Capítulo 54.

3K 212 25
                                    

P.O.V Ana.

-Extrañaba a Christian.

Debía mentir, mentirle lo mejor que pudiera aunque no fuera del todo mentira lo que sea que saliera de mis labios. No debía ponerme ni un poco nerviosa, no debía hacerlo si quería que ella no se diera cuenta que le estaba mintiendo.
Ashley dio una corta mirada alrededor de nosotras como si estuviera buscando a alguien y parecía nerviosa ya que sus manos no dejaban de revolverse, claro síntoma de nerviosísimo.

-Sí lo extrañabas tanto como dices ¿Por qué no fuiste a verlo a su tumba? -preguntó.

-Porque quería ir al lugar donde por última vez el gris de sus ojos me miraron, dónde él dio su último respiro y donde se llevó mi corazón.

¡Wow, Ana! Eso fue extremadamente cursi solo te faltaron unas lágrimas para hacerlo un poco más real. Y como si mis ojos tuvieran el control de sí mismo comencé a derramar lágrima tras lágrima sin parar.

-Lo... Lo.... Lo siento -pronunció con cierta inseguridad.

¿Me creyó? ¿De verdad? Claro que me creyó soy una excelente actriz.
Ahora solo me faltaba saber la razón de su nerviosísimo ¿Qué le había pasado?. Ana, ¿De verdad eres tonta o te haces? ¡ASHLEY ESTÁ FRENTE A TI SUCIA, ROPA DESGARRADA, CABELLO DESARREGLADO, NERVIOSA! ¿Alguna vez en tu vida la has visto de esta manera? Extrañamente mi subconsciente tenía la razón, Ashley nunca fue vista así, tenía que descubrir que era lo que le ocurría.

-¿A quién buscas? -le pregunté justo cuando dio otra mirada a nuestro alrededor.

-Nadie -no dudó en responder- No busco a nadie -repitió.

A otro perro con ese hueso, pensé. Si no respondería a esa simple pregunta tenía que hacerlo de otra manera pero no aquí frente a personas, tenía que llevarla a otro lugar.

-¿De quién te escondes? -no me pude controlar, las palabras salieron por si solas.

Ashley me miró con esa mirada que dice "Y a ti te lo voy a contar" clara y sarcásticamente- No me escondo -dijo segura y por la forma en que habló sabía que me lo diría aunque fuera poco creíble- estoy huyendo.

-¿Huyendo? -Si claro "Huyendo" y está en medio de el lugar más notorio del mundo y si fuera verdad lo que dice ¿Huyendo de quién? ¿De una loca vendedora de ropa demasiado horrorosa? ¿De su perro chihuahua? ¿De un peluquero? ¿De una escoba? Me resultaba demasiado difícil soportar las ganas de reírme, ¡Por favor! ¿Ashley siendo secuestrada? Era muy poco probable de que eso pasará ya que nunca está sola siempre tiene a sus perras del mal tras ella, así que esto es demasiado complicado como para entender- ¿Huyendo de que? -volví a preguntar.

No hubo tiempo de responder mi pregunta, Ashley tenía los ojos abiertos como platos mirando a una fija dirección y solo de la nada se había puesto pálida más de lo normal, me miró y en sus ojos reflejaban miedo- Corre -dijo- ¡CORRE! ¡ANA! ¡CORRE! -gritó, si otra hubiera sido la ocasión me hubiera reído como foca retrasada porque me sentía como en Correr o Morir y no era precisamente la frase que usa Toretto y O'Coner.

Mis piernas tomaron el control, Ashley corrió tan rápido y ágilmente que no pude evitar sentirme como una estúpida obesa, no sabía en realidad de que estábamos corriendo y no quería voltear hacía atrás para enterarme por mi propia cuenta lo que era o más bien quién era.
Tenía miedo y me resultaba la cosa más estúpida del mundo porque ni siquiera había visto lo que sea que estuviera detrás de nosotras, era patético temerle a lo desconocido pero algo en mi interior decía que debía temerle, temerle demasiado.
Corrimos unas cuantas cuadras más hasta que por fin Ashley se dio cuenta que no era tan ágil como ella y que debía tener un poco de consideración aunque me odiará, por instinto me recosté en la primera pared que mis ojos visualizaron e intente tomar mucho aire, todo el que me había sido arrebatado en la corrida que dimos.

-Tenemos que seguir corriendo -ordenó.

-No puedo -confesé- no puedo seguir corriendo.

Apoye mis manos en mis rodillas agachando la cabeza en busca de más oxígeno.

-Este no es un lugar seguro -dijo- tenemos que ir a un lugar rápido y sin llamar la atención -¿Sin llamar la atención? ¡Dios! Me grito en plena calle que corriera y así lo hice haciendo que la mayoría de las personas que pasaban por nuestro lado pensarán que estamos locas.

-Vayamos a mi casa -propuse- no es un lugar muy seguro pero por lo menos queda a unas cuantas cuadras más, las suficientes como para que no me muera de un paro cardíaco.

-Te sigo -dijo, pero más bien quiso decir "Sígueme maldita obesa".

Seguimos corriendo sin parar y para hacer las cosas aún más extrañas mis piernas corrieron el doble de rápido que la primera carrera había dos opciones la primera es "Estoy soñando" o la segunda "Quiero vivir" me voy por la primera opción.
Sin darme cuenta habíamos llegado, habíamos llegado a mi casa sin ningún rasguño de cualquier animal rabioso que sea que nos estaba siguiendo y estaba feliz por eso, extrañamente feliz.

-Bien, ahora sí me dirá... -no pude terminar de hablar por qué la loca de Ashley me tenía tomada del cuello contra la pared, me estaba faltando el oxígeno, nuevamente.

-Todo es tu culpa -me acusó.

-¿D...e que est...tas habla...ndo? -pregunté cómo pude, sus manos alrededor de mi cuello no me ayudaban tanto a expresarme.

-Todo es tu culpa -repitió y cuando me miró permitiéndome ver con claridad que las lágrimas inundaban sus ojos- fueron por mi, por tu culpa -dijo nuevamente pero esta vez su agarre se fue haciendo más débil, hasta que me soltó por completo.

Frote mis manos en mi cuello tratando de que el dolor fuera menos, un total fracaso pero lo que más me importó fueron las palabras de Ashley- ¿Quién fue por ti? -pregunté confusa, aún me dolía el cuello.

-Ella dijo que te quería a ti -sollozó- pero que no podía localizarte e incluso me dio la razón por la que lo había hecho -la cabeza de Ashley estaba enterrada entre sus piernas y con dificultad le podía entender- dijo que si tú te hubieras entregado no nos hubiera incluido y lastimado a todos nosotros -¿Todos nosotros?.

-¿Todos nosotros? -pregunté- ¿Quiénes son todos? ¿A quiénes lastimaron?.

-Tus amigos más cercanos, Jazmín, Alice, Leila y a mí no entiendo por qué está haciendo esto -dijo una Ashley muy confusa y para ser sincera yo estaba en la misma situación.

Todo cobró sentido, ahora todo era más claro y yo no estaba loca, no del todo.

-Ella quiere un dinero que me pertenece a mí.

-¿Dinero? -Ashley me miró y por la forma en que se encontraba me daba lastima.

-¿Los lastimo? -pregunté y ella asintió- muéstrame -ordené.

Ashley con lentitud se levantó la blusa de la parte de atrás dándome una vista completa de lo roja y rasguñada que estaba está, no parecían rasguños a menos de que un gato allá estado encima de ella, era extraño.

-¿Qué más te dijo? -tal vez podía sacarle más información.

-Dijo una y otra vez que eras solo un molesto grano en el culo y que nunca debiste existir -¿Qué?- y que ella se encargaría de hacer eso una realidad, ¿Sabes quién es ella? -preguntó.

-Elena.




Chicas, les había dicho que si querían maratón y terminar con la historia o seguir capítulo por semana justo como lo hacemos.

La que quiera maratón comenté #Maratón.

La que quiera capítulo por semana comenté #CapxSemana.

La decisión es de ustedes. Adiós se les quiere.

Mi Vida Junto A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora