CAPITULO XXVII: "Nadie se acuerda de ella"

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Tenía miedo.
Durante el vuelo, no hacia más que pensar en formas de como preguntarle a Harry lo que sentía por mí. Practicar un discurso de posibles cosas que le diría estando sola, era fácil, pero tenerlo frente a frente sonriéndome e intimidándome con esos potentes ojos, era otra cosa.
También estaba nerviosa por llegar. No quería sentirme un cero a la izquierda al lado de la familia de Harry, a quien supongo, es elegante. Él siempre le daba lo mejor a la señora Anne y a Gemma, o bueno, eso era lo que me decía. Su padre en cambio, solo veía por sí mismo. Era alguien soberbio y muy mala clase, por eso no vivía con ellos, porque no combinaba con el estilo de vida de Anne quien una mujer de casa, y él tan solo un hombre de licor, sin embargo, Gemma lo había invitado a la boda, por educación.

- ¿Ansiosa?

- Demasiado.

- Te amarán, mi familia es así.

- Dijiste que no te llevabas bien con ellos...

- Cuando digo familia me refiero solo a mamá y Gemm. -sonrió.

Una vez más me perdí en su sonrisa de Dios griego, pero el silencio me acordó que debía preguntarle un par de cosas más.

- Hazz, ¿te puedo preguntar algo?

- Claro que sí, muñeca.

Mis manos comenzaron a sudar frío y sentía a mis músculos cada vez más tensos.

- ¿Tu que sien...

- ¿Algo de tomar? -Dijo la estúpida azafata entrometida. Desde que habíamos subido al avión, no le quitaba la vista de encima a Harry, sin demostrar interés alguno por parte de él; no sé si lo hacía porque realmente no le gustaba o por respeto a mí.
La mujerzuela se inclinó dejando sus grandes senos a la vista de Harry haciéndolo poner de mil colores intentando no parecer incómodo.

- ¿Seguros que no quieren algo?

- No, ya te dijimos que no, gracias. -Respondí.

- Calma, amor.

¿AMOR?

- Oh -dijo la azafata acomodando su postura- ¿Acaso es su...
- ¿Esposa?, sí. -Completo Harry tomándome de la mano.

Abrí los ojos tanto como pude, pero sin salirme del personaje de "esposa", asentí. Tal vez quería deshacerse de la azafata, o tal vez no estaba actuando.

Harry comenzó a jugar con su pulgar sobre mi mano, su suave piel hacia que cada poro de mi cuerpo se sintiera en la gloria con tan solo un poco de contacto con la suya.

- Si, ¿algún problema? -Respondí.

- No señora, lamento la incomodidad.

La rubia insinuante poco a poco se fue alejando de nosotros, y una vez asolas, sonreí de medio lado un poco avergonzada de lo sucedido, pero Harry al contrario, soltó una risa burlona.

- Te dijo señora -Rió- no puedo creer que te haya dicho señora -volvió a reír.

Mi sonrisa poco a poco se fue desvaneciendo al ver que solo había sido una broma, sin embargo, eso me dio coraje para preguntarle qué era lo que sentía por mí o por qué hacía cosas que me ilusionaban, por qué seguía con Megan, por qué, por qué.

- ¿Sientes algo serio por mí? -Dije sin ataduras.

Harry cambio su rostro a uno de total seriedad, me soltó la mano y quedo helado, como si no supiese que responder, como si hubiese sentido el vacío del avión cayéndose.

- ¿Por qué la pregunta?

- No me respondas con otra, solo dime lo que sientes por mí.

- Pues... Emm... yo...

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora