Mi Vida Junto A Ti.

Capítulo 32.

Sé que tal vez es corto pero tengo sueño y no me quería dormir sin antes dejarles este capítulo, lo sé, pude subirlo mañana pero soy muy terca xD.
Maravilloso Desafío | Theodore Grey está a su disposición, se les quiere.

P.O.V. Christian.

Tener a Ana a muy pocos centímetros de mí y no poder tocarla es toda una tortura.

-Bueno con tanto maquillaje eso creía -confesó, pero más bien fue para calmar sus nervios, lo sé porque... yo me encuentro en la misma situación que ella.

-Esos ojos tan azules no se podrían ver en cualquier lado -suspiré- y además... ese hermoso cuerpo que tienes lo reconocería a la perfección -se ruborizó.

-Hmmm... yo... -no pudo continuar, algo la torturaba- será mejor que vuelva con los demás.

Oh no nena, claro que no, no te librarás tan fácilmente de mi. Ella hizo el débil intento de alejarme con la palma de su delicada mano pero no le funcionó, soy más grande, más fuerte que ella, aunque eso ya lo sabía.

-Si me has seguido hasta aquí es porque tenías algo importante que decirme ¿No es así?.

Estaba apunto de confesarme lo que me quería decir pero se arrepintió al momento -Será mejor que me vaya -camino unos cuantos pasos ya cuando se había librado de mi pero mi voz provocó que se parara en seco.

-Te extraño Ana -le confesé cabizbajo, no sigas Christian, no ahora que sabes que lo has arruinado todo.

-Yo... lo sé... todo -murmuro, estoy confundido ¿Qué sabía?, pero de pronto... Empalidecí- Se que te acostaste con Ashley -su voz se distorsionó y sabía que estaba apunto de llorar.

-Ana... de verdad lo siento -¿Quién se lo había dicho?. ¡Maldito hijo de puta! Traidor, pensé, no el traidor soy yo por fallarle a ella.

-Me lo contó Thomas el día de ayer -confirmó mis sospechas.

¿Qué debía decirle? Ella ya sabia la verdad así que no podría mentirle.

-Perdón Ana pero será mejor que me vaya -me aleje un poco más de ella y decidí seguir con mi camino cuando de pronto...

-Todo fue una trampa -era ella quien ahora me detuvo, ¿Qué acababa de decir?.

-¿Qué? -volví a preguntar incrédulo.

-Thomas te llevo a esa fiesta donde ya te esperaba Ashley, él te drogo y bueno creo que mejor me ahorro los detalles -sus palabras fueron como un golpe bajo, demasiado bajo.

¿Mi mejor amigo me había traicionado? La persona con la que he pasado los momentos más inolvidables y una que otra estúpides acababa de traicionarme y eso me causó un gran dolor en el pecho.

En definitiva mi madre siempre tuvo la razón... nunca dejaremos de conocer a las personas que creíamos conocer.

¿Qué motivos tenía él? ¿Qué mierdas he hecho para que me arruinará así mi relación con Ana? Si ese era mi mejor amigo mi verdadero mejor amigo creo que incluso hasta Ethan es mejor persona que Thomas.

-¿Por qué? -le pregunte a Ana mirándola a los ojos.

-No lo sé -y en cierto modo sé que no miente- ¿Está aquí? -me preguntó temerosa.

-Creo que no, y espero que no se aparezca porque si no, estoy seguro de que lo mataría -ahora entendía su temor, pero ¿Por qué tener compasión con ese grandísimo hijo de puta? ¿Por qué tenerla? Si nos arruinó la relación.

Ana sonrío de medio lado dejándome desconcertado -Eso es lo curioso -¿Qué era curioso?- Él estaba muy seguro de que no le harías nada, ¿Por qué no habrías de hacer eso? -aclaró.

-Créeme que yo tampoco sé porque diría algo así.

-¿No sabes si a Thomas le va el rollo del sado? -preguntó sin pensarlo dos veces.

Su pregunta fue confusa -La verdad es que... -¡Joder! ¡No! Ahora entiendo todo.

-¿Qué...? -Ana esperaba la respuesta pero yo no me encontraba en mi sano juicio como para responderle pero sabía que si no lo hacía sería aún más sospechoso.

-No, a él no le va eso -le mentí, otra vez.

Ella asintió no muy convencida pero... ¿Qué esperaba de ella? Si me conoce perfectamente y sabía que mentía pero no dijo nada.

-¿Sabías que él sale con tu hermana? -otra fuerte confesión en una sola noche, realmente Ana quiere matarme.

-¿Quieres matarme? -bromee un poco tratando de procesar toda esta información.

-Hay peores formas de morir -se encogió de hombros y lo supe.

Me acerqué a ella lentamente, consiente de que estaba bajo su mirada atenta a todos mis movimientos. Su respiración se aceleró -¿Cuáles son esas formas? -le pregunte una vez que estábamos a unos cortos y jodidos centímetros el uno del otro.

-Ver cómo el amor de tu vida sale con otra mujer -eso dolió, demasiado.

-No puedes morir de esa forma -mi voz aumentó su volumen pero a ella no pareció afectarle.

-No -tomo una gran bocanada de aire y dijo- Pero si sientes una horrible presión en el pecho -otro golpe bajo.

-Ana, salía con ella porque si no lo hacía te diría todo pero no como Thomas lo había confesado si no ella te lo haría creer y sabía que me odiarías y yo no quería eso -suspire.

-Tienes razón pero eso ya no importa, creí que las cosas seguirían igual a antes pero creo que me equivoque -no era ella quien hablaba si no su lado orgulloso pero supe que eso no duraría mucho, lo vi en sus ojos, esos preciosos ojos que recordaré toda mi vida.

La tome de la cintura. La mire a los ojos. Y la besé.

La besé.

¡Santo Cielo! Como extraña tanto sus labios.
Pero para ser sincero extrañaba todo de ella.

Ella no tardó en responder el beso, lo cual me hizo saber que no todo estaba perdido.

Fue un beso lento pero capaz de hacerme perder la puta razón, aunque debería acostumbrarme con ella era difícil pensar con claridad.

Me separé a regañadientes de Ana por falta de aire, pegue mi frente con la suya y le dije: -Se que todo no será como antes, pero quisiera volver a comenzar desde cero, solo si tú me lo permites y es lo que deseas si no es así... -¡Joder! Me dolía hasta el alma de tan solo pensar en que ella quería alejarse de mí pero sus labios sobre los míos me decían a gritos otra cosa.

-Soy una estúpida por perdonarte tan fácil pero... ¡Maldición! No puedo estar separada de ti tanto tiempo -dijo cuando se separó de mí, me abrazó con tanta fuerza que casi me asfixiaba.

Ana esta de nuevo a mi lado.

Esta conmigo.

Ahora somos solo uno.