Capítulo 36.

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P.O.V Christian.

Despierto por el molesto dolor que aparece en mi brazo derecho. Me sobresaltó al notar que no estoy en mi habitación si no en la de Mia ¿Qué hago aquí? ¡Oh si! Ya recordé, me quede dormido y seguramente Mia hizo lo mismo pero recargada en mi brazo y a eso se debe el dolor. Me tallo ambos ojos como puedo ya que mi brazo no me lo permite del todo bien y voy en busca de mi hermanita ya que no se encuentra por alguna extraña razón en la habitación.

Salgo al pasillo dónde puedo escuchar claramente las voces de varias mujeres. Camino un poco más para encontrarme con Mia necesito que me ayude a salir quiero ver a Ana, necesito verla pero primero que nada necesito una ducha huelo de la mierda. Al estar bajando las escaleras me doy cuenta de que las mujeres anteriores no hablan si no que discuten entre ellas está mi madre, la inconfundible voz de Mia y también se encuentra... Ashley ¡Joder no!.

Las tres mujeres voltean a verme en cuanto se dan cuenta de mi presencia.
Mia parece que está a punto de estallar de la furia.
Mi madre parece sorprendida.
Y Ashley... Oh Ashley te has de haber salido con la tuya, tu cara de felicidad te delata por completo y espero que yo no tenga nada que ver con su felicidad.

-¡Oh Christian! ¡Querido! -dice mi madre en un tono jocoso.

-Ahora que quieres madre -le preguntó cortante.

No odiaba a mi madre porque me resultaba muy difícil odiar a la persona que me dio la vida y me cuido desde que tengo memoria pero poco a poco se está ganando ese odio  ¿Por qué cojones le va a creer a una persona cualquiera que a su propio hijo? Cualquier otra madre apoyaría a su hijo, no a una zorra mentirosa como Ashley.

-Christian... -dijo Mia pero mi madre la corto antes de que dijera cualquier otra palabra.

-¡Cállate Mia! -exclamó con furia.

-¿Qué mierdas sucede aquí? -dije en tono calmado, me sentía cansado de que le dieran tantas vueltas al asunto solo quería que llegarán al grano.

Mi madre soltó una sonrisa de medio lado de esas las cual Elena solía hacer cuando se preparaba para darme una buena paliza.

-Ese lenguaje Christian -gritó, pero después de eso se calmo- Te tengo una gran noticia hijo -Ashley sonrío, esto ya no me agradaba para nada, mejor dicho no me agrado desde el momento en que vi a Ashley en mi casa.

Mia nos sorprendió a todos cuando soltó una ruidosa carcajada sarcástica- ¿Hablas en serio? -bufo- No vengas con tus estúpideces Grace -que Mia le hablará por el nombre a nuestra madre no decía nada bueno.

-No me hables de esa manera niña -gruñó, pero Mia no se detuvo.

-¡Anda! ¡Dile! ¡Dile que se casará con está zorra! -esta vez la que levanto la voz fue Mia, pero eso no importó, si no la gran importancia se la llevaba lo que acababa de decir.

Mi mundo se detuvo. Sentí que deje de respirar, me hacía demasiada falta el oxígeno es como si me hubieran dado un golpe bajo y así fue, fue demasiado bajo como para ser cierto. No logré escuchar nada más... mis oídos simplemente prefirieron no escuchar más, no quería hacerlo por qué sabía que si lo hacía me rompería o me desequilibraría un poco más de lo que ya estoy, si eso es posible pensé.

¡Me iba a casar! Me casaría con una mujer a la que no siento amor en lo absoluto.
Con una mujer con la cual no he compartido todos mis pasatiempos favoritos.
Con una mujer que no compartíamos el sentimiento de amor.
Con una mujer con la cual  no deseo compartir mis noches junto a ella.
Con una mujer que cuando sonríe me alegra por completo mis días.
Con una mujer con la cual me sigue en mis locuras.
Con una mujer que no compartía mis fracasos y derrotas, pero también mis guerras ganadas.
Simplemente no me casaría con la mujer que yo amaba más que a nadie en el mundo.
Me casaría con una mujer que no era Ana y tan solo de pensarlo duele, duele muchísimo. Pero puedo evitar ese dolor si me opongo.

