Capítulo 58.

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P.O.V Ana.

-Para mí desgracia así es -respondí cortante, tomando con más fuerza la mano de Christian que extrañamente está fría.

-Ay querida, no seas amargada -camino unos pasos hacia adelante y yo instintivamente retrocedí unos cuantos hacía atrás provocando que mi espalda topará con algún mueble y soltará la mano de Christian que parecía estar en shock- Por Dios, ni que te fuera a matar o algo por el estilo -Elena me miró a mí y después a Christian este último lo miro con sorpresa y una sonrisa escalofriante- Hola Christian, cariño tanto tiempo sin vernos -dijo con su voz melosa.

Espera ¿Qué? ¿Ellos se conocen? No lo creo, tal vez ella se está confundiendo a quien quiero engañar ella acaba de llamarlo por su nombre está claro que se conocen pero ¿Desde cuándo? ¿Por qué Christian no me lo contó?.

-¿Se... se... conocen? ¿Conoces a mi no... novio? -pregunté en un balbuceó y me sentí realmente estúpida por ello.

La sonrisa de Elena creció más provocando unas cuantas arrugas más en su rostro- ¿Tú novio? Esto se pone cada vez más interesante.

-¿Se conocen o no? -pregunté nuevamente pero ahora ya no estaba ese molesto balbuceo, de mi salió una voz muy segura de sí misma.

Christian parecía no salir de su sorpresa lo cual me desespero un poco más.

-No creo que sea yo la que te de esa información -ella le dio una mirada rápida a Christian antes de volver a verme a mí- Pero ya que tu dulce novio no sale de su sorpresa me veré forzada a decírtelo, ¿Estás lista?.

-Disipará.

-Hace un tiempo una joven y dulce señora conoció a otra igual que ella solo que un poco más tierna, conversaron un buen tiempo y decidieron que ellas dos no podían llegar a solo un encuentro por casualidad en la calle así que comenzaron a salir y poco a poco ellas comenzaron a ser muy buenas amigas -sonrío ante el recuerdo- pero como en toda amistad siempre hay secretos que simplemente no se pueden contar por mucho que allá confianza ...-su relato me estaba aburriendo en extremo así que la corte.

-Al grano -dije con firmeza, aunque por dentro sabía que estaba apunto de ser una completa gelatina.

-Un día conocí a su hijo -ya no hablaba en tercera persona- era un chico encantador, era guapo y además obediente justo lo que yo buscaba al mirarlo supe que esa vez no sería nuestro único encuentro así que después de un corto tiempo después de haber conversado lo suficiente como para conocerlo de lo básico me dijo que yo le atraía y que se sentía raro por ser atraído por una mujer mayor que él, así que como toda buena mujer le di el consejo de que no se dejará llevar por la edad y bueno le propuse algo que no se podía negar si quería pasar tiempo conmigo...

-BDSM -interrumpí.

Elena parecía realmente sorprendida y para ser sincera me enoje demasiado conmigo misma por no cerrar mi maldita boca cuando debo, -mordí mis cachetes internos-.

-¿Me has estado espiando querida?.

-Solo dime que tiene todo esto que ver con Christian.

-¿Quieres saber cómo era el chico? -preguntó, pero antes de siquiera poder responderle ella continuó- claro que quieres saber -Elena se recostó sobre la pared- El era un chico musculoso tenía un cuerpo verdaderamente en forma igual que Christian, su cabello era como el de Christian, tenía el mismo carácter que Christian -todas estas palabras hacían que escalofríos recorrieran mi cuerpo, tenía una muy mala espina de lo que Elena estuviera tratando de decirme- pero él no tenía los ojos igual que los Christian.

Mi Vida Junto A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora