Mi Vida Junto A Ti.

Capítulo Final.

Antes de comenzar a leer el capítulo les pido de favor que escuchen la canción que agregué acá arriba y si no les es posible escuchar por ahí se llama "Addicted - Morgan Page ft. Greg Laswell" gracias.

P.O.V Ana.

Cuatro meses después...

Los meses pasaban volando, iban con tanta prisa que cualquier persona que deseará frenarlos ellos se los llevaban de encuentro.
Las semanas parecían aire, no podía ser vista porque cuando querías hacerlo ya comenzaba un nuevo día de otra semana.
Los días eran como agua en el desierto, tal vez solo era una alucinación de si estaba pasando o no, nunca se sabía, porque es difícil saberlo cuando ya estás en otro día.
Las horas amenazaban con que pronto y cuando menos lo esperemos se acabará, sin darnos la compasión de tratar de hacer lo que deseábamos.

Estaba siendo un completo infierno.

Ver cómo pasaba todo, como pasaba la vida frente a mí y yo siendo tan ciega no podía notarlo, se me estaba escapando de mis propias manos, de mis propias fuerzas. Dicen que el tiempo es la mejor cura para el dolor y corazones rotos, mi tiempo es lo suficientemente fuerte como para destrozarme más de lo que ya me encontraba, mi tiempo estaba siendo mi peor enemigo aparte del orgullo, esas dos cosas que parecen simples estaban acabando con mi felicidad pero la verdadera culpable aquí soy yo, yo lo soy por permitirles cumplir su trabajo.

Un día tenía las suficientes fuerzas como para reunir coraje y enfrentar los problemas pero el miedo se encargó de que eso se esfumará volviéndome una maquina imparable de inseguridad hacia mí misma.
El día siguiente deseaba con todo mi corazón intentar darle una nueva oportunidad a la persona que me hacía feliz pero mi orgullo hizo muy bien su trabajo y me tuve que tragar todas y cada una de mis palabras cursis de disculpas.
Ya no estaba siendo consciente de los días que pasaron y de todos los sentimientos que se encargaron de no ayudarme a hacer una acción que me podría favorecer en muchas cosas pero una de ellas era la que más me importaba: la felicidad, quería serlo nuevamente pero sin ayuda de mi yo interna me resultaba difícil.

-¿Te quedarás ahí sentada viendo como todo se acaba? -preguntó Kate desde la cocina, provocando que me girará para poder mirarla.

-Tal vez -me encogí de hombros- es lo mejor que puedo hacer hasta ahora.

Kate negó con su cabeza varías veces ella estaba muy decepcionada de mí y no podría culparla está chica en la que me estaba convirtiendo no tiene ni un poco de parecido a la chica que fui desde un inicio, aquella chica fuerte que no se dejaba vencer por nada, aquella que luchaba por lo que más quería y no se rendía hasta ganar, no quedaba nada de aquella chica. Kate había sido testigo y una muy buena amiga escuchando cada una de mis palabras con detalles desde mi encuentro con Elena, ella me escuchó sin decir una palabra y me abrazo hasta que creyó que los problemas se habían ido, pero que ilusa fue, ese problema no se irá hasta que sea resuelto y yo no tenía ganas de darle una mano. Fue ella quien me miró llorar durante horas, días, sin parar, eso aliviaba un poco de dolor pero no el suficiente que necesitaba. Kate tomó su taza de té, la seguí con mi mirada y caminó hasta quedar frente a mí, se sentó en la mesita y que bueno que ella es de peso ligero porque si no en estos momentos estaríamos en el funeral de la mesita, sus grandes ojos verdes me miraron y sabía lo que venía a continuación.

-¿Te estás dando por vencida? -preguntó entrecerrando sus ojos- ¿Dejarás que la vida te consuma y tú ni pelearas?.

-Los buenos guerreros saben cuándo retirase.

-¿Quién eres? ¿Qué hiciste con mi Ana? -preguntó y su labio inferior fue víctima de sus dientes.

-Kate déjalo... -comencé a decirle pero me interrumpió.