-No -susurré captando la atención de todas.

-¿Cómo dices querido? -Grace no pudo evitar su tono de voz brusco.

-Qué no me casaré con ella -la mire directo a los ojos así ella notaría mi seguridad- No me casaré con nadie a menos que sea Anastasia -gruñí.

Grace soltó una carcajada y se limpió una lagrima imaginaría- Hay querido, no es si quieres o no, simplemente no es opción, te casarás con ella por qué tomarás tu responsabilidad como padre -sentí que mi mundo se detuvo por segunda vez en tan solos unos minutos ¡Qué alguien pare el mundo que me quiero bajar!.

-¿Padre? -Mia volvió a tomar la palabra, yo me sentía totalmente fuera de lugar- ¿De verdad crees que Christian es el padre de esa cosa? ¿Acaso si quiera te has puesto a pensar en todos los hombres con los que ella se a metido? ¡Por favor Grace! ¡Hasta se metió con el profesor Casillas y tan solo llevaba menos de una semana ingresada en la preparatoria! ¡Eres doctora! Tú misma comprueba que Christian sea el padre como dice esta que lo es. Amabas sabemos que si va con otro doctor podrá manipularlo y mentirte como ya lo hace -Mia tenía el coraje como mi padre y como yo solo que yo no lo encontraba.

-¡¡¡CÁLLATE DE UNA BUENA VEZ PUTA!!! -le gritó Ashley.

-¿Qué? ¿Acaso te da miedo de que te descubran? ¡Ja! Por favor si tú sola te has descubierto cariño. ¡Por eso té expulsaron de la preparatoria! Por qué te vieron desnuda  en el salón de química esperando al profesor -Mia no hablaba si no que escupía sus palabras con odio.

Sonreí al saber que lo que había dicho Mia, Ana y yo éramos los causantes de esa divertida escena pero mi sonrisa no duró mucho ya que Ashley se acercaba amenazante a donde se encontraba Mia, conocía cual era su intención así que me pare enfrente de Mia y detuve lo que estaba apunto de hacer.

La mano de Ashley quedó al aire, no llegó a su destino - Ni se te ocurra tocarla ¿Me oíste? -susurre amenazante y apreté con mayor fuerza el brazo de Ashley.

-Me lastimas Christian -dijo ella.

-No creo que ese dolor se compare con lo que nos hiciste a Ana y a mí -la mire directo a los ojos.

-Si no te casas con ella sabrás realmente lo que significa el dolor -dijo Grace captando mi atención.

¿A qué se refería? Pensé, hasta que entre en razón- No te atreverías.

-¿Me quieres poner a prueba? -dijo con malicia.

Solté el brazo de Ashley y junte todas mis fuerzas para no romperme a llorar frente a esta mujer desconocida para mí, no quería que me viera vulnerable- ¿Quién eres?.

-Es hora de que descubras que tú madre no siempre fue buena.

Realmente esta mujer no era mi madre, ella no se comportaba de esta manera tan horrible, a ella no le gustaba hacerme daño, ni tampoco a Mia, algo malo está pasando con ella.

-Vámonos Mia -le dije mientras le tomaba de la mano, tenía que salir de allí lo más rápido posible- No se lo digas, por favor Mia -le dije en cuanto salimos del campo de visión de mi madre y Ashley, ella solo asintió y sabía que guardaría el secreto pero seamos honestos Ana se enteraría de cualquier manera.


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También estaré respondiendo preguntas sobre lo que quieran y si gustan hacerlas.
Por lo tanto continuemos con el maratón💋.

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