Mi Vida Junto A Ti.

Capítulo 44.

P.O.V Ana.

El aire a nuestro alrededor se volvió más pesado, más incómodo después de la plática que acabábamos de terminar Ethan y yo. ¿Todo sería así? ¿Tan complicado? No podía pensar en una manera de aligerar el ambiente entre ambos ya que tal vez con cualquier palabra que dijera podía ser muy dura, pero en realidad es que ya no soporto este silencio, jamás lo he hecho.

-¿Cómo era? -pregunte sabiendo que excavaría más a fondo el recuerdo que él tiene de ella. Definitivamente soy demasiado egoísta.

-Es incómodo decirlo pero te pareces a ella, no en el cuerpo más bien en el rostro y en la forma de ser solo que ella tenía unos ojos cafés realmente espléndidos, no era un café común... era un café dispuesto a que te pierdas en él.

-¿Tú lo hacías? -volví a preguntar para tratar de desviar el tema de mi parecido a ella.

Ethan no respondió al instante que termine de hacerle la pregunta, pero lo que sí hizo fue mirarme de una manera tan maravillosa que parecía que no había más a los lados de nosotros. Me evaluaba. Me sentía inspeccionada por esa mirada que a cualquiera le gustaba. No decía absolutamente nada mientras sus ojos me inspeccionaban y me decían todo, todo lo que pasaba por ellos, todo lo que pensaba, no hubo excepción de ocultarme algo. Él soltó una sonrisilla incrédula mientras negaba con la cabeza, sabía lo que pensaba, sus ojos me lo gritaban.

-Todos los días que logré verlos y hasta cansarme de hacerlo -dijo al fin.

-Era una chica afortunada -¿Por qué dije eso?.

No me gusta hacerme la tonta, sabía porque había dicho eso, lo sabía perfectamente. Ethan no era de los chicos más guapos del mundo pero su belleza no se destaca por lo físico si no por lo emocional. Él puede ser acusado de muchas cosas pero en el fondo era un chico demasiado tierno, muchísimo.

Negó con la cabeza- No cariño -su voz era baja pero distorsionada, culpa de las lagrimas- Yo fui el afortunado de tenerla en mi vida, lo fui el tiempo que compartíamos juntos.

-La forma en la que hablas de ella es muy... -¿Qué palabra es la adecuada para decirle?- emotiva, es precioso escucharte hablar de ella de esa manera.

-Me recuerda a nuestra primera platica -recordó- el primer día en que te conocí, cuando nos sentamos contemplando la traslúcida agua del lago -miro hacía el cielo- mientras tú hablabas de Christian sonabas extrañamente emotiva y la forma en que tus ojos brillaban al momento de mencionarlo era muy... maravilloso.

Sonreí dándole una muy buena bienvenida a la nostalgia que ya estaba más que dispuesta a venir a mí- En ese entonces no había nadie más para mí que sólo Christian y en este entonces también, nadie más existirá echo para estar a mi lado, sólo él.

-Ya veo -suspiro con pesadez- siempre que te veía junto a Christian, la manera en que ambos se miraban, de esa manera en que ya sabes que no estás buscando a nadie más porque ya lo has encontrado esa pequeña muestra de afecto que es más que suficiente para saber que están perdidos el uno en el otro era la forma en que yo sabía que miraba a Dani, en pocas palabras ustedes dos eran como el reflejo de ella y mío -confesó.

-La mirada es el peor lugar dónde enterrar tus secretos.

-Tarde o temprano sacan la verdad a la luz.

Lo miré atónita y totalmente sorprendida así era como yo lo creía y el también lo sentía de esa manera- Exacto.

Él brazos de Ethan salió disparado hasta mis hombros atrayéndome hacia él en un abrazo demasiado fuerte que casi pensé que me asfixiaría en el. No era un abrazo típico en nosotros, esta vez era extrañamente diferente, este abrazo decía miles de cosas cerrando el trato de que ambos estaríamos él uno para el otro si en algún caso nos llegáramos a necesitar como de esta manera lo hacemos.