preocupación, quiero estar sola, quiero aclarar mis ideas, quiero llorar por el resto del día, pero necesito tanto un abrazo, Adam esta a pocos centímetros de mí no quiero volver a ver un hombre en mi vida o más bien no quiero que ningún otro hombre este en mi vida yo aprendí que si mi papá me fallo cualquier hombre lo haría pero Christian me cegó todo eso.

Volteo a ver a Kate y después a Adam me lanzó a sus brazos, él puede ser el único hombre que no me falle tal vez lo hizo anteriormente pero su comportamiento hace que piense muy diferente de él, Por favor Ana, Christian también hizo lo mismo y mira cómo te encuentras ahora, estúpida subconsciente de mierda, no me importa y sigo abrazando a Adam con todas mis fuerzas.

-El me dejo Adam -sollozo en su cuello- Me dejo -vuelvo a repetir- Solo me llevó a la cama y después me desecho como si fuera basura -le digo con voz temblorosa, el al escuchar mis palabras se puso totalmente rígido y se lo que piensa- No lo hagas por favor, no hoy, necesito a mi hermano conmigo -le digo entre sollozos.

-Ana tengo que hacer algo -me dice y por su tono de voz sé que está conteniendo todo su enojo.

-Hoy no, por favor -le suplicó.

-Esta bien Ana, pero ven vamos a llevarte al hospital a que te chequen tus manos -sé que no es una opción si no una orden que no estoy dispuesta a seguir.

-Por supuesto que no, solo son pequeños cortes Adam no es para tanto -me gustaría tener millones de cortadas en lugar de lo que siento en mi pecho.

-Ana estás sangrando tenemos que ir al hospital -me dice esta vez Kate.

-Saben que no me ganarán así que pierden su tiempo.

-¿Y qué harás? -no entendí exactamente a lo que se refería Adam- me refiero a tus cortadas ¿Qué harás con ellas? -me aclara.

Me encojo de hombros -Me pondré una estúpida venda y ya no es para tanto solo son pequeños cortes.

Adam se pasa ambas manos por el cabello aparentemente frustrado -Eres tan cabezota -dime algo que no sepa pienso.

-Yo recogeré todo esto y tú Adam ponle una venda o has algo con sus manos y después llévatela a otro lugar por un rato, este chiquero tardará en arreglar -le ordena Kate, ella tiene ese sentimiento tan maternal hacía mí no me agrada pero aveces suele gustarme.

Salimos de mi habitación que está echa un asco gracias a mi, no dudó que Adam y Kate me crean una loca puesto que he echo cosas para que piensen eso sobre mí. Adam busca el botiquín de emergencias en el baño, me desinfecta la herida y después me coloca la gasa.

-Adam no quiero que me creas una loca -le digo con un poco de vergüenza en mi voz.

-Creo que ya es muy tarde Annie -me mira directo a los ojos, frunzo el ceño- Si creo que eres una loca, en tu cabeza pasa todo tipo de mierdas que es difícil sacarlas de ahí pero tienes esa puta locura hermosa que ninguna otra persona tiene, excepto esta locura que acabas de hacer esa si no es ni siquiera bonita, da miedo, tu sueles hacer locuras como las que ninguna otra persona se atreve a hacer pero esta sí que no me a gustado, no la vuelvas a hacer por favor -su voz derrama preocupación en cada palabra, asiento.

-Yo solo quería sacar todo el dolor que sentía pero fallé... el dolor sigue ahí -oh no, putas lágrimas me vuelven a amenazar con salir de nuevo.

-No llores Annie, ¿Quieres salir de aquí por el resto del día? -agradezco mucho que el intente hacerme sentir mejor pero no quiero hacer nada- Se lo que se te pasa por la mente pero esta vez no te saldrás con la tuya, ve y cámbiate que saldremos en 10 -no tengo tantas ganas de pelear así que haré lo que me pida.

-También debes cambiarte deje gran parte de mi sangre en tu chaqueta -le digo.

-Tienes razón después las personas pensarán que me llegó la menstruación y me limpie con mi chaqueta porque no encontraba toalla sanitaria -me responde con voz de mujer.

Suelto una pequeña risita no me encontraba de buen humor pero Adam era igual que yo siempre conseguía lo que quería y esta vez quería verme sonreír... lo logró